Los presidentes, solo trabajan para enriquecer a sus empleadores (y que no son, precisamente, el pueblo al que deberían responder), sino que, los primeros, trabajan para su dueños, los bancos y demás corporaciones deshumanizadas. Ya no existen los partidos políticos, por más que sigan sus nombres y principios o doctrinas escritas por ahí, en algún libro cubierto de polvo y compactado por la humedad, la que lo ha penetrado por el hecho de no haber sido abierto desde hace muchos años. El ser humano es una cosa reemplazable, es un recurso renovable, y por ende, sin nada de valor, ante los ojos fríos de aquellos poderes para los que trabajan los presidentes (como Cristina, Macri y Fernández, en ese orden, solo en Argentina, pero esto se da a nivel global y desde hace mucho tiempo). Solo importan los recursos no renovables, por encima del ser humano, ya que, este último, se reproduce como hormigas.
El préstamo de 57 mil millones de dólares, que el FMI le ha dado a Macri (el préstamo más grande de la historia del FMI), ha sido así, tal como lo expresé, es decir, se lo dieron a Macri, porque Macri luego, lo habría utilizado para rescatar a los bancos y a las corporaciones afines a los Acuerdos de Bretton Woods, y una mínima parte de ese préstamo, "iría" al pueblo, porque el pueblo, si se muere de a miles, nacen millones en poco tiempo, y por lo tanto sigue siendo un recurso renovable. Cuando la humanidad deje de ser un recurso renovable, los organismos deshumanizados, dejarán de asesinar a seres humanos, para mantener sus ganancias; pero, mientras tanto, dichos organismos deberían hacer un esfuerzo, para ser más humanos y menos genocidas, manteniendo la capacidad de rentabilidad monetaria sin dañar a nadie en el proceso. El objetivo de los presidentes, o, mejor dicho, el trabajo que le encomiendan los superiores de aquellos, es la de empobrecer, monetaria, intelectual y espiritualmente, al pueblo que está al alcance de las decisiones nefastas de los presidentes, logrando que el pueblo mismo se endeude más y más con los bancos locales, propiedad estos últimos, del FMI, y este, a su vez, propiedad de los bancos supranacionales; por lo tanto, el ciclo nefasto actual del flujo del dinero se constituye como un circulo sin fin, porque estos últimos bancos, se prestan a si mismos, a través de un organismo como el FMI. Y al empobrecer a la población, dicha sociedad desbastada, solicita préstamos a aquellos bancos locales, o bien, el que todavía tenga una tarjeta de crédito, comienza a utilizarla con mayor frecuencia que antes, y con ello, la población aumenta sus deudas particulares con los bancos locales, los cuales son los tentáculos mas finos de los bancos supranacionales, generándose con aquel endeudamiento de la población, no solamente un "delicado y silencioso" genocidio con cero deflagraciones, sino que también, para los que quedan vivos, una destrucción sistemática de la inherente posibilidad de ser creativos, de la posibilidad de acrecentar el intelecto, de la posibilidad de lograr una mínima realización personal, y a lo anterior se le agrega una situación cuasi eterna de endeudamiento individual para con los bancos, manteniendo esclavizadas a las personas y por ende, pasibles de ser corrompidas, debido a aquel estado de esclavitud permanente; y cuando las personas se corrompen por necesidad o por simple avaricia, la sociedad en la que están inmersos, está condenada.
Tenemos que comprender, que los vaivenes económicos de los países, no se dan porque ciertos índices micro y macro-económicos se alteran por falta de experiencia de sus administradores o por algún efecto Mariposa de origen desconocido, sino que, aquellos vaivenes se generan, figurativamente hablando, "girando una perilla", es decir, lo hacen de manera consciente, para empobrecer a una gran parte de los integrantes de la población, y al mismo tiempo, para empoderar a los mas ricos, siempre a costa de los primeros.
Todo esto se logra, sin la necesidad de gobiernos militares; porque en el tiempo de los gobiernos militares, no existía el poder mediático que existe hoy en día, y por lo tanto se debía actuar por la fuerza; mientras que, en la actualidad ya no se necesitan militares dando golpes de estado, debido a que la mayor parte de la población mundial, se encuentra atrapada en un cúmulo engañoso y dañino para si misma, compuesto por todo lo que emiten los multimedios, en todas sus formas, ya sea en cuanto a sus programas con características principalmente negativas, sean estos, desde emisiones "informativas", hasta la horrorosa farándula; y por lo tanto, las personas duermen, mientras los presidentes, empleados de los bancos, hacen de las suyas.
Recuerda bien esto: Cuando votes a un presidente cualquiera sea este, (y a niveles provinciales y municipales, sucede lo mismo), no estarás votando a un representante fiel de un determinado libro de una doctrina partidaria en particular, sino que, estarás votando a la nada misma, porque, sea quien sea el presidente, de cualquier partido político, ellos ya no representan más, ni a la doctrina constitutiva de su partido político dentro del cual se disfrazan ante la mirada del pueblo, ni menos que menos representan al pueblo mismo; sino que, representan a los intereses de los bancos que los han puesto en el poder, con el objeto de mantener el mafioso círculo de auto-prestamos de bancos externos a bancos internos, utilizando al FMI, como intermediario, y al mismo tiempo, como método de "apriete" para que el presidente haga lo que el FMI y otros, le demanden.
El pueblo, el ser humano, es solo un medio, para justificar los fines; siendo los fines, lo único que importa, mientras que las medios, son justamente eso, un mero vehículo para realizar algo que no alcanza a beneficiar a dicho vehículo.