Debido a que he experimentado varias supresiones de mi palabra en diferentes grupos Web de Albañilería Especulativa (Solo de Argentina), es que he tomado las debidas Herramientas para Burilar mi parecer, mi punto de vista, mi Palabra, respecto de qué es, y que no es, hacer Albañilería Especulativa, teniendo en cuenta, muy en cuenta, quien soy yo, y muy en cuenta, quienes son los que yo denomino como: "Supresores Seriales de Palabras", ateniéndose a "no se que dogma", el que está infiltrando, y mucho, a nuestra Gran Orden de Albañiles. Algunos infiltrados llevan ese estigma, sin querer serlo, porque, debido a su accionar diario, se comportan igual que los verdaderos infiltrados, en pos de destruir una Orden filosófica y de Moral, y luego tenemos los verdaderos infiltrados, desde todos los ámbitos oscurantistas. Y, pensándolo bien, me hago la siguiente pregunta, ¿cuáles de los dos grupos de infiltrados son más peligrosos?
Y como lo he expresado varias veces, no voy a burilar mis escritos, de acuerdo a que, únicamente contengan referencias a características de tal o cual Herramienta, no señor, yo utilizo a dichas Herramientas, las que sean necesarias, y de manera implícita, para resaltar y comunicar errores en los ámbitos en los cuales participo, comportamiento que no es del agrado de los grupos de poder oscurantista. No soy un "Felicitador y aplaudidor serial", soy un "Mejorador Serial", primero, de mi mismo, y luego hacia donde mi humano -y Perfectibilista- alcance, pueda llegar. El tema es que, a veces, los "Mejoradores Seriales, no somos del agrado, ni de los primeros, ni de los que son receptores de los aplausos y felicitaciones. Con esto no generalizo a todos los que aplauden y felicitan, sino que, hago estricta referencia a aquellos aplaudidores que están en completo conocimiento de ciertos problemas, y sabiéndolo, no mueven un solo pelo para solucionarlos.
Primeramente, analicemos un poco, -basándonos en la historia fundamental de nuestra Orden-, si en la Albañilería Operativa, -la de aquellas corporaciones de albañiles medievales-, hacían Albañilería, es decir, si utilizaban las Herramientas para construir, siempre basados en una Idea preliminar, Generadora de toda construcción subsiguiente. A toda Idea, a todo diseño, a todo trazado arquitectónico, -sea lo que sea que se intente crear-, le prosigue una disposición, temporal, espacial y mental, para llevarlo a cabo, y un inmediato proceder para transformar en realidad las tres bases para que algo exista, –ya sea en el Macrocosmos como en el microcosmos-, y dichas bases son: la Idea Primigenia, el Diseño y la posterior Creación. Es decir, a toda Causa, siempre le sucede un efecto, e incluso a la Causa misma, Originaria de nuestro Universo de efectos, de seguro le precedió una Causa mayor. Entonces, ¿que es lo que quiero decir con esto?, que a toda Idea, siempre le precede una idea anterior, por más original y productiva que ésta sea, pero a la vez le suceden un universo de creaciones –entendiendo a la creación, como procesos demiúrgicos, creativos/destructivos-.
Por consiguiente, cuando me refiero a la creación, me refiero a todo acto –inteligente o no- de aplicar aquellas tres bases antedichas, ya sea en el plano Universal, como también, en el plano humano. Pero, se hace necesario algo muy importante para que aquellas ideas se materialicen, tengan su razón de Ser, y que son las Herramientas, es decir, cualquier ente –material o arquetípico- por el cual nos basamos para que una idea se haga realidad, para completar aquellas tres bases fundamentales que se necesitan de modo de que algo tenga las características de: “creado”, ya que, recordemos algo, nada es increado. Sin las Herramientas necesarias, las ideas, solo quedan en el plano de las Causas, sin ser materializadas en efectos. Pues, aquellos Constructores Medievales, aquellos Albañiles, representaban sus ideas, sus creaciones, sus construcciones, basados en la Idea Originaria, en el Trazado o Plano, por el cual, y posteriormente, por medio de la utilización de las Herramientas, la idea pasaba de un estado virtual, a un estado real.
Cada uno de aquellos albañiles se valían de las Herramientas que le correspondían, y de acuerdo a su avance –o retroceso- dentro del camino constructivo, por lo que, si ellos recibían Herramientas más elevadas, para su completo entendimiento, aquellas podrían ser mal utilizadas, con el consiguiente desperdicio de tiempo, tiempo que es la única pérdida que me imagino para un Albañil, es como para un albañil operativo de hoy en día, que utiliza una mezcladora industrial, únicamente para obtener mezcla, para corregir mínimas imperfecciones en una pequeña pared, en lugar de preparar, dicha mezcla, en un pequeño balde con el uso de la cuchara; otra herramienta imprescindible, no solo de unión, de transformación de elementos inútiles y separados, en uno homogéneo y útil, sino que también, de corrección de imperfecciones.
Es decir, las Herramientas, sin confundir su uso, sólo pueden ser, sobre o infrautilizadas, y en el peor de los casos, no utilizadas, debido a no comprenderlas todavía, a no llegar a generar esa necesaria imagen arquetípica en la mente, a que su Real y subjetiva utilidad, no sea revelada en nuestra psique más profunda. Pero también está la posibilidad de mal utilizar una Herramienta, con lo que, sin causar confusión y ruido mental, no se generará creación alguna, pero sí podrá haber destrucción. Con Herramientas mal utilizadas, nos transformamos en Demiurgos, es decir, podremos construir, tanto como también destruir, pero recuerden, solo dañaremos de verdad, si accedemos -con aquellas Herramientas-, solo a lo profundo, y no a lo superficial, tanto en la mente, como en el cuerpo.
Entonces, y de acuerdo a lo expresado antes, estimo que quedó claro, el qué es hacer albañilería operativa… al menos para mi entendimiento.
Ahora sí, analicemos, respecto de lo anteriormente expresado, que parte de la Albañilería Especulativa, -esa Albañilería en la que hoy en día estamos trabajando todos los Hermanos Constructores-, actos aquellos, que se corresponden con hacer Albañilería, tanto como los actos que se relacionarían con eventos meramente profanos. Como sabemos, a la albañilería operativa, le sucedió la actual Albañilería Especulativa, pero, más allá de estas definiciones, ambas Albañilerías son Creativas, ambas han aplicado las Herramientas para materializar una idea determinada, en un producto resultante, gracias a lo indicado en un plano previo. Idea, planificación y creación. Como ven queridos Albañiles, la Albañilería es un motor de Construcción de Ideas, una Escuela de Ideas, un Gran Causal de Ideas, basadas éstas en los principios virtuosos de la Perfección Originaria en el Arte Real. Pero, las ideas no se matan, sino que se transforman; no se minimizan, sino que se potencian; no se circunscriben a la subjetividad de otros, sino que se entremezclan con las ideas de otros… en definitiva, las ideas deben correr libres por todos los canales habidos y por haber, siempre y cuando, lo hagan respetando todos los principios virtuosos que provienen desde el propio Génesis, y que arraiga en sus senos científicos, desde sus comienzos.
La Albañilería misma es el resultado de una Idea con mayúsculas. Entonces, como me considero un defensor acérrimo de lo antedicho –con todas mis falencias por supuesto-, y desde mucho antes de ingresar a esta maravillosa Escuela de Ideas, me siento en la obligación de solicitar a algún otro Albañil, con mas experiencia en la Albañilería que yo, que me pueda ayudar a comprender, el ¿porqué, dentro de grupos Web argentinos (pero también en la vida real) que se corresponden a nuestra Gran Orden de Albañiles, las Ideas son frenadas, o se intentan minimizar, o en algunos casos, a desechar, porque conllevan cierto contenido semántico –y no psicológico- que pueda afectar a otros? Si para expresar nuestras ideas, nos basamos en que podemos afectar a otros sin expresar palabras que ofendan, que hieran, que transgredan los límites de la conciencia de otros, y sin que accedan a su propia inconsciencia, -lugar éste en donde los dogmas, las bajas pasiones, los fanatismos y los vicios tienen su cede-, entonces, si nos basamos en lo anteriormente expresado, las ideas formuladas –para intentar no dañar susceptibilidades, sabiendo que no se incluyen frases ofensivas- carecerían de todo contenido, serían inertes, contendrían frases vacías y la idea a expresar sería totalmente invalidada por su propio peso semántico. Pero esto no es todo, cuando nosotros, los Albañiles, expresamos nuestras ideas, -si bien he notado que algunos con más experiencia que yo, aparentemente no llegan a darse cuenta-, a dichas Ideas las estamos expresando aplicando las Herramientas que sabemos utilizar de acuerdo a nuestro avance en el Camino Iniciático, en el camino de ser Causas, y no meros efectos caminando todos en la misma dirección, limitados por el “que dirán”.
Así como nuestros Hermanos Operativos, también nosotros, los Especulativos, utilizamos las debidas Herramientas para expresarnos en el mundo de las Ideas para que estas tengan un efecto positivo en el mundo de las apariencias, pero tampoco dichas Herramientas nos deben limitar en la consecución de nuestra Creación.
Las Ideas, por si mismas, no deben poseer límites, porque sino, no seríamos Librepensadores, pero tampoco las Herramientas, en si mismas, nos deben limitar a su estricto uso, porque de lo contrario, serían Herramientas correspondientes a una doctrina carcelaria, a un dogma, inamovibles en cuanto a sus incumbencias, debido a ese aborrecible “que dirán”. Toda herramienta lleva consigo, potencialidades de uso, es decir, más allá de lo evidente, se encuentran dentro de ellas, realidades que algunos perciben y que otros no, -y esto nada tiene que ver con discriminación del otro, sino que, con las subjetividades de cada cual-, y dichas realidades veladas, cuando uno las utiliza par expresar una idea, y el que lee la Idea, justamente no las utiliza, es justo allí en donde reside el intento de frenarlas, de coartarlas… de "moderarlas", como para ser yo, un poco más "suave" en dicha adjetivación. Las Ideas no se suprimen por el simple –e inofensivo- hecho de que, el que las lea no alcance a comprender del todo, la manera en que el escritor o elocutor, utilizó las Herramientas para expresar dicha Idea, debido a que, el desconocimiento –o conocimiento diferente- de las Herramientas, -por no decir, el problema-, se encuentra en el que lee o escucha la Idea, y no en el que las emite, ya que éste utiliza las Herramientas de una manera subjetiva, por lo que para uno es totalmente claro, para el otro todavía no lo es, o bien, solo es una correspondencia entre percepciones diferentes de una misma realidad arquetípica.
De cualquier manera, y teniendo siempre presente, -y desde mucho antes de ingresar a nuestra Querida Orden de Albañiles, de que en Templo no se tratan temas políticos, religiosos, u otros que accedan al inconsciente dogmático, más allá de temas basados en una perspectiva científico -Albañilería Especulativa-, seguiré sosteniendo que las Ideas no son pasibles de esconder dependiendo de su semántica, sino que las debemos transformar entre todos.
Las Ideas se corresponden con el resultado de la aplicación de las Herramientas, aunque algunos no perciban tal hecho innegable, pero muy debatible, por supuesto. Y más aún, cuando alguien se atreve a expresar sus Ideas, basadas en la utilización de las Herramientas de la Corporación de Albañiles, de una manera pública, automáticamente pasa a ser una persona que, -lejos de la haraganería y de la flojera de espíritu-, representa las virtudes más vitales que puede tener una persona y Nuestra Orden, y, ¿por qué digo vitales?, porque el que expresa públicamente lo que piensa, el que expresa públicamente sus creaciones, cualesquiera sean éstas, –sin querer herir inconscientes-, está muy lejos de ser un débil, un indiferente, un intolerante, un irrespetuoso… La Albañilería Especulativa dice: ¡Aquí no hay lugar para los débiles! Pues Albañiles Queridos, que mas débil que el que, en lugar de enfrentar las Ideas con inteligencia, las desecha con inconsecuencia… y esto último, ya es terreno de lo meramente profano.
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