Mis escritos, en donde sea que los publique, se encuentran destinados a mover conciencias, a penetrarlas sin llegar a dañarlas, y a cambiarlas de una manera positiva, por medio de mis pensamientos, basados estos, en la intuición y en la deducción, mas allá de que, mis propios pensamientos escritos, puedan llegar a convertirse en los verdugos de mi mismo, en lo que respecta a la percepción, que las personas receptoras, se podrían formar de mi. Me considero un humilde altruista intelectual, ya que si, con mis palabras, logro mejorar a 10 personas, y unas pocas de ellas, comienzan a odiarme, mi obra será un éxito. No se cambia el mundo, sin antes cambiar las conciencias que lo conforman, inmediatamente después de la propia. No se mejora nuestra sociedad, sino se trae a la superficie de la psique colectiva, la capacidad, -que todos tenemos-, de mover otras conciencias mas, y que tal trabajo, se convierta en un efecto dominó.
Las conciencias de hoy en día, en una gran porción, se encuentran en un estado de aletargamiento, esperando a que uno mismo, o alguien mas, o bien, ambos, logren penetrar la gruesa barrera del conformismo y del convencionalismo, que impiden acceder al verdadero Yo. Pero, para atravesar dichos obstáculos, no nos debemos valer de pensamientos y de palabras que provengan desde aquellos mismos escollos, ya que el despertar del Yo, nunca se llevará a cabo, sino que, el despertar de nuestra conciencia; ya sea, por la Obra Magna de nosotros hacia nosotros, o por la Obra Magna de nosotros hacia los demás; será un hecho a todas luces, cuando las palabras o pensamientos, vertidos hacia uno mismo, o hacia terceros, no provengan desde aquellas gruesas barreras, que impiden ir mas allá con la razón, sino que, provengan desde una semántica penetrante, con mucha carga psicológica, y desprovista de carga negativa, en tanto que a daño moral me refiero; ya que, solo de esa manera, -y no así con palabras "políticamente correctas"-, lograremos cambiar el mundo... lograremos mejorar a la sociedad.
No existe alegría y bienestar, durante el intento de hacer despertar a los demás... solo sufrimiento proveniente desde la resistencia de la banalidad... sufrimiento que, a pesar de todo, nos recompensa con conocimiento, con el saber, de que hemos llevado a cabo, la Gran Obra, tanto con nosotros mismos, como con los demás.
La alegría y el bienestar, son estados que pretende el Ego... en cambio, el llevar a cabo los mandatos de la Gran Obra, son estados de la Conciencia... y es ese trabajo, justamente, el que nos llevará por el camino de la verdadera felicidad.