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18/06/2021

Mi "disertación ante la Asamblea" :), sobre: "El entendimiento individual, las imperfecciones de lo 'perfecto', la Obra Final relativa a la vocación de servicio, el peso de la conciencia, el pensamiento en términos de especie y el surgimiento de una Nueva Humanidad".


Sobre el proceso de entendimiento individual.

La esencia del proceso de entendimiento -o percepción- individual, creo que será muy comprensible el comenzar a definirlo por medio de un ejemplo: como lo respectivo a la música que es escuchada por un tercero, es tal cual al como las palabras son escuchadas por un tercero, o al como una pintura es observada por un tercero; "todo es relativo, nada es absoluto" (salvo, lo absoluto que demuestra la frase anterior); entonces, existen personas que, por ejemplo, una cierta melodía, no le es acorde para nada, mientras que a otras personas las induce a entrar en un estado de trance. Con lo cual, me pregunto, desde el punto de vista del sujeto creador, ¿es lógico que este deba cambiar su método de creación -o creatividad- si a ciertas personas no les gusta lo que escuchan, o lo que leen, o lo que miran respecto de dichas creaciones? Mi respuesta a la anterior cuestión es un rotundo no, salvo que el creador, por motu propio, se disponga a cambiar su método.

Por lo tanto, como productor musical, y siguiendo con el ejemplo, en lo que a mi respecta, es evidente que no debo cambiar el método porque a una determinada persona -o a muchas- no le cause ningún tipo de sensación, o no la persuada en lo absoluto, o no le sirva, ya sea alguna, o bien, varias de mis producciones. Mi método, es "Mi Método", y si en algún momento decido cambiar el método, es porque mi intuición así lo dispuso, y no así, porque a una persona (o a varias) les haya disgustado o les haya "caído mal" lo que han oído (a veces, sin escuchar). Todo es relativo; mi música -como la de cualquier otro productor- es como un punto de vista dicho -o escrito- con palabras, ya sean habladas o escritas, o como una pintura plasmada sobre cualquier tipo de lienzo o en algún medio digital; todo ello, es algo que ha salido de la mente de alguien que en este ejemplo, es la mía; es algo que así lo he sentido o intuido. Por ejemplo, en lo que a mi respecta, haciendo las veces de aquel "tercero" que mencioné antes, las obras de Picasso no me gustan para nada (salvo sus primeras pinturas de cuando tenía unos 12 años, en el momento en el que pintaba un estilo casi realista, una especie de pintura similar a la de Leonardo Da Vinci), pero las pinturas que comenzó a realizar después, para mi propio y relativo entendimiento, son "ruidosas", sin ritmo en sus trazos y colores, sin armonía en su completitud, con lo que, ellas me dan una idea, quizás errónea o quizás no, de que no fue el primer Picasso (aquel de 12 años) quien pintó las "nuevas pinturas", pero, no por ello le voy a decir al "nuevo Picasso" (hipotéticamente hablando) de que debería cambiar su nuevo método de expresión pictórica porque a mi no me guste su nuevo estilo. Como sabemos, todo es relativo, y si Picasso decidió hacer un cambio en su creatividad, se corresponde con una decisión propia.

El entendimiento individual no discrimina a las cosas colocándole un adjetivo calificativo por delante, como por ejemplo, "buen libro", "buena pintura", "buena música", porque solo hay libros, hay pinturas y hay música, y todo lo cual ha sido elaborado por "otros entendimientos individuales" diferentes al que intenta colocar dichos adjetivos calificativos, y es menester comprender que no existen ni buenas y ni malas cosas; solo existen "cosas" esperando para que podamos introyectarnos dentro de ellas y analizarlas en su "completitud" por medio de nuestro entendimiento, de nuestra intuición; y es en este momento, luego del proceso de inmanencia temporal hacia aquellas "cosas", en el que nos damos cuenta de que dicha "cosa" se apega a nuestra percepción individual de tal o cual manera; y para cada persona que realice lo anterior, habrá una percepción diferente; por lo tanto, es evidente que no es lógico el expresar ideas sobre ciertas "cosas" anteponiéndoles un determinado adjetivo, como por ejemplo, "voy a leer un buen libro", porque todo depende del resultado que haya arrojado aquella introyección dentro de la "cosa", que en este último ejemplo, es un libro; ya que para muchos será un buen libro y para otros muchos será un libro no tan bueno, o para otros muchos será un mal libro, o bien, para otros muchos será un excelente libro. Todo depende de la Percepción Individual y no del que ha creado la "cosa".

Sobre las imperfecciones de los Sistemas Perfectos.

A humanos imperfectos, sistemas imperfectos; a humanos perfectibles, sistemas perfectibles; es decir, a mi juicio, todo sistema (de cualquier índole) es imperfecto, pero con una tendencia natural hacia la perfección; y si esos sistemas generan subsistemas o suprasistemas adicionales, tendrán un poco más de cercanía a la perfección... serán casi... Sin Macula.

Pero, ¿Qué haríamos en un sistema o mundo perfecto? A mi juicio ralentizaría el intento de cada ser humano de mejorarse por sobre sus propias versiones precedentes a si mismo. Dejemos la perfección para los sistemas críticos, ya que si no hay perfección absoluta en el cálculo estructural de un puente, es muy probable que colapse; aunque, la perfección absoluta no existe, porque cuando decimos que algo "ya es perfecto", encontramos -o descubrimos- otra manera y otras leyes que hacen de ese algo, aún más perfecto. Sinceramente, la perfección aburre un poco, pero es muy necesaria en ciertos ámbitos para que, por ejemplo, el Sistema que se nos viene encima, sea más perfecto del que se creía que era casi perfecto, es decir, el anterior, y ese sistema que se nos viene encima es, por ejemplo, la Cuarta Revolución Industrial en la que ya estamos en sus comienzos desde hace unos años; y es más, como nos convertiremos en una especie multiplanetaria, todo o casi todo lo que se ajustaba a nuestra vida, aquí en la Tierra, deberá cambiar, desde no tener más enfermedades; ni las hereditarias, ni la posibilidad de contraer una, en nuestra continua relación con el medio en el que nos encontremos en ciertos momentos; hasta el modo en que nos vestimos y nos alimentamos, ya que no nos podremos llevar las vacas a otros planetas... ni las enfermedades, ni la necesidad de comer carnes de animales terrestres, y ni la necesidad de tener familia, etc... todo ello, es parte de la perfección que se nos viene encima; pero, más allá de dicha flamante perfección, siempre habrá espacio para más y más perfección, dependiendo de los destinos que tenga la humanidad a futuro, como por ejemplo, la Quinta Revolución Industrial... la cual, ¿qué necesitará de nosotros que perfeccionemos? Y la respuesta podría ser: Depende de qué sistemas comprenda la Quinta Revolución, y así sucesivamente hacia el futuro.

A veces, para obtener la perfección, "se debe usar cera". Todo estatua construida sin-cera, se decía que era perfecta (de allí viene el término, sinceridad); pero previamente, se debió destrozar a golpes una mole de mármol, para que la estatua tomara la forma que sus diseñadores tuvieron en mente y luego en planos y en dibujos; entonces, desde el punto de vista del Arquitecto de ciertas obras de arte, se debe destruir lo que, a juicio del Arquitecto, no es necesario para lo que Él tiene en mente, hasta que se la logra plasmar en la realidad, y es allí, en el "final de la Obra" en donde vemos dos escenarios; primero, veremos incontables trozos amorfos de mármol esparcidos por el suelo, y segundo, veremos una hermosa estatua (o proyecto terminado basado en un Diseño); ambas cosas, lo que se debió dejar atrás, los que serían los pedazos de lo viejo y amorfo, abrieron paso a una Gran Obra; y esta idea es lo mismo que lo que sucede hoy en día en el planeta. Existen fines más altos que lo que percibimos a simple vista, ya sea en nuestro entorno, o por medio de las luminiscentes pantallas. Si en el ejemplo de la piedra y la estatua, alguien externo al escultor viera lo que éste comenzó a hacer con la piedra, diría que "¡es una locura, es horrible que alguien esté rompiendo una piedra tan hermosa como lo es el mármol!", sin saber el "Fin Último" o el "Fin más Alto" que el escultor tiene en mente, asignado a ese pedazo temporalmente amorfo de mármol; y cuando esa tercera persona vea la Obra Magna terminada, recién allí comprenderá la idea final del escultor, si es que es paciente, si es que sabe esperar; de lo contrario, seguirá pensando, una y otra vez, que el que golpea la piedra es una mala persona, sin saber cual es el objetivo final de lo que hace. El ejemplo anterior aplica, tanto para lo que sucede hoy en día, como para lo que ha sucedido históricamente, como para lo que sucederá a futuro.

Si la Obra Final no se corresponde con el diseño, ¿es culpa del escultor o de las herramientas de trabajo? ¿Uno debe ser un servidor para, o debe servirse de, una determinada Orden Filosófica?

El problema planteado no radica en el simbolismo, no se corresponde con los elementos de trabajo, no se halla en los Arquetipos, por lo tanto, nada de ello se debe cambiar; es el Hombre, quien, a veces, no sabe utilizar todo lo anterior, es el ser humano el que debe cambiar y aprender a usar las Herramientas para el fin específico para el que fueron determinadas en la realidad; en dejar de ser individualistas, para ser individuos, en dejar de ser interesados en el poder y en el status, ambos efímeros, y que algunos piensan que los tendrán de manera in aeternum, para pasar a interesarse en qué es lo que cada miembro puede ofrecerle a una determinada Orden filosófica y de moral; es decir que, cada miembro no debe servirse de dicha orden, sino que debe ser un servidor, y sirviendo a la Orden, es consecuente el servir a los demás, a cualquier otra persona del mundo, ya sea, Sacro y/o Profano. El problema no está en las Herramientas de trabajo, sino en el como las utiliza cada quien; por lo que, si las usa para beneficio propio, poco durará ese beneficio, más si las usa para el mejoramiento propio, mucho durará ese mejoramiento, y en este punto, estará en condiciones de hacer extensivo ese auto-mejoramiento a los demás, a quienes pueda alcanzar con su Alma que ha muerto una y mil veces, y que gracias a que ha utilizado las herramientas, de manera correcta, ha renacido una y mil veces, y de tanto morir, y de tanto renacer, llegará a ese Opus Magnum Alquímico, a que la Carne se le Desprenda de los Huesos, y a que lo material deje de ser algo importante, porque lo material genera apegos, genera necesidad de posesión; y el ego no resiste a la necesidad antropológica de recompensa, algo meramente heredado del mundo animal; y si sucede lo inmediato anterior, evidencia una utilización incorrecta de las Herramientas arquetípicas. No existe problema alguno en las Herramientas, ni en el Sincretismo de cierta Corriente Filosófica; el problema radica en el uso que se hace de dichas Herramientas; si se las usa bien, la sociedad comenzará a ser mejorada, solamente a partir de la mejora de un solo miembro; caso contrario, la sociedad empeorará, pero no por culpa de las Herramientas; sino que, por quien las ha utilizado erróneamente. Reitero; uno no se sirve de una determinada Orden Filosófica, sino que, uno sirve a dicha Orden, y al hacerlo, como consecuencia casi directa, sirve a la humanidad toda. Al usar bien las Herramientas, se generan Filántropos; de lo contrario, misántropos, y quizás, personas que nunca estuvieron preparadas para servir a otros, y siempre estuvieron acostumbradas a servirse a si mismos, lo cual es algo inaceptable, pero que, con el tiempo, el Eterno Retorno hará que las Herramientas sean cada ves, mejor utilizadas en favor de muchos, y no así, en favor uno.

Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová. El peso de la conciencia.

Unos 2000 a 3000 años antes de la existencia de Jesucristo, se sentarían las bases para que una frase muy especial fuese expresada en la Torá Hebrea (o Viejo Testamento Católico), y dicha frase, la que "provino de YHVH" y fuera plasmada en lenguaje humano, es la siguiente: 

"Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová. Pues será como la retama en el desierto, y no verá cuando viniere el bien; sino que morará en las securas en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada".

Entonces, cuando dicho pasaje bíblico expresa: "Maldito el varón que confía en el hombre", esa palabra hombre es con H mayúscula, es lo que se denomina un Universal, y se refiere a la especie humana en su conjunto (varón y mujer), y que, al momento en el que se aparta de "D-os", -siendo Dios tal como lo conciba cada quien, ya sea el ser humano mismo en su camino hacia la apoteosis, ya sea el Big Bang, ya sean extraterrestres, o como lo conciba cada uno, tal como lo dije- no verá la Luz, ni será Amor, pero ese concepto de Dios, es muy amplio, y si se lo toma literalmente, nunca se verá más allá. El ser humano debe aceptar el "peso" de haber llegado a poseer conciencia (luego de un largo trayecto como animal) y hacer algo al respecto con dicha conciencia; por lo tanto, el alejarnos del mundo animal es el primer paso, y eso se logra con el trabajo constante sobre uno mismo, y cuando nos elevamos por sobre los animales que portamos dentro, somos, literalmente, Dioses; arribamos a nuestra Apoteosis individual gracias a la Obra Magna realizada por -y con- uno mismo, aplastando los egos, elevando las virtudes, y tendiendo con ello, al Perfectibilismo individual, y por ende, al colectivo.

Quien busca a Dios por fuera de si mismo, duerme; quien lo busca por dentro, despierta. Quien duerme, puede llegar a transformarse en un misántropo; quien despierta, en un Filántropo. (El misántropo, en principio, odia a la humanidad, porque no acepta sus propios defectos, y ni los trabaja; mientras que el filántropo, todo lo contrario.)

La sociedad entera está en una Regresión Evolutiva, y lo he venido expresando desde hace varios años, pero, esto deberá cambiar pronto. La Piedra de Mármol, a la que me refería antes, se está rompiendo, y cuando todos los pedazos estén en el suelo, saldrá una nueva humanidad, esculpida luego del sufrimiento, porque no hay más maestro que el sufrimiento extenso y sin miras de terminar, y cuando termina, (antes del próximo sufrimiento) estaremos mejor como sociedad, y así sucesivamente. Y la clave está en la disciplina, y si la sociedad confunde Libertinaje con Libertad, es que sucede lo que sucede. Cuando exista una Libertad Responsable (que lo que haga uno no afecte negativamente a otros) habremos elevado a la humanidad (o al Hombre, en tanto que Universal) hacia un mejor estado de conciencia. Recién seremos "Buenos", colectivamente hablando, cuando releguemos nuestro acervo animal, hacia un lugar con muchos barrotes de acero dentro de la mente de cada uno; y estoy seguro de que así lo haremos.

Para el siguiente texto, recordemos mi ejemplo de la piedra de Mármol y la escultura. Nadie juega con nadie. Solo estamos en un proceso comenzado por la Humanidad, para mejorarse a si misma.

No debemos pensar en termino de nosotros mismos (individualismo), sino que debemos pensar -y actuar- en términos de la especie y en el futuro que le depara, y recién allí comprenderemos, colectivamente, el porque sucede, lo que sucede; y dejaremos de echar culpas, tanto al Techo como a la lluvia que ingresa por sus agujeros. Por consiguiente, en cuanto la humanidad se encuentre preparada para afrontar un responsable Liberalismo de Pensamiento, la humanidad misma se auto liberará de sus propias cadenas. Hoy en día, la humanidad es como en una familia, en donde los padres (que no son padres infantiles, aunque hay muchos por cierto) deben colocar determinados límites a sus hijos (porque, como sabemos, los niños, son casi todo ego y muy poca conciencia, y por ello los adultos somos los que debemos darles, simbólicamente hablando, Mazo y Cincel a esos egos de los niños, hasta que esos niños sean adultos, y al trabajo anterior, sepan hacerlo por si mismos) por lo que respecto de la humanidad, respecto de la masa social, es lo mismo que aquella familia hipotética, ya que la masa social necesita límites hasta que la maduración de su psique colectiva sea tal, que se evidencie un despegue tangible de lo que nos mantiene atados colectivamente al reino animal.

De la maldad y de la bondad. ¿Porqué todavía no hay bondad absoluta? ¿Deberemos convertirnos en una nueva humanidad?

En cuanto a la maldad y a la bondad, ambas son inherentes a aquella herencia arcaica, del Reino Animal; pero, de todos modos me pregunto, ¿para que el bien exista, es necesario que también el mal exista?, porque si el mal no existiese ¿para que le llamaríamos bien al bien no es cierto? Un piso ajedrezado no existiría como tal, si faltase el color negro o el blanco. Una montaña no existiría sin su valle. Un hoyo hecho en el suelo, no existiría sin la tierra que se extrajo de él y se dejó a su lado. La muerte no existiría si no existiese la vida. La oscuridad no existiría si no existiese la luz (porque todo y el Todo provinieron de la Luz). El odio no existiría si no existiese el amor (recordemos que el odio es una herencia animal, más el Amor se corresponde con las variadas virtudes propiamente humanas, por lo que el amor es conciencia, y si no hay conciencia, el odio deja de ser definible, y por lo tanto, no existe). La dualidad es inherente a nuestra especie, y a veces (y haciendo memoria del ejemplo del Mármol y de la Estatua Sin Mácula salida a partir de él) para evolucionar como especie, la maldad y la bondad "juegan sus juegos", juegos que, quizás, fueron diseñados para que el resultado final de dicho "juego" sea un bien mucho mayor que si solamente existiese la bondad absoluta. La idea, es el equilibrio de la maldad y de la bondad hasta que llegue el momento en el que nos hayamos despegado tanto del mundo animal, que la maldad y la bondad sean cosas de nuestro pasado evolutivo, y una nueva humanidad se abrirá paso. Mientras estemos atados al mundo animal, seguirá la dualidad rondando nuestras vidas. No debemos luchar por eliminar la maldad, porque se elimina un factor de una ecuación que nos define tal como somos hoy en día; sino que debemos luchar por despegarnos del mundo animal (y ya hemos hecho parte de ese trabajo, con la obtención de la conciencia de nuestra propia existencia y del entorno, y muchas otras cosas más). La maldad y la bondad son partes inherentes de una misma ecuación, como la noche lo es al día, o como el Yin lo es al Yang, y dentro de la bondad, siempre habrá un poco de maldad, y dentro de la maldad, siempre habrá un poco de bondad, y por lo tanto, el equilibrio se mantiene, mientras tanto sigamos con nuestra herencia animal; pero, cuando nos despeguemos, allí si, el intentar filosofar sobre la innegable dualidad de la existencia, será muy diferente a mi juicio, ya que debemos preguntarnos ¿qué tipo de humanidad seremos cuando nos despeguemos del mundo animal?

Nelson J. Ressio.

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