Estoy en un gran intento y esfuerzo de contactar a extraterrestres... si, han entendido bien, a seres de otros mundos. ¿Y que? ¿Quién me lo impide? El único individuo que podría tener las fuerzas suficientes para impedírmelo... es mi propia persona... pero jamás se lo permitiría... jamás, por más poderosa que sea la fuerza que esté detrás de tal impedimento... nunca cedería a dichas fuerzas internas, ni a ninguna externa por cierto. El individuo debe permanecer y prevalecer por encima de la persona que cohabita con aquel, a sabiendas de que la individualidad y la personalidad son dos entidades psicológicas separadas, pero ambas conviven juntas dentro de un mismo ser humano.
¿Pero extraterrestres? ¡Si, extraterrestres! Aunque, y si bien no son verdes, ni están desnudos, ni siquiera vuelan en naves en forma de dos platos de cocina unidos cada uno por sus partes "útiles", es decir, por sus partes recipientes; si, ¡extraterrestres!, y los contactaré pronto, ya que me he percatado del "llamado" a realizar tal encomienda "divina". Ah, ¿se preguntarán quién me ha llamado para realizar tan extrema y oscura labor? Pues... no lo sé... no lo puedo explicar... quizás, cuando recibes un "llamado", esa sea la manera de recibirlo, munido de un halo de incertidumbres, de misterios, de intrigas, de olvidos y recuerdos, de causas y consecuencias, de pesadumbres y de euforias, de una gran certeza de que estamos confundidos respecto de una realidad que parece no ser lo que debería ser ni estar en donde debería no estar y a la vez estar en donde no debería, ni parecer a lo que ni siquiera se asemejaría, tal como un viento que únicamente sopla sobre mi existencia, pero no así, sobre la de los demás, viento aquel, al que lo entiendo de tal manera que no lo logro comprender y lo comprendo tanto que no encuentro la forma de determinarlo, ateniéndome con ello, a que cualquier esbozo de querer explicar "el llamado", me parece verdaderamente en vano, como un tornillo que da vueltas hacia la izquierda pero que igualmente se hunde dentro de un trozo de madera petrificada de cedro rojo de un millón de años de antigüedad... es como algo ilógico e inevitable al mismo tiempo, como que la suma de la unidad, dos veces, nos dé un resultado mayor a la dualidad anterior... ese "llamado" es como la perfección no declarada dentro de un proceso entrópico, es como querer explicar la Luz que ilumina una caverna que no posee ninguna salida al mundo exterior, es como intentar respirar cuando estamos respirando... ¿para qué hacerlo dos veces?, pues... ese llamado es esa doble respiración, es la caverna, es la Luz, es la Entropía, es la dualidad, es el tiempo, es el cedro rojo, es el tornillo, es el viento... todo ello y más, sabiendo que todo lo demás será igualmente confuso a la hora de intentar darle entidad semántica a dicho "llamado". Pero ahí está, y he sido llamado para contactar a los extraterrestres, y de una u otra manera, lo haré; no tengo la menor duda de ello, porque me conozco lo suficiente como para saber que lo haré. ¿Pero, como lo haré? Aquí está el quid de la cuestión; ¿cómo lo haré?
Pero ya tengo una idea al respecto del "como". Verán. Si bien al "llamado" no lo puedo explicar, si puedo, y debo, hacer lo que se me ha pedido, debido a que, más allá de intentar saber quién -o qué- me ha solicitado hacer "algo", lo importante aquí es hacer ese "algo". Lo relevante no es saber de donde proviene la orden, sino que, lo que debe prevalecer es la orden misma, es la acción y no así, el detenernos a pensar en el origen ideólogo de dicha "acción", que en mi caso es contactar a los extraterrestres. Y al momento en el que escribo estas líneas, pese a las precedentes a modo introductorio, debo decir que ya los he contactado... y como era de no esperar ni en un millón de años... Ellos respondieron... y de muy variopintas formas, las que me dejaron con más respuestas que preguntas... y, quizás, ustedes no se esperaban esta última frase, quizás pensaron que me confundí al construirla, quizás pensaron que ustedes la entendieron mal, quizás intuyeron que se parece a un dogma, por lo que, quizás, esperaban la acostumbrada frase: "con más preguntas que respuestas", pero no ha sido así, sabiendo que la duda rige mi vida desde que tengo memoria. ¡Me contacté con los extraterrestres! ¡Eso es lo que importa! ¿¡Eso es lo que importa!?
Más allá de aquellas formas variopintas de contacto que mencioné antes, debo atenerme al contacto hablado. Entonces, cuando llegó el instante de hacer el contacto, me di cuenta que iba a poder hablar en su lengua nativa, y lo primero que les pregunté fue: "bImejtaHvIS jIQuch 'e' vIQub", que en su idioma significa: "¿Como es que puedo hablar en vuestro lenguaje?". Eso me preocupó o asombró, no logro distinguir dicho sentimiento, porque al momento del contacto, cuando intenté comunicarme mediante símbolos como para relacionarlos con hechos y con palabras correspondientes a nuestra realidad humana, y mientras los estaba dibujando, en ese mismo instante y aparentemente de manera inconsciente, a dichos dibujos los iba expresando en voz alta, y al hacerlo me pude dar cuenta de que no estaba hablando en castellano... mi boca balbuceaba, -por medio de un tono no tan bajo como para no oírse-, aquella primera frase en el lenguaje extraterrestre... lenguaje de solo una, de entre las miles de millones de especies, similares a la nuestra, de las que he tenido una poderosa sensación interna de cada una sus existencias. No son "bichos raros"; son como nosotros, ya que las leyes de la física, son las mismas para todo el Universo, y cada especie variará respecto de nuestra morfología, -dependiendo del planeta y/o luna en la que se hayan desarrollado-, en mínimos detalles.
Pero, ¿cómo es que pude saber el lenguaje de los extraterrestres que he contactado sin conocerlo de antemano además de ser la primera vez que contactaba a dichos humanoides de otro planeta? Pues, la respuesta a la anterior cuestión, quizás no esté en mí, sino que en los contactados por mí. Pero surge otra cuestión, y es ¿cómo es que me fue transmitido dicho lenguaje y en toda su completitud semántica, sintáctica y morfológica, al preciso instante de querer yo comunicarme con los extraterrestres? ¿Habrá sido por la mera intención dirigida de mi parte, como para entablar una comunicación bidireccional? Es decir, cuando alguien intenta comunicarse con otro individuo, se fundamenta en una intención inicial, y esto último es poderoso, aunque no se note. El apasionante hecho de comunicarnos conlleva una arcaica fuerza instintiva proveniente desde el Soma, secundado por una intención inconsciente que emana desde lo más profundo de nuestro Si-Mismo, y que solo se hace consciente en el preciso instante de transformar los pensamientos en palabras dirigidas hacia el receptor. Pero, como sabemos, lo inmediato anterior es evolución pura, en cuanto al desarrollo del lenguaje humano, mientras que, por el contrario, mi experiencia con la comunicación con los extraterrestres no se debe a la evolución de nuestra especie per sé, sino que, en gran medida, a la evolución de la especie correspondiente a los seres que he contactado, por lo que se torna mucho más persistente aquella segunda pregunta de este mismo párrafo, la cual infiere lo siguiente: ¿de qué manera se me ha transferido dicho lenguaje alienígena como para poder hablarlo al instante como si fuese mi lenguaje nativo? En ese momento del Contacto, antes de finalizarlo, les he expresado dicha duda, y para mi asombro, nuevamente, al ir conformando las palabras para armar la frase y con forma de pregunta, lo que salió de mi boca, tal como si lo hubiese dicho en castellano, fue lo siguiente: qaStaHvIS DIS 'ar wutlhDaq jIleghchu', a lo que inmediatamente me respondieron: qevpobDaj negh'e'. batlhlIj ghogh yaplu'be'chugh, vaj yaghmey mIw. Dupumatlhmo' QaQqu'lI'. choparHa'taHvIS, tlhInganpu' 'ej DuqoDpu' yIHoH. Y aunque parezca algo inentendible, no lo fue así para mi, porque en ese instante que recibí la respuesta de mis contactados, la comprendí como si hubiese sido expresada en castellano, y dicha respuesta de otro mundo, fue la siguiente: Nelson; si, sabemos tu nombre aunque no nos lo hayas dicho; la respuesta que buscas está en ti mismo. Sigue buscando, y la hallarás en nosotros.
Luego de escuchar y de entender en tiempo real la respuesta de mis extraños contactados de otro mundo, quedé más perplejo que el escuchar y el entender el propio idioma extraterrestre, el cual ni en mis mejores sueños escénicos hubiese podido llegar a construir. ¿Cómo es que puedo entender el idioma extraterrestre además de poder hablarlo, ambas cosas como una inequívoca forma nativa de comunicación, si nunca ha pasado por mi mente, siquiera, esta posibilidad? Hasta que hallé la respuesta: El inconsciente Colectivo. Y alguien podrá expresar, no sin tener toda la razón, que dicho concepto de la Psicología es perfectamente explicable para nuestra especie... ¡¿pero para idiomas extraterrestres?! ¿Cómo es posible que el Inconsciente Colectivo explique que yo me hubiese comunicado, tal cual mi lengua nativa, con seres humanoides de otro planeta? Hasta que empecé a pensar... bueno, a pensar un poco más profundo que lo normal y por más tiempo que de costumbre. Y la respuesta arribó a mí, tal cual un águila retornando a su nido en las alturas de una empinada montaña, y para responder a este intríngulis, debemos comenzar por el "Principio del final" del Inconsciente Colectivo que se aplica a mi Individualidad (como a la de cualquier otro individuo humano de este planeta y de cualquier otro que hayamos colonizado, aún sin saberlo).
Lo que defina a mi "Si-Mismo", tal como a cualquier otro individuo (y hasta a las personas que todavía no han arribado a ese estado de individuación), es que lo que mi Si-Mismo es, es lo que yo soy, como una entidad psíquica compleja y completa en todos los aspectos conscientes, inconscientes subconscientes, supra-conscientes y preconscientes. Para lo supra-consciente tengo una explicación en este artículo referido al Experimento de la Doble Rendija y la Coherencia Cuántica. Pero, sigamos con los otros tres, más precisamente, con el Inconsciente personal, y que a la vez, está entrelazado con el Inconsciente Colectivo, y el hecho de intentar saber donde comienza y donde termina uno u el otro, raya con la más absoluta oscuridad en cuanto a que sabemos muy bien en lo que a sus límites no deterministas respecta. Por lo tanto, el Inconsciente Personal es parte del Inconsciente Colectivo, y viceversa, con lo que la última parte de la última respuesta de aquellos extraterrestres contactados por mí, me hace dirigir mi pensamiento hacia el Inconsciente Colectivo, debido a que ellos me dijeron al final de su frase, que si sigo buscando en mí mismo, hallaré la respuesta en Ellos; algo que a primeras vistas parece un intríngulis, pero que luego de estas palabras, se entenderá mucho mejor... eso pienso.
Al seguir buscando en Mí Mismo, hallé la respuesta en Ellos.
El Inconsciente Colectivo está conformado por todas las personas que nos precedieron, y como dije antes, comenzaré a explicarlo desde mi Inconsciente Colectivo actual, hacia atrás en el tiempo, para poder llegar a descubrir a los extraterrestres dentro de mi persona, tal como intuyo que allí existen. Es decir, mi mente -tal como toda mente consciente- ha escuchado, durante años, a muchas personas, pero más aún, a las personas con las que he estado más cerca y de forma persistente durante el tiempo y siendo la mayoría de ellas mis ascendientes familiares y relacionados a -y entre- ellos, y estos dos últimos grupos, mis ascendientes y sus relacionados, han pasado por el mismo proceso con sus ascendientes y sus relacionados con los que han estado en un cierto contacto cercano, y si retrocedemos más atrás en el tiempo, estas últimas personas, a su vez han hecho lo mismo con sus propios ascendientes y relacionados a los anteriores... y así sucesivamente por miles, o quizás, millones de años hacia el pasado, hasta arribar al momento en el que nuestra especie, no inmediata predecesora, ha tenido la oportunidad de estar en relación estrecha con los actuales extraterrestres que he contactado y con los que me he comunicado, con lo que este último hecho significa en cuanto al comienzo del Inconsciente Colectivo de toda la humanidad, ya que, si lo anterior ocurrió, podemos inferir que todos tenemos en nuestra memoria arcaica colectiva un lenguaje también arcaico extraterrestre (en la psique y en la biología), y por ende, reprimido por el paso del tiempo, pero que se mantuvo latente, como intentando traspasar, -sin mucho éxito y quedando lo onírico como su única aunque temporal manera de comunicación-, la doble barrera del Preconsciente, portando en dichas ramificaciones, la mismísima semántica del lenguaje "alienígena", la que emanó desde mi Inconsciente Colectivo y poder así, acceder a mi conciencia, aprovechándose, -para llevar a cabo tal "intento de escape"-, de algún catalizador o llamador, de ciertas memorias reprimidas, las que partieron desde incontables vidas pasadas acumuladas, y aquel catalizador, perfectamente podría ser el actual encuentro con mis contactados enigmáticos de otros mundos, y que al mirarlos, tal como al mirar un Símbolo que a la vez es un Arquetipo, mi inconsciente haya podido recordar eones pasados, con el objetivo de traer a mi conciencia aquel idioma que el consciente había "olvidado" y guardado en lo más profundo de mi "Si-Mismo". Lo que intento explicar con lo anterior es que, el lenguaje extraterrestre que he hablado y entendido; sin siquiera saber que sucedería ni la más remota posibilidad de hacer el contacto en la forma en que sucedió, es decir, mediante el propio lenguaje nativo de mis contactados alienígenas; ya lo tenía incorporado en mi mente inconsciente, debido a que, si en nuestra evolución, del pasar a ser animales con "Comportamiento Complejo" y con conocimiento de nuestra propia existencia a ser lo que hoy somos, solamente en un cuarto de millón de años, es muy plausible que haya habido una mano extra en nuestra evolución, porque si la evolución de la inteligencia al estilo humano fuese la norma, todas las demás especies de animales, de alguna u otra manera, hubiesen desarrollado alguna forma de inteligencia observable... pero no ha sido así. La norma, entonces, como para llegar a un tipo de inteligencia primitiva, o conciencia de la propia existencia, tal como sucede con los Chimpancés, los Bonobos, los Elefantes, los Delfines, etcétera, transcurre en términos de millones de años, y no así, en términos de un cuarto de millón, como se supone que ha sido con la especie humana, desde que la primera Madre Mitocondrial de la humanidad ha abierto sus ojos de par en par. Por consiguiente, es lógico el pensar que, si hubo una mano extra; y que a la vez fue la que creó nuestra especie a su imagen y semejanza, pero teniendo como base biológica a los simios terrestres más avanzados que dichos alienígenas hayan encontrado en la Tierra de hace 250 mil años; entonces, si esos alienígenas, durante el transcurso de vida de esa nueva especie desdoblada artificialmente desde los simios a Homos Sapiens Sapiens, han continuado teniendo contacto consciente con esa nueva especie denominada Homo Sapiens Sapiens, es decir, la nuestra, la memoria de dicha relación Creador-creado, aún se mantendría en el Inconsciente Colectivo de la humanidad, y por ende, cualquier nuevo contacto con Ellos, es un poderoso Arquetipo ante nuestros ojos, un Símbolo mental que traerá a la conciencia, recuerdos arcaicos, sean del tiempo pasado que sea.
Pues, me ha sucedido a mí. Pero, ¿y el "llamado" para contactarme, como lo explico?
Todavía no puedo explicar aquel "llamado", pero sí puedo explicar el porqué he sido capaz de contactar a los extraterrestres utilizando su propio idioma tal y como si fuese el mío. Si mi memoria inconsciente pudo recordar un pasado muy lejano en el que nuestra nueva especie de aquellos tiempos, -desdoblada artificialmente a partir de simios originarios-, tuvo una posterior, estrecha y muy larga relación con nuestros Artífices de otro mundo, es posible entonces, el conformar una bastante sólida conclusión, de que el poder psicológico emanado durante un contacto de este tipo, como el que yo he tenido, ha traído a mi memoria consciente, reminiscencias de épocas en las que los mismos seres con los que me he contactado actualmente, hayan sido los mismos seres que han desdoblado a la "humanidad de los simios evolucionados" de hace 250 mil años, en la humanidad que somos hoy en día.
¿Sucederá lo mismo en los tiempos actuales? ¿La humanidad se desdoblará en otra subespecie mejorada? Como la mayoría nos daremos cuenta, la Humanidad y todo lo que Ella ha construido, ha sido en una clara dirección, de manera repetitiva: la de mejorar, y a la vez, minimizar.
Lic. Nelson J. Ressio.
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