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08/08/2018

Lo que las religiones le han ocultado a sus fieles, impidiéndoles ser mejores personas. Las Pirámides de Egipto, el Kundalini y la Magia Sexual. Obtener energía transformadora, destinada a Iluminar, allí, en donde reina la oscuridad.


Desde los inicios de los tiempos, y al momento de comenzar a controlar y a dominar el fuego, para nuestro provecho, veíamos al fuego (PIRA=piros=fuego), como una energía ascendente, que transformaba la materia densa, en energía sutil, elevándose hacia los cielos. Cientos de miles de años, como especie, hemos visto al fuego, nos hemos sentado alrededor del fuego, hemos hecho miles de rituales alrededor del fuego, o bien, hoy en día, hacer un asado, es un ritual mas del fuego, porque los asadores se colocan alrededor de la carne que se está asando, y surge una atracción inconsciente, hacia esa conversión de la materia densa, en materia dispersa, o energía, y a la transformación de la carne por el mismo acto del fuego. Los egipcios han representado el fuego, en sus "PIRA-mides", y sabían muy bien, que si los rituales, alrededor del fuego verdadero, se elevaba hacia el cielo, desde el pináculo de una fogata encendida, lo mismo aplicaron en sus pirámides, y pirámides prolongadas, denominadas obeliscos, la forma fálica de las pirámides. Mientras que la pirámide, es la matriz, la vulva, la parte femenina, el obelisco es el falo, el pene, la parte masculina; y en esa dualidad, masculino femenino, la energía se eleva hacia el cielo (Kundalini), y aquí entramos en terrenos de magia sexual, esa manera de encender el Kundalini, por medio del sexo, sin llegar a la consumación, o al éxtasis, o al volcado del semen, o al derrame del éxtasis de la mujer, porque ambas energías, masculina y femenina, si se la vuelca, es liberada, queda desechada, inútil, y al hacerlo, juega en contra del concepto del Kundalini, concepto que se constituye como el de elevar la conciencia del Hombre, en tanto que su Universal, es decir, varón y mujer, por supuesto.

Por ello, la analogía de las "PIRAmides", que son una máquina de retener y canalizar energía, hacia el pináculo, y mas aún, hacia el cielo, ya sea a través de las vibraciones causadas por medio del flujo del agua, utilizando válvulas, que se cierran y abren, con la subida y bajada de la marea del agua, y con ese vaivén, con ese movimiento, similar a la magia sexual, se produce energía, que es retenida, y aprovechada, y no así, liberada y desperdiciada.

Pero podemos ir mas lejos con las analogías, por ejemplo, el cristianismo, para resumir, en mayor o menor medida, es un sincretismo de la religión egipcia, y por ende, ha heredado sus bases fundamentales esotéricas, por mas que hoy en día, estén tergiversadas hacia un marcado exoterismo. Y si comenzamos a recordar las formas finales, externas de las iglesias, de casi todos los estilos arquitectónicos, podremos ver una forma "PIRA-midal", es decir, otra manera de canalizar cierta energía, hacia un determinado pináculo. En el caso del catolicismo, esa energía, es la de la oración, energía que intentan hacer fluir hacia el pináculo, hacia la cima, y luego, tal como una fogata, hacia el cielo, hacia Dios; pero, tal como la energía liberada por el fuego de una fogata, es desperdiciada (al menos que se la canalice para otros fines, como el dar calor), también, la energía de la oración, de los feligreses del catolicismo, es liberada, y no es retenida, porque esa liberación de la energía de la oración hacia un dios externo, es el exoterismo, es la eyaculación del hombre y de la mujer, en el acto sexual, es energía liberada, desperdiciada, e inútil, y por lo tanto, ya sabemos lo que sucede con el catolicismo actual, sus fieles atrapados en un proceso de Imitatio Christi, que les impide verse a si mismos, para intentar buscar a sus dioses, es decir, obtener sus respuestas a sus plegarias, en su propio templo interior, en lugar de dirigir dichas plegarias, hacia lo alto del templo material, plegarias que se disiparán, y nunca retornarán, a modo de respuesta alguna, ya que todas las respuestas, las hallaremos dentro nuestro, y ninguna otra especie diferente al ser humano (refiriéndome al concepto del dios del catolicismo) nos dará respuesta alguna, ni atenderá nuestras suplicas.

Los egipcios, en cambio, hicieron la gran proeza de aprovechar la energía de la Madre Tierra (lo femenino, la base cuadrada de la pirámide) y transformarla, a través del falo (lo masculino), en energía reutilizable, para el propósito que sea; tal como el concepto filosófico del Kundalini, que es el de retener la energía sexual ascendente, y con ello, la energía, queda en el Hombre (varón y mujer)  y se transforma en una elevación de la conciencia. Es el mismo concepto de INRI, que significa, "IGNE NATVRA RENOVATVR INTEGRA", y que significa (no como comúnmente se sabe, "Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos"), sino que, en el sentido esotérico, significa, "La Naturaleza será renovada íntegramente, por el fuego (PIRA-piros-fuego)". Jesucristo, lo que hizo, fue magia sexual (algunos la denominan como Dianismo en estos tiempos), magia que no está destinada a eliminar el acto sexual en el Hombre, todo lo contrario, es decir, a enaltecer el acto sexual, incluso, el hacer que lleguemos hasta un momento antes del éxtasis, y en ese mismo instante, sepamos encausar la energía del "vaivén", de la marea de nuestro río Nilo interior, en pura conciencia ascendente, conciencia que elevará el amor verdadero, y aplastará la pasión disfrazada de amor, y nos encenderá las luces de nuestras percepciones, ya sean provenientes desde el mundo sensible, o bien, desde el mundo intelectivo e intuitivo. Si dejamos que la energía del acto sexual, sea desechada, perdida, eyaculada, derramada, etcétera, nos estaremos acercando hacia el oscuro mundo de los egos, al mundo animal, y al mismo tiempo, nos estaremos alejando del mundo de los dioses, del mundo de la Luz, del maravilloso, pero a la vez doloroso mundo, en el cual, nuestra conciencia se expande mas y mas. El catolicismo y otras religiones dogmáticas, sin olvidarme de las pseudo religiones, necesitan que la energía del Hombre, se disipe, se pierda en la nada, y por lo tanto, ninguno de sus fieles, tendrá la posibilidad de elevar su conciencia por si mismo, y por lo tanto, serán fieles eternos, aprisionados dentro de una cárcel con barrotes construidos con sombras.

Las PIRA-MIDES, es la medida del fuego que asciende por el Falo, que la Pirámide femenina contiene en su uterino interior, pero ese fuego, libera energía, y esa energía, no es perdida, sino que es aprovechada, ya sea, para dar Luz y agua corriente a las casas del Egipto antiguo, o para dar Luz y corriente de energía, a nuestro Templo Interior, a nuestra conciencia. Nada se debe perder, por lo que todo se debe transformar.

Por lo tanto, desde mi punto de vista, las pirámides, además de un gran complejo hidroeléctrico y dinámico, representa al Hombre (varón y mujer), que debe contener, para vibrar en armonía, en esa magia sexual, intercambiar esas vibraciones, conformar lo que Carl G. Jung denominaba como el Deimon Sagrado, un tercer ente egregórico, conformado por la energía sexual retenida antes del momento del orgasmo, y ese Deimon Sagrado, será la fuerza interior, esotérica, que enaltezca nuestra conciencia, ese Deimon Sagrado, es el verdadero Dios externo, pero egregórico, conformado sobre la pareja unificada, y que, luego de finalizado el ritual sexual, aquel Deimon, retorna a la pareja, a modo de constituirse como un paso más hacia arriba, por los peldaños de la escalera de Jacob, un paso más hacia arriba, en el ondulatorio serpenteo sobre la Vara de Hermes, un paso mas hacia arriba, en igualar, mente y espíritu, intelecto y conciencia, ambas cosas, totalmente diferentes, porque se puede tener intelecto, sin haber alcanzado el despertar de la conciencia, y también, se puede haber alcanzado el despertar de la conciencia, sin poseer demasiado , o nada, de intelecto.

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