El Gran Reinicio: Transformación global hacia un desarrollo sostenible y equitativo en la era de la crisis climática.

El Gran Reinicio y el Gran Rediseño Mundial, iniciados por el Foro Económico Mundial (FEM), abarcan a nivel global. Aunque el FEM se fundó en 1971, considero que el plan que están implementando tiene raíces que se remontan mucho más atrás, incluso hasta el siglo XIX o incluso épocas anteriores. La planificación a largo plazo es una práctica habitual en las organizaciones, y si consideramos que el mundo es una gran organización, las democracias actúan como la esfera pública de las corporaciones que conforman el FEM (una suerte de Noocracia). Desde mi perspectiva, hace miles y miles de años, mucho antes de la existencia de cualquier forma de gobierno, reinaba el caos. A medida que nos adentramos en nuestros orígenes animales, ese caos se intensifica. No obstante, a lo largo de las eras, surgieron diversos focos de orden para contrarrestar dicho caos. Desde mi punto de vista, es evidente que si nos ubicamos en ese caos ancestral, podemos comprender la necesidad de un orden futuro, el cual está diseñado para perdurar y se manifiesta en la dualidad que presenciamos a diario, en la confrontación entre Occidente, el antiguo mundo, y Oriente, el Nuevo Mundo. Los fundamentos occidentales han evolucionado hacia un nuevo paradigma oriental. China, por ejemplo, representa una transformación del mundo occidental que se ha "trasladado" hacia allí, junto con otros lugares como los países árabes, Rusia, India y muchos más. Incluso Sudamérica y África están experimentando esta transformación en última instancia.

Desde mi punto de vista, el FEM es la cristalización del plan a largo plazo al que me refería anteriormente, y hecho una realidad a partir del año 1971, y aplicado a casi todas las naciones del planeta, con pocas excepciones.

Teniendo en cuenta el desorden antropológico ancestral y el curso de acción que ha seguido la humanidad, veo el resultado actual como el desenlace lógico de nuestros esfuerzos. Si como especie deseamos expandirnos por el cosmos, el caos no es una opción viable, ya que el caos proviene de nuestro pasado animal, mientras que el orden representa la naturaleza superior del ser humano, como bien mencionaba Nietzsche. En mi opinión, el FEM, o cualquier denominación que pueda adquirir en el futuro, se alinea con este concepto de orden.

La elección de un Primer Ministro de origen indio en el Reino Unido es un claro ejemplo de este proceso. Además, podemos observar la influencia en el Vaticano y en las parejas de algunos príncipes, donde el Sur y el Este se amalgaman con el Norte y el Oeste. En este sentido, la designación de un Primer Ministro de origen indio en el Reino Unido refuerza aún más mi argumento. Si India forma parte de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y se espera que el Reino Unido solicite su ingreso, es lógico que el Primer Ministro provenga de la India o de alguno de los países miembros de los BRICS. Si el Reino Unido se suma a los BRICS, es probable que otras naciones de la Commonwealth, como Canadá, Australia, Nueva Zelanda y más, sigan su ejemplo.

Al analizar el panorama global y considerar el largo plazo, el Gran Reinicio y el Gran Rediseño Mundial impulsados por el FEM representan la consecuencia natural de nuestro progreso desde tiempos de caos ancestral hacia un orden corporativo final. Este orden refleja la aspiración del ser humano superior de crear un mundo más organizado y estable. Los cambios geopolíticos y las transformaciones en las estructuras de poder son indicativos de esta transición, donde el Sur y el Este se fusionan con el Norte y el Oeste en busca de un nuevo equilibrio global. Es probable que el futuro continúe con estas tendencias, con la expansión de los BRICS y la adaptación de otras naciones a este nuevo orden mundial.

Lic. Nelson J. Ressio.