La unión hace la fuerza, reza un dicho, y muy cierto que así lo es. Ahora bien, hay un problema con ello, y es que, a veces, la fuerza no conlleva inteligencia en sus entrañas, y se torna un potencial daño a la especie humana en su conjunto.
Pongamos la idea de que, una cierta presidente de un país sudamericano, se cree la Reina de Inglaterra y del mundo, y hasta ansía su corona, y no por sus piedras preciosas adheridas a un oro reluciente, mezclas egóicas que tanto le atraen, sino que, ansía la corona, por algo más... por lo que representa ante ella misma y ante el mundo a sus pies.
Dicha realeza presidencial, junto con sus vasallos, han roto su promesa ante el pueblo, que es la de proteger a esta parte de la raza humana del Fin del Mundo, es decir, a sus súbditos... a sus sometidos, y no solo han roto su promesa, públicamente esgrimida, sino que también, han ido más allá con su negligencia beligerante, creando diferentes fuerzas de choque, las que en un futuro, serán fuerzas radicalizadas y fundamentalistas que someterán a todo aquel que no piense como ellos y que esté en disidencia con los "principios" del gobierno. Serán fuerzas que hasta mutarán ellas mismas, en otras organizaciones más autónomas y más separadas del gobierno, y que no tendrán miras en asesinar personas en el lugar y en el momento menos esperado.
Estas agrupaciones sociales, creadas como fuerzas de choque, basadas en un evidente adoctrinamiento fundamentado en el odio hacia todo ser humano que difiera con lo que ellos representan, hoy en día, se están transformando en un claro peligro hacia la especie humana, porque conllevan en su seno, ideologías totalmente desprovistas de empatía y humanismo, ideologías estas, que al igual que un dogma de una religión que se basa en una Revelación Divina para tomar decisiones que serán aplicadas sobre sus "fieles", conllevan en sus potenciales acciones, solo retraso evolutivo, muerte y destrucción, porque nada, absolutamente nada que provenga desde un "pensamiento" basado en una conciencia resquebrajada y particionada por otros, -por la reina y sus vasallos por ejemplo-, en absoluto serán pensamientos dirigidos hacia el bienestar y el progreso de la especie humana, sino que, todo lo contrario.
Este lado del mundo, se encuentra en un eminente peligro, porque su reina quiere la corona equivocada, siendo que ella es la que se encuentra equivocada en su proceder, porque sus ansias de poder Real, sus deseos materiales insatisfechos, sus joyas refulgurantes que solo hacen brillar su exterior, para intentar ocultar la oscuridad que constantemente emana de su interior, se constituyen como un claro síntoma de una enfermedad que comenzará -y se ramificará- pronto, a través de las agrupaciones "sociales" de choque.
Ella, la Reina del Fin del Mundo, está por atentar contra la vida de millones de personas que desean vivir una vida digna y en paz. Ella, junto con sus vasallos zonales y regionales, pronto se convertirán en una tiranía violenta y retardatoria, que hará peligrar esta parte del mundo, tal y como hoy la conocemos. Por lo que si, de alguna manera, esta Reina y alguno de sus vasallos, no son "congelados", detenidos o frenados, a tiempo, por organismos que poseen autoridad para hacerlo, indefectiblemente Ella obtendrá al fin, su tan ansiada Corona Real, y ego mediante, una era nefasta dará comienzo, en donde el final, si bien, es casi impredecible, debido a las mentes irracionales que entrarán en juego, evidentemente hay algo que está muy claro, y es que será un evento totalmente negativo para el bienestar y para la evolución de la especie humana.
Y como todo Rey, éste siempre quiere su propio castillo, y el castillo de esta Reina del Fin del Mundo, se constituye como una gran mole de piedra, mármol y joyas, sostenida por unos pocos ladrillos, conformando una columna muy estrecha, más el aire a su alrededor, y pronto, su castillo se vendrá abajo, gracias a sus propias acciones destinadas a querer conseguir unión por un lado, con el objetivo de ocasionar desunión en el resto de sus súbditos del Fin del Mundo.
Entonces, es evidente que, la autoproclamada Reina del Fin del Mundo, se ha transformado en una bomba de tiempo, y que, a través de sus organizaciones "sociales"; cooptadas por ideologías nefastas, por promesas que "se cumplirán" in aeternum, es decir, promesas apócrifas, por increíbles revelaciones de parte de religiones populistas captadoras de votos para aquellos vasallos del poder; las mencionadas organizaciones de choque, entonces, se encargarán de cargarse con la población que desea vivir una vida digna, haciendo explosión entre dicha población, gracias a la mecha encendida por la Reina del Fin del Mundo. Si este reinado nefasto no es congelado a tiempo, si, de alguna manera, Su Majestad la Reina y sus vasallos servidores no son sacados de sus asientos de terciopelo azul, el desastre estará servido en bandeja de plata.
Por ello, nosotros, el pueblo, tenemos el poder en nuestras manos, pero también necesitamos la inteligencia para poder discernir una realidad aún no eventualizada, y que es a través del voto. Congelemos a la autodenominada Reina del Fin del Mundo, y a sus vasallos, para que, no solamente no retornen más al manejo de un estado, sino que sean juzgados por sus innumerables apologías y delitos cometidos a lo largo de su "Reinado", si es que los hayan cometido.
Votemos a conciencia, y no volvamos a colocar en el poder a nefastos personajes que se creen superiores a su pueblo, sabiendo que es todo lo contrario, y superiores también, al resto del mundo, porque, lo único que conseguirán, es que el mundo mismo, nos continúe ignorando.
De todas maneras, la "realeza" ha hecho tanto daño, en el aspecto intelectual, sobre muchas mentes de este gran pueblo del Fin del Mundo, que es poco probable que las votaciones por venir, se realicen a conciencia, porque la debilidad intelectual de un pueblo es directamente proporcional a la fortaleza nefasta del gobierno causante de esa debilidad. Y esto, en gran medida, no es culpa del pueblo intelectualmente indefenso, sino de las oscuras políticas de dádivas de un gobierno que mantiene esclavos a personas que deberían ser libres y dignas, con un trabajo y no con multitud de planes que se sostienen en el tiempo (arrebatando con ello, la dignidad de estas personas), más de lo socialmente necesario, porque, al sobrepasarse el tiempo de asistencia, el que normalmente se necesita para brindar una ayuda de parte del estado, sin proveer mientras, una solución digna a la par, la asistencia se transforma en asistencialismo, es decir, en una gran y pesada cadena que ata psicológica, moral y materialmente al asistido, quedando éste, como un cooptado más para los caprichos del poder. Además, muchas de las personas asistidas, por necesidad y/o por desprotección intelectual, terminan siendo partes activas de las agrupaciones de choque al servicio de su Majestad, la Reina del Fin del Mundo.
Un futuro negro se ve en el horizonte, y más negro será aún, si la actual Reina consigue su tan ansiada Corona Real... nuevamente.
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