Vieron a lo que se llega por naturalizar ciertas costumbres, y simbolismos arcáicos, los cuales, no son pasibles de mis respetos, en lo absoluto, porque, aunque, si bien comprendo perfectamente bien, que todavía, el ser humano, no ha dejado de ser un animal, en esencia, a la par, tampoco dejamos de rememorar el pasado, y si vivimos en el pasado, el futuro, seguirá siendo similar al pasado, pasado este que todos los años se rememora, en la arena, en lo referente al Toreo, o en las iglesias, en lo referente a los sacrificios de sangre. El pasado, debe quedar en las mentes y en los libros, pero no así, en "festividades" recurrentes, destinadas a mantener a la psique humana, en un constante carga psiquica, en dirección hacia la naturalización de esto o de aquello, hechos propiamente originados y provenientes desde cuando eramos animales, y no así, Homo Sapiens Sapiens.
Y con relación al Toro, a Tauro, ahora, compartiré lo que tengo en mente, con respecto al simbolismo del toro, de Tauro, junto con la numerología correspondiente, dentro de la Estrella de David y el mismísimo YHVH:
Por lo tanto, y en base a todo lo anterior, busca, querido lector, cada evento trascendental de este mundo, y verás entre sus eventos constitutivos, los números anteriormente detallados en la imagen. Por ejemplo, el incendio del Museo en Brasil, en la fecha 22, un edificio en Londres, donde había inmigrantes, en ota fecha 22, y así sucesivamente, podemos seguir, por ejemplo, las torres gemelas, 2 torres * 11 = 22 (El mismísimo Tauro, porque las Torres Gemelas eran cuernos y en su centro, siempre estaba el sol; ese lugar denominado como el "Golden Gate" o la "Puerta de Oro", y otro evento, el Titanic, que se dividió en 2, justo entre las 2 primeras chimeneas de popa, y las 2 de proa, otros 22 aparecen con esto, y había 2223 personas a bordo, con lo que otros 22 y hasta un 33 escondidos, porque el 23, simbolizan las 11 de la noche, y 22+11=33. Y un largo etcétera de ejemplos, que no viene al caso recordar aquí. Entonces, el ser humano, continúa realizando sacrificios en masa, a Baal, o a Tauro, por ejemplo, y las vidas humanas se pierden uno tras de otro; pero, como se podrán dar cuenta, la pérdida de vidas humanas, a los ojos del Cosmos, no altera en lo absoluto su orden cósmico, por lo tanto, pasan a ser son irrelevantes, meros medios para un fin "mas elevado". Y en relación al Submarino ARA San Juan, respecto del cual he escrito dos artículos en esta misma web, el número 22 se repite por todas partes.
Lee mi artículo resumen de concordancias con el número 22 en el ARA San Juan, aquí.
Pero, si 777 lo dice, debe hacerse, ¿verdad?
Ahora, la pregunta sigue siendo, ¿está bien que continuemos repitiendo, uno detrás de otro, los rituales de sangre, tal como en las corridas de toros, o en los rituales que generalmente, a los ojos de la mayoría, pasan por ataques terroristas, o daños mecánicos, etc.? El objetivo es la adrenalina y la psique colectiva, es decir, adrenalizar la sangre de manera colectiva, con el bombardeo de noticias, tales como con las Torres Gemelas, por ejemplo, o como lo hicieron con el ARA San Juan, como para citar solo dos eventos de este tipo, una ínfima parte del abanico ritualístico desplegado a los ojos de todo el mundo, que todavía se encuentra dormido; ¿quién las alimenta y quien las potencia? Será que para el Dios 777? Como dije antes, acostumbro, siempre, a observar al ser humano, desde una perspectiva antropológica, y desde allí comienzo a elevarme, en relación a mi análisis, y por lo tanto, entiendo muy bien a las personas que han hecho y hacen todos los rituales que algunos conocemos, por simple hecho de darnos cuenta de ello; es cierto, entiendo a las personas destinadas a hacer estos rituales, los comprendo perfectamente, porque al fin y al cabo, seguimos siendo animales, continuamos, de alguna manera, dogmatizados para la adoración de un solo Dios en particular, fundamentados en la sangre de animales y/o, de personas, o bien, con lograr que la sangre de parte de aquellos seres humanos que no participan ni indirecta, ni directamente de estos rituales, esté repleta de adrenalina, y que únicamente, se constituyen como receptores pasivos o partes pasivas de estos rituales, quienes reciben estas noticias de estos rituales velados, a manera de "simples eventos casuales".
En verdad, los entiendo a todos, pero ¿no creemos que ya estamos grandesitos para jugar al ritual, a estas alturas del siglo XXI?
Particularmente, soy un amante de los rituales, son maravillosos; y no me refiero a los rituales de sangre, tales como los de la archiconocida misa de la iglesia católica, (los que a cada momento, recuerdan a sus feligreses que buscan a dios afuera, en lugar de buscar a sus dioses dentro de ellos mismos) misa, que está destinada a recordar la tortura, el canibalismo y el sufrimiento constante que es aplicado sobre un ser humano, sobre Jesucristo; por lo tanto, mas allá del ritual de la misa del catolicismo, particularmente, amo cada ritual masónico por ejemplo, y he leído rituales que ni en mis sueños imaginaba poder leerlos, y ¿por qué amo los rituales? porque también soy un animal humano, pero, al poseer una conciencia más humilde y al mismo tiempo, mas elevada, me indica que no es necesario, que se practique el ritual de la muerte por tortura, de los animales, y menos que menos, el ritual de tortura y muerte de los seres de mi propia especie. Por lo tanto, es momento en el que debemos continuar utilizando los rituales arquetípicos por excelencia, utilizando las herramientas necesarias, para el mejoramiento individual, primero, y colectivo, como consecuencia, del ser humano, pero, los rituales de sangre, ... digamos... ya somos adultos, ya hemos evolucionado lo suficiente como para darnos cuenta de que debemos dejarlos atrás, ¿no? Y es por ello que los entiendo a los que pergeñaron los rituales y a los rituales en si mismos, como los de la ARA San Juan, o como los de las Torres Gemelas, aunque no los comparto en absoluto.
Y a continuación, quería compartir una pequeña muestra del simbolismo y la numerología correspondiente a la Estrella de David, adjuntada arriba, dentro de una película para niños, de Netflix:
El Robot termina salvando al mundo, el Robot, termina siendo más humano que los humanos, el Robot termina siendo 777, el robot termina siendo YHWH. Ahora, ¿qué mensaje recibimos con esto? A mí, en particular, me encanta dejar simbolismos en mis escritos, y lo he hecho con mis novelas, con mis demás libros, con mis producciones musicales, y en todas partes en las que el simbolismo es bueno compartirlo, porque se relaciona con aspectos psicológicos que el ser humano acarrea en su inconsciente colectivo, desde su nacimiento, simbolismo, que son destinados al crecimiento interior del ser humano, mas no así, lo contrario.
Nelson J. Ressio.