¿Quién soy? Y a la respuesta a dicha pregunta la ubicaría yo, dentro de un difícil proceso de manifestación, de nuestro más preciado tesoro, y que es nuestra más profunda realidad intravertida, y dicho impulso de exponer lo existencial dentro de mi Alma, me ha llevado a la necesidad de revelar quién soy, a través de este artículo, el que he escrito con un cierto nivel metafórico, ya que, es necesario, a veces, incluir la metáfora cuando hablamos de nosotros mismos, cuando analizamos y expresamos quienes somos, ya que la metáfora, ayuda a que cada uno de ustedes; los receptores de esta externalización de mi actual Piedra Filosofal, todavía inconclusa, todavía imperfecta, todavía con un cierto desnivel con respecto al centro de la Tierra, todavía con ciertas salientes y hondonadas, pero innegablemente perfectible; puedan interiorizar en dirección hacia sus propias Piedras filosofales, de la manera en que la psique de cada uno, de ese dominio personalísimo, indivisible, pero individuable, lo pueda intravertir, es decir, que leerán mis palabras, respecto de quien soy, de manera metafórica, y el entendimiento de quién soy, será creado por sus propias mentes, mas no así, por mis propias palabras explícitas, ya que la semántica, el significado de las frases, si bien las emite una determinada persona, -en este caso yo-, el entendimiento de las mismas se corresponderá con la psique de cada uno de los receptores, en respuesta al entendimiento que cada uno le imprima a dichas metáforas, las que hablarán sobre mi, en unos párrafos más adelante, descontando que, de todos modos, todas las palabras antedichas, como también las que prosiguen, -de una manera u otra-, ya se encuentran expresando quien soy, aunque todavía no haya expresado yo metáfora alguna. Este escrito, es una especie de Tabla Esmeralda, sobre la cual me propongo a tallar ciertos elementos semánticos, cual receta de un humilde alquimista, los cuales, al unirlos a todos dentro de una vasija filosofal, y al entenderlos como un todo, se constituirá como la preparación final de ese Opus Magnum, de esa Obra Magna que nos lleva indefectiblemente al conocimiento de nosotros mismos.
Por lo tanto, me es de suma importancia aclarar antes, que no es mi intención romper el Egregor que se forme a su alrededor mientras lee estas palabras, no es mi intención alterar el orden mental de cada uno de ustedes, los lectores, no es mi intención perturbar el silencio en vosotros debido a la posible inquietud que les podrían generar mis palabras metafóricas siguientes, sino que, todo lo contrario, ya que es mi deseo, amplio y profundo, de que todos se puedan concentrar en la manera en que vuestras mentes les propongan el molde subjetivo respecto de lo que van a leer a continuación, ya que, al yo expresar quien soy, al mismo momento, sus mentes, sus percepciones subjetivas, también expresarán quienes son ustedes mismos, por una simple contra-analogía de mis pensamientos y los vuestros.
En consecuencia, la pregunta de ¿quién soy? se encuentra ligada a una relación biunívoca con ¿quién fui? y con ¿quién quiero ser?, ya que, no debemos olvidar, que lo que queremos ser, es una proyección mental a futuro, cuantitativa, pero también cualitativa, del nivel de fuerza e inteligencia que podremos ser capaces de utilizar sobre aquella Piedra Filosofal que cada uno de nosotros portamos en nuestra psique. Pero también, la pregunta ¿quién fui? nos agrega una gran carga de responsabilidades presentes y futuras, porque la pregunta de ¿quién fui? nos invita a que constantemente realicemos lo que Gurdjieff alguna vez denominó como "auto observancia", ya que dicho ejercicio, que debería ser habitual en cada uno de nosotros, ya sea, el retroceder hacia lo que fuimos durante las 24 horas pasadas, o el retroceder hacia lo que fuimos muchos años atrás, porque una muy buena manera, creo yo, de entender quienes somos, y proyectarnos hacia el futuro, para saber, quienes seremos, innegablemente se fundamentará sobre las columnas que soportan nuestro accionar pasado, y mientras mas fuertes sean dichas columnas, mas virtuosa será la respuesta a la pregunta de ¿quiénes somos?
Entonces, ¿quién soy?
Mi pasado, es un pasado que roza con la inconvencionalidad, con lo atípico, con la duda constante, con una sana y virtuosa rebeldía, con el entendimiento heredado de que la moral y la ética se constituyen -por lejos- como las virtudes magnas del ser humano, con la potestad auto-atribuida de construir una cosmovisión a mi manera, en el grado y forma en que mi propia conciencia me lo aprobara, mas no así, cuando me lo intentara aprobar una oscura conciencia colectiva, también es un pasado en el que aprendí a poner la duda ante todo y en todo momento, en relación al mundo que el Sistema imperante me ha propuesto, o querido imponer, desde que tengo memoria. Mi pasado me habla de librepensamiento, sin dogmas religiosos, -aunque con mucha espiritualidad-, sin dogmas políticos, -aunque con participación civil-, sin dogmas científicos, -aunque con un interés permanente en la ciencia-, sin cárceles para mi mente, -aunque haya estado rodeado de personas totalmente encarceladas-, pero todo esto tiene un costo para el que lo lleva adelante, y que es la esperada desaprobación de los que han aceptado al sistema sin dudar de él, de los que rápidamente han formado parte de la mente colectiva, de esa inconsciencia colectiva, que hace que muchos caminen -con sus mentes- en la misma dirección y sentido, y ese costo, lo he pagado, lo pago actualmente y lo seguiré pagando, pero ese costo, es directamente proporcional a la libertad de ser yo mismo, de haberme construido con la aprobación de mi propia conciencia, mas no así, con la aprobación de la inconsciencia colectiva, aquel costo, tampoco se compara con la libertad de pensamiento, con la libertad de emitir juicios críticos, sin importar qué Status Quo se moverá en el intento, y es en este sentido, cuando el altruismo comienza a ser cada vez mas fuerte dentro de mí. Mi pasado -y presente- está repleto de vivencias autónomas, mas no así, de vivencias automáticas. Fui, soy y seré el dueño de mi mismo. Pero, tengo un secreto, y que solo sus mentes subjetivas podrán develar, porque, como mencioné anteriormente, hablaré con metáforas, sobre quien soy, para que ustedes las desvelen en base a vuestros propios puntos de vista, ya que considero que cada individuo, se constituye como un reflejo de la Mente Universal, proyectado sobre la mente de los demás.
¿Quién soy? Pues, debo antes reiterar, que no deseo alterar el Orden imperante en vuestros pensamientos, ni deseo que el Egregor allí formado se disipe entre incómodas reacciones de vuestras mentes y cuerpos, por lo que, es mi deber solicitarles a todos, que sigan con sus mentes abiertas, como humildemente yo he abierto la mía para escribir estas líneas.
Lo que expreso a continuación, habla de quien soy en realidad, si bien lo que ya he mencionado, también ha sentenciado mucho respecto de quien soy.
Desde siempre he querido retornar al lugar Celeste de donde provengo, porque de niño lo he visto, y además porque no lo recuerdo muy bien, y también, debido a una sana curiosidad de mi parte, pero mi estancia temporal, aquí en el planeta Tierra, no hace mas que recolectar incontables e invaluables vivencias que cada día, al despertar, esta civilización coloca ante mis sentidos, llenándome de responsabilidades, las que intento cumplir en su totalidad; sin ventilaciones hipócritas de mi parte, la mayoría de las veces sin que nadie perciba que existo, sin que nadie me pueda recordar, aunque muchos sean los alcanzados; hasta que llegue el momento de retornar a aquel lugar de donde provengo... porque... lo he visto. Y esto último es muy importante, el saber de donde provenimos cada uno de nosotros, porque nos propondrá varios caminos hacia adelante, por los cuales transitaremos hacia el entendimiento de quienes somos, y al comprender hacia donde nos dirigimos. Y estimo yo, que en estos momentos, es posible que vuestras subjetividades estén alertadas, y así debe ser, porque el expresar quienes somos, el expresar de mi parte, ¿quién soy?, en realidad no basta con emitir palabras explícitas sobre mi personalidad, sino que, las metáforas se constituyen como una gran invitación hacia el mundo de los arquetipos, que cada uno de ustedes construirá al escuchar, o leer, todas estas palabras, y en las que cada mayúscula se encuentra destinada a elevar su significancia.
Lo que recuerdo si, desde pequeño, aunque parezca una coincidencia, o increíble, o bien un sueño, es que 7 luces, cual 7 palomas blancas, al lado de una trinidad de Luceros mas grandes, semejantes a una figura Taurina, me mostraban siempre el camino en dirección hacia el lugar en donde se encuentra mi origen, mi génesis, pero mi pasar por esta vida, acompañando a esta humanidad, me obliga y me responsabiliza, ineludiblemente, en aras de circundar constantemente, en circunvalar permanentemente, en deambular de por vida, Fundamentado siempre en 3 aspectos que rigen mi existencia, en 3 incipientes -pero poderosos- Luceros; que al igual que un Cinturón de un Cazador, fuertemente afirmado sobre sus dos columnas, es decir, sobre sus dos piernas, sobre la materia inerte y sobre la materia viva, aferrado al Anima Mundis, a esa Virgo Mater, a esa Naturaleza material, y que a todos nos Une como Principio Fundamental y que también nos constituye como verdaderos Filius Macrocosmi, nada mas y nada menos, que como el propio Cristo (u otros tantos pastores de la humanidad de otras filosofías mistéricas); esos 3 Luceros, tal como 3 pirámides de fuego, me iluminan desde siempre, desde que tengo memoria, y debido a ello, ha impulsado mi vocación, en dirección a transitar hacia esto que estoy haciendo aquí, en esta Tierra, y en este Templo, y hacia mucho mas que está por venir. He aprendido, -aunque me falta mucho todavía, gracias a nuestra propia e innata perfectibilidad-, a entender a la dualidad, a entender a aquellas piernas que sostienen a aquel Cazador, y que desde la oscuridad, desde la Fortaleza de mi espíritu, por mas que una columna de humo muy oscuro, intente ofuscar mis pensamientos, sé que la respuesta a ¿quien soy? en todo momento intentará dirigirme hacia un brillante Fundamento de Luz, ya que, mi Perseverancia se Encuentra en el Bien que yo haga a la humanidad, siempre desde el anonimato al que hacía referencia anteriormente, ya que mi filantropía, humilde por cierto, pero cada día en aumento, pasa por el principio de lo que hacemos por los demás, sin que los demás siquiera se percaten de mi presencia, de que alguien intenta trascender, y ser inmortal, -no a través de mi nombre, no a través de mi cara-; porque ello proviene desde la imperfección del ego, desde la imperfección de la piedra bruta; sino que, a través de mis propios actos, porque ello proviene desde la razón y la moral, todo lo cual es perfecto.
Las 7 estrellas dentro de una Trinidad de inmensos y Celestes Luceros, es mi destino como Alquimista de mi Piedra Filosofal, mientras aquí en la Tierra circunvalo alrededor de 3 incipientes y poderosas Fulguras, mientras deambulo alrededor de 3 Pirámides Ígneas, teniendo siempre presente que la dualidad se encuentra aferrada a aquella Anima Mundis, a aquella Virgen Madre, a aquella Naturaleza Material, que fluctúa entre mi oscuridad y mi Luz, entre el despliegue de mi Fortaleza y el Establecimiento de mi Inteligencia, en pos de que, cada vez que mis pasos se pierdan, -ya sea como reacción humana a mis propias adversidades, o bien, por la acción de un determinado Status Qúo-, logre yo retornar a la senda de la vocación, a la senda Crística, que en definitiva, significa dirigirme hacia la perfección, para luego, y al mismo tiempo, constituirme solo como la chispa inicial que logre encender la Antorcha del auto-perfeccionamiento de los que me rodean; fin logrado luego, por sus propios medios. Mi perfectibilidad me obliga a recorrer los lugares antedichos, una y otra vez, hasta que mi destino final, -aquellas 7 estrellas-, me encuentre ubicado en el lugar desde donde provengo, ya que, no soy solo de este mundo dividido... no soy solo de esta Tierra que clama silenciosamente por la Unificación... y también esto último habla mucho de mi. Si vuestros arquetipos recién generados en sus mentes, son lo suficientemente poderosos como para describirme... cosa que estoy mas que seguro de que así lo será... dichos arquetipos les mostrarán que solo soy una creación de la Mente Universal, -del Macrocosmos-, reflejada en la mente de los demás, -el microcosmos-... y hacia esa Mente Universal retornaré, ineludiblemente.
Nelson J. Ressio
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