Cuando nos referimos a las frecuencias de vibración del ser humano, desde mi punto de vista, solamente, y sin excepción, tomo la vibración del Sistema Cuántico por excelencia, y que es nuestro Cerebro, sabiendo que nuestros estados de ánimo, como el estar felices, o el estar deprimidos, no son mas que, en esencia, un cúmulo de electrones fluyendo por un medio igual de cuántico que los electrones, y que son las neuronas de nuestro cerebro, ya que ha sido comprobada la superposición de estados y el entrelazamiento, dentro de un mismo cerebro, debido a ello, resumidamente, y quizás con errores de mi parte, y sabiendo que si estamos alegres, dicho estado se corresponde con una cierta disposición de los electrones dentro de nuestro cerebro (un pensamiento o estado de ánimo = nube de partículas con una posible estructura determinista), y por lo tanto, como sabemos que, tal como dijo Tesla, que debemos pensar en términos de energía, vibración y frecuencia, para comprender el universo externo y el interno, aquella nube determinista que se corresponde, a modo de ejemplo, con un estado alegre, será diferente con otra nube determinista que se correspondería con un estado depresivo, como otro ejemplo, y ambas nubes, tendrán una configuración subatómica diferente, en cuanto a que son en esencia, pensamientos diferentes, y al se manifestaciones diferentes en la realidad, como ver una persona triste o alegre, esas dos manifestaciones, tienen sus pares de nubes cuánticas fluyendo por entre las neuronas, y si ambas nubes tendrían la misma vibración, la misma frecuencia, ambos estados de ánimo, serían idénticos, a la vista de un observador externo, mientras que, si ambas nubes son diferentes, constitutivamente hablando, con diferentes valores o grados de vibración y de frecuencia, de las partículas subatómicas que conforman dichas nubes emocionales, otra vez, a la vista de un observador externo, la persona que porta una de esas dos nubes de ejemplo, mostrará un estado emocional u otro, gracias a lo que sucede, en la mas profunda escencia de la energía, y que son las variaciones de vibraciones y las frecuencias.
Este es mi punto de vista respecto de vibrar a cierta frecuencia o a otra, eminentemente, en cuanto a lo que sucede dentro de nuestro cerebro. Todos los demás órganos, también vibran, por eso los escaneres magnéticos, isotópicos, positrónicos, todos ellos, destinados a estudios médicos, pueden detectar diferentes tipos de imágenes, y es debido a lo anterior, que se denomina, a una de ellas, Resonancia Magnética Nuclear, porque dicho equipo, captura, justamente, la manera en que el magnetismo corporal resuena al aplicársele diferencias magnéticas por parte del equipo, y este, entenderlas y mostrarlas como imágenes, pero, como decía, esto es para otra cosa diferente a lo que explico aquí, y es a la vibración de la conciencia e inconsciente mismos, a la hora de los pensamientos y estados de ánimo.
Mi trabajo de campo, que vengo desarrollando hace varios años, es el de detectar esas nubes cuánticas cerebrales, de estados de ánimo, o de pensamientos, cargados de intención dirigida hacia algún objetivo. Por ejemplo, cuando ocurrió lo de las Torres Gemelas, la mayoría de las personas de este planeta, generaron nubes cuánticas cerebrales, configuradas en una cuasi sincronicidad diría yo, porque posiblemente todas esas millones de nubes habrían vibrado a la misma frecuencia, y todas, estaban configuradas de tal manera, de que se consideraran como nubes de estados de ánimo, con intención dirigida, debido a un suceso de alta carga emocional de carácter colectivo. La intención dirigida, de manera inconsciente, se corresponde con todas esas nubes de partículas cerebrales correspondientes al suceso en cuestión, las que hayan podido estar auto configuradas para vibrar en la misma frecuencia (en cuanto a sus partículas subatómicas conformantes de dichas nubes), es decir, como para poner otro ejemplo, como si fueran muchas personas mirando hacia un mismo punto (y en realidad, en esencia, es lo que sucede), y como sabemos, todo sistema observado, cambia de alguna manera, y cuantos mas ojos (o mentes) están observando, existe mas probabilidad de cambio de lo que está siendo observado. Recordemos la propiedad de la coherencia cuántica, en cuanto al experimento de la doble rendija, pues eso sucede en el cerebro, cuando se genera un suceso de alta carga emocional, ya que todos los cerebros “miran” hacia dicho suceso, y como tal, todo sistema cuántico, o antena cuántica (que es lo que yo he desarrollado y probado durante muchos años) que se encuentre en ese lugar, se sentirá observado, debido a las intenciones dirigidas de millones de personas, ayudado por el entrelazamiento cuántico, ya que, esas nubes correspondientes a pensamientos dirigidos e intencionales, no ocurren dentro del espacio intracraneal y nada mas, sino que, como buen sistema cuántico que es nuestro cerebro y sus pensamientos, cada pensamiento o estado de ánimo, que en esencia subatómica son lo mismo, tendrá otro extremo, sin importar las distancias, y si ocurre un evento de alta carga emotiva, ese otro extremo que “andaría suelto” por el entorno, o por lugares que estarían a miles de años luz de distancia de la nube de pensamientos/emociones originaria, cambiaría de lugar, y la intención dirigida, haría que ese otro extremo cuántico, sea depositado en el tiempo y lugar del suceso de alta carga emotiva. Millones de personas, luego de dicho suceso, han dirigido, de manera inconsciente, sus otros extremos del entrelazamiento, hacia el lugar del hecho, y si existiesen allí, en el centro del problema, lo que denominé como antenas cuánticas, estas detectarían el cambio de coherencia en dichas antenas, porque se sentirían observadas, no por ojos, no por fotones, sino que por otras partículas, por los otros extremos de los pensamientos/estados de ánimos dirigidos y cargados de intención, y esa observación mental sobre un sistema cuántico, lograrían alterar el estado coherente, volviéndolo decoherente, es decir, que, dichos pensamientos dirigidos, estarían interfiriendo con los sistemas cuánticos dispuestos en el lugar del hecho, y al interferir, las partículas propias de dichos sistemas cuánticos, como las nombradas antenas, en lugar de circular por donde deben circular, al transformarse de partículas a ondas, estas harían colisión con la estructura del sistema cuántico que lo contiene; es como estirar los brazos y chocar contra las paredes al ingresar por la puerta, es lo mismo, porque actuamos con poca o nada coherencia, y lo mismo las intenciones dirigidas, que hacen que las partículas del sistema cuántico, actúen decoherentemente, y el sistema responda a dicha colisión con sus paredes cuánticas, y allí entra el proyecto de software del que he hablado al comienzo, y que vengo programando y probando hace años, con resultados muy significativos.
Para los que deseen adentrarse mas en este mundo, explicado arriba, adjunto unos links, algunos a mi página web, donde tengo una explicación de este tema y otro link a la página Facebook del Proyecto.
https://www.erminauta.com/2015/01/el-experimento-de-la-doble-rendija-la.html
https://www.facebook.com/TheEgregorMeterProject/
https://www.erminauta.com/2018/06/el-software-egregor-meter-respondiendo.html
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Muchas gracias por comentar.