Es momento de repensar la economía mundial, de ir eliminando variables, que hacen de esta economía mundial, específicamente al sistema financiero mundial, tan inestable, tan dependiente, tan indeterminado, tan fluctuante, tan reaccionario, tan "sentimental", tan frágil, tan inhumano.
El sistema financiero global debe repensarse y reformarse de manera decidida y urgente, porque esta estructura de incontables centros bursátiles alrededor del mundo; las cuales, y entre otras incumbencias, reflejan los valores de las acciones que representan al valor -en porciones iguales- de una determinada empresa que allí cotiza; desde mi punto de vista, no resiste mas vaivenes de este tipo, porque al fin y al cabo, los perjudicados finales somos los seres humanos que estamos a merced de los designios volátiles de cada bolsa de comercio de cada país, y cuanto mas importante y grande es ese país, mas grande e importante será el efecto dominó hacia todas las bolsas de comercio del planeta. En este punto, estimo yo, que ya se evidencia una gran necesidad de unificación de todas las bolsas de comercio, en una única bolsa mundial. Ya tenemos el Banco Mundial, tenemos el ejercito mundial (la OTAN), ya tenemos a la defensa de los Derechos Humanos a través de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ya tenemos un sistema jurídico mundial (La Corte de la Haya), ya tenemos un sistema que regula la salud mundial (Organización Mundial de la Salud), ya tenemos bloques de países (como la Unión Europea y demás bloques sucesores), ya tenemos sistemas tecnológicos que todo lo controlan, que todo lo registran, que todo lo analizan y almacenan, por lo que... ¿todavía no hemos podido unificar el sistema de bolsas de comercio, distribuidas en varios países, en UNA SOLA BOLSA DE COMERCIO MUNDIAL?
Entonces, desde mi perspectiva especulativa, y muy falible por supuesto, es claro que este segundo indicio, este segundo síntoma de crisis financiera mundial, -luego de la crisis de Lehman Brothers y la crisis (orquestada) de las hipotecas del año 2008-, pide a gritos, que se unifique el mercado bursátil en un solo mercado mundial, en una sola entidad bursátil que refleje los valores de las acciones que cada empresa del planeta allí cotice.
Con esta nueva unificación, dentro de esta gran nación que es el PLANETA TIERRA, no habrá efecto dominó por la caída de una bolsa en un determinado país, porque arrastra con ello, muchas economías de otros países que dependen de la economía de ese país, como por ejemplo, en Argentina, en donde las inversiones Chinas son multimillonarias, si el mercado bursátil de China cae, si los valores de mercado de sus empresas caen, Argentina irá detrás de ella indefectiblemente. Y por ende, el mismo ejemplo es aplicable para todos los países dependientes de economías mucho mayores y que tienen inversiones en aquellos. Argentina, cuanto mas se parezca a China, -en relación a la cantidad de empresas chinas que operan en el país-, si los valores de mercado de las empresas chinas caen, el efecto de la caída repercutirá en la economía Argentina y en el bolsillo colectivo, por el hecho de que, parte de China, una muestra estadística, está en Argentina, parte de las empresas chinas, funcionan en Argentina, y cuando estas pierden su valor de mercado en su país de origen, también lo hacen aquí. Y coloco a Argentina, para dar un ejemplo, nada mas, pero esto mismo se repite por todo el planeta, y seguirá sucediendo lo mismo, si la unificación no es llevada a cabo a conciencia y pronto.
Urge entonces, la unificación global de los mercados bursátiles, en un solo mercado mundial, que soporte los valores de mercado de todas las empresas mundiales, en acciones únicas. Y si una gran corporación -o un conjunto de ellas- pierde su valor accionario unitario, no habrá efecto dominó que soportar, y la consiguientes caídas -muy dañinas- de las demás bolsas de los demás países.
Los valores de las acciones de las empresas continuarán variando, dependiendo de la relación entre oferta y demanda, pero esa variación, esa variabilidad, esa inestabilidad bursátil, no generará un efecto dominó, no contagiará a otros mercados -por el hecho de no existir mas que uno solo- y por consiguiente, es de suponer, -razonamiento abductivo mediante-, que al haber menos variables en juego, la probabilidad de que ocurran variaciones económicas mundiales, se reducirá considerablemente a un mínimo incapaz de causar daños como los actuales efectos dominó.
Esta unificación mundial de las Bolsas de Comercio de todo el mundo, en una sola Bolsa, sumada a la creación de una sola moneda mundial, el caudal de problemas futuros eliminados, -de todo tipo y tenor-, será de un beneficio sin precedentes para la raza humana.
Nelson J. Ressio