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11/07/2023

Los números ocultos y los secretos simbólicos: un viaje revelador hacia la Sabiduría ancestral.


Sumerjámonos juntos en un universo de símbolos místicos y números enigmáticos, en donde la sabiduría ancestral y el poder de la mente se entrelazan en un ballet cósmico de significados ocultos. Adéntrate en las profundidades del simbolismo masónico, donde el Compás y la Escuadra desvelan secretos numéricos que trascienden lo tangible. Prepárate para un viaje en el que descubrirás que los números tienen vida propia y revelan verdades esenciales sobre nuestro universo y nuestra existencia.

En este fascinante recorrido, exploraremos el intrincado entramado de los símbolos masónicos y desvelaremos los meta-símbolos ocultos que yacen bajo su superficie. Descubriremos cómo los números se entrelazan de manera ingeniosa en cada trazo y ángulo, revelando un mensaje numérico profundo que solo unos pocos privilegiados pueden percibir. Desde la misteriosa suma de los extremos del Compás hasta la presencia constante del número 9, desvelaremos los vínculos numéricos que conectan cada elemento simbólico y trascienden su aparente significado.

Sin embargo, este viaje no es para los débiles de espíritu ni los que temen la soledad. Aquellos que se aventuren en este camino se enfrentarán a la dura realidad de una sociedad superficial y trivializada, donde los egos dominan y los verdaderos buscadores de conocimiento son una minoría dispersa. Pero aquellos que perseveren, encontrarán una recompensa invaluable: la posibilidad de alcanzar la elevación y la comprensión de una Verdad Primordial que aguarda en las profundidades de su propia evolución personal.

Prepárate para descubrir los secretos numéricos que se esconden tras los símbolos masónicos y adéntrate en un viaje único hacia la expansión de la mente y la revelación de la Verdad. Atrévete a desafiar los límites de lo convencional y sumérgete en un océano de conocimiento numérico que cambiará tu percepción del mundo que te rodea.

Bienvenido a un viaje donde los números hablan y los símbolos revelan su verdadera esencia.

En muchas ocasiones, me he encontrado con personas que no logran comprender la esencia de mis artículos. Específicamente, aquellos en los que me sumerjo en un universo de números diversos, cada uno con su propio valor y significado. Ante estas circunstancias, mi respuesta inevitable es que estos artículos están destinados únicamente a aquellos que poseen los ojos adecuados para percibirlos. No lo digo con vanidad, sino como una mera expresión de la verdad, porque la verdad, aunque a veces duela, siempre sigue siendo verdad por más que, supuestamente, "no existan verdades absolutas", más allá de la frase entre comillas.

Permíteme brindarte un ejemplo relacionado con uno de los símbolos masónicos más representativos: el Compás. Este símbolo, que representa los límites que el ser humano debe tener, ya sea impuestos por el Gran Arquitecto del Universo, el Big Bang, Dios o incluso la propia psique individual de cada persona, se encuentra por encima de conceptos como la justicia, la rectitud y la equidad. Estos últimos están unidos por el vértice de la ética y la moral, que a su vez emanan de la Escuadra. Estas representaciones arquetípicas del símbolo masónico nos recuerdan constantemente que debemos aspirar a la perfección eterna, pero más allá de ser un dogma, este símbolo tiene aplicaciones y variantes adicionales. Para comprender este concepto, te invito a observar detenidamente la imagen superior, donde podrás vislumbrar la razón detrás de mi interés por los números y las huellas numérico-lingüísticas de los diversos sucesos ocurridos en todo el mundo y en diferentes escenarios.

Ahora, detengámonos un momento y consideremos la existencia de otros meta-símbolos ocultos dentro de los símbolos masónicos. ¿Cuántos podrían haber y qué propósitos podrían cumplir? No pretendo hacer juicios de valor sobre el bien y el mal en este mundo. Mi enfoque se basa en que el resultado final de la aplicación de un símbolo debe ser bueno y positivo para el mundo en general. Personalmente, me dedico a la observación y al pensamiento, fundamentándome en el estudio y en mi propio crecimiento para, posteriormente, poder contribuir al desarrollo de los demás dentro de mis capacidades inherentes.

Ahora, adentrándonos en el análisis de los números detallados en la imagen, es importante destacar que la suma de todos los extremos del Compás y la Escuadra resulta en el número 9, que es el valor del pináculo del Compás. Este punto representa la apoteosis en las diversas subjetividades que le atribuyamos a este símbolo. Por ejemplo, si sumamos los extremos inferiores del Compás, obtenemos 3 + 6, lo que da como resultado 9. Si procedemos de manera similar con los extremos superiores de la Escuadra, es decir, 8 + 7 + 1 + 2, obtendremos 18, y sumando nuevamente esos dígitos, llegamos nuevamente a 9. Además, si sumamos los valores inferiores de la Escuadra, 5 + 4, nos encontramos nuevamente con el hermoso número 9, el cual también es el extremo superior del Compás, aquel que el Gran Arquitecto del Universo, o cualquier ser humano que haya alcanzado su propia apoteosis, sostiene con firmeza. El 9 está en todas partes dentro del símbolo masónico, incluso cuando no es evidente, su presencia es omnipresente.

El número 9, con su enigmática presencia, despierta nuestra curiosidad y nos invita a reflexionar sobre su profundo significado simbólico. En el mundo de la numerología, el 9 es considerado un número sagrado y poderoso, que encierra un potencial transformador y de culminación.

En el contexto de los símbolos masónicos, el número 9 se revela como el pináculo del Compás, el punto más elevado que representa la apoteosis, el estado máximo de realización y perfección del ser humano. Al sumergirnos en la suma de los extremos del Compás y la Escuadra, descubrimos que, sin importar cómo combinemos los valores, el resultado siempre es el número 9, reforzando su importancia y omnipresencia dentro del simbolismo masónico.

El número 9 nos invita a contemplar la totalidad y la integridad, ya que es la suma de todos los dígitos anteriores. Representa la culminación de un ciclo, la llegada al punto de inflexión donde se cosechan los frutos de un arduo camino recorrido. Es el número de la plenitud y la sabiduría adquirida a través de la experiencia.

En lo más profundo de su esencia, el número 9 nos desafía a trascender los límites de nuestra propia existencia, a elevarnos por encima de lo común y a buscar la excelencia en todas nuestras acciones. Nos recuerda que cada uno de nosotros tiene el potencial de alcanzar un estado de perfección individual, en el cual la ética, la moral y la rectitud se entrelazan para guiar nuestro camino.

Además, el número 9 nos habla de la conexión universal y la interrelación entre todas las cosas. Como una huella numérica que se repite en diferentes contextos, nos invita a reconocer la unidad subyacente en la diversidad, a comprender que todos estamos interconectados en este vasto entramado cósmico.

En última instancia, el número 9 nos incita a buscar la verdad más profunda dentro de nosotros mismos, a emprender un viaje de autoconocimiento y evolución personal. Nos insta a abrazar la soledad de la exploración interior, donde encontramos las respuestas a preguntas trascendentales y descubrimos nuestra propia Verdad Primordial.

Así, el número 9 se convierte en un faro de luz en nuestro camino, recordándonos que estamos destinados a ser eternos buscadores de conocimiento y perfección. Nos desafía a superar nuestras limitaciones, a adentrarnos en lo desconocido y a convertirnos en espectadores privilegiados de la grandeza que yace en lo profundo de nuestro ser.

Permíteme aclarar, que mi intención no es afirmar que la masonería promueve estos meta-símbolos, ni mucho menos. Más bien, estos símbolos en sí mismos poseen una carga numérica ancestral que nos trasciende a todos. La masonería, basada en dicho sincretismo filosófico ancestral, utiliza los símbolos como representación del Verdadero Hombre, aquel dotado de buenas costumbres, moral estricta y ética impecable. Este hombre es un estudioso alejado de la simplicidad y las banalidades que emanan de una sociedad superficial, la cual devora a una minoría que busca escapar de ella pero que, en última instancia, acaba volviendo, arrastrada por su propia debilidad de carácter, hacia el mundo de la simplicidad y las bajas morales y éticas que todos conocemos.

La sociedad actual está dominada por poderosos egos provenientes de una mercadotecnia deshumanizada que exalta nuestros instintos más primitivos y reprime al Homo sapiens sapiens. En este contexto, es difícil que la sociedad pueda mejorar por sí misma, y arrastra consigo a aquellos individuos que intentan cambiarla. Sin embargo, debido a su falta de carácter, estos individuos terminan siendo devueltos al seno de una sociedad trivializada, infantilizada, carente de pensamiento crítico y en constante búsqueda de la felicidad perpetua. Aquellos que piensan consumen mucho menos que aquellos que no lo hacen, estos últimos se encuentran bajo la influencia de sus propios egos. Entonces es justo aquí, en este momento crucial, en el cual aquellos que no se permiten asimilar estos símbolos antagónicos a los masónicos, ya sea a través de la fortaleza de su carácter o de su propia apoteosis, cuando pueden elevarse y adquirir una mayor conciencia, pero esto tiene un alto costo: la soledad. Se convierten en una minoría dispersa en diferentes puntos del planeta Tierra. Sin embargo, es precisamente en la soledad donde se revelan cosas que otros no ven y se experimentan sensaciones que la mayoría no comprende. El sufrimiento derivado de la soledad nos impulsa hacia una nueva etapa evolutiva en nuestro proceso de individuación. Aquellos que huyen del sufrimiento y se refugian en el mundo infantilizado de lo paterno/materno jamás se convertirán en individuos verdaderos, nunca alcanzarán la elevación y jamás serán conscientes de la Verdad Inocultable. Jamás serán espectadores privilegiados en primera fila de aquello que denominamos la Verdad Primordial, la cual cada uno de nosotros debe descubrir en nuestro interior. Esta verdad nos espera en cada rincón de nuestro proceso de auto-evolución personal.

En este intrincado laberinto de símbolos y números, hemos desentrañado algunos enigmas de la masonería y explorado la profunda conexión entre las formas y los valores numéricos. Hemos descubierto cómo los símbolos masónicos, lejos de ser meras representaciones visuales, encierran una sabiduría ancestral que nos desafía a trascender los límites de lo superficial y adentrarnos en el reino de la verdad y la evolución personal. A medida que nos adentramos en esta odisea, hemos reflexionado sobre la sociedad actual, dominada por egos deshumanizados y una búsqueda constante de una felicidad efímera. Hemos descubierto la importancia de cultivar un carácter fuerte y resistente, capaz de resistir las tentaciones de una sociedad trivializada y encontrar la soledad en la que la verdadera sabiduría florece. Pero nuestro viaje no termina aquí. Los secretos numéricos y simbólicos que hemos explorado son solo la punta del iceberg en un vasto océano de conocimiento y comprensión. Continúa navegando en mi sitio web, en donde encontrarás más escritos que abordan temas similares, desvelando nuevas capas de significado y revelando aún más "secretos ocultos". Ingresa a mi universo de conocimiento y descubre cómo los números y los símbolos pueden transformar tu percepción y enriquecer tu vida. Permíteme guiar tu mente hacia nuevas fronteras de la comprensión y la consciencia, mientras desentrañamos juntos, los misterios que subyacen bajo la superficie de lo aparente.

No te conformes con lo superficial, aventúrate en lo desconocido y despierta la chispa de la curiosidad que anida en tu interior. Sumérgete en una travesía hacia la verdad y hacia la autotrascendencia, en donde la mente se expande y el espíritu se eleva.

Lic. Nelson J. Ressio.

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