La humanidad, desde épocas muy remotas, viene soportando la ira descontrolada de quienes se aferran a un cierto poder para someter al resto de la población a los designios de sus bajas pasiones. Vejámenes de todo tipo ha tenido que soportar la humanidad inocente, por el simple hecho de ser diferente, de pensar distinto, de ver mas allá de lo evidente y "legalmente" aceptado por dicho poder de turno.
El problema aquí, es que la humanidad todavía no termina -o comienza- de madurar, en cuanto a su estado de conciencia, en relación a poder discernir individualmente, entre los múltiples factores que encierran un potencial daño para el futuro de la especie humana, y los factores que le imprimen un empujón innovador y de progreso.
La mente humana, en general, se halla inmersa en un estado hipnótico en plena vigilia, dentro de una aparente tendencia hacia el despertar de la conciencia, pero que, por lo pronto, no es mas que un estado robótico, la cual sigue inconscientemente, una programación previa, programación ésta, que proviene desde el propio nacimiento y perdura durante toda la vida si uno mismo no llega a poder tomar el control de dicha programación, y de alguna manera, hackear su propio sistema que lo mantiene como un ente cibernético, cumpliendo de manera periódica y extendida en el tiempo, las órdenes de dicho programa.
El Hombre necesita vivir una vida desprogramada, sin "Sentencias de Control" que constantemente condicionen su mente a una vida lineal, aburrida y en cierto sentido, absurda. De todos modos, en general, es así como se encuentra la humanidad hoy en día, y únicamente los que logran hackear su propio sistema preprogramado desde el nacimiento, para luego implantar su propio sistema, basado en las premisas irreemplazables, de que la raza humana no se debe permitir involucionar por la acción de corrientes de pensamiento retrógradas, no se debe permitir que esas lógicas involucionistas atenten contra el progreso y contra los deseos de conquistarse a uno mismo, como punto de partida para conquistar el Cosmos, como meta "final".
De todos modos, siempre han existido, -y existen, aunque no por mucho mas tiempo-, personas con poder, portando entre sus decisiones, una lógica de pensamiento nefasta y retardatoria, dentro de una posición en la que dichas decisiones logran llegar a una basta cantidad de seres humanos desprotegidos intelectualmente (en ciertos aspectos del saber general), y por ende, accionar negativamente sobre sus psiques. En definitiva, lo que hacen estas personas con poder nefasto, es el tratar de que la mayor cantidad de individuos posibles sean y respondan a la misma lógica involucionista que él profesa.
Dichas lógicas nefastas y cavernarias, no son mas que ciertas lógicas de pensamiento que han gobernado las mentes de millones y millones de seres humanos, a lo largo del tiempo, y en el mundo entero, hasta tal punto, de generar irreconciliables divisiones sociales; y una sociedad dividida, es una sociedad manejable, dominable y fácilmente pasible de ser reprimida con violencia.
Pero, contrariamente, siempre existen personas que han podido hackear sus sistemas y que su conciencia ha podido acceder a un nivel de comprensión del microcosmos y del macrocosmos tal, de que su libre proceder, basado en plena autonomía, afecte a un cierto status quo imperante, porque el Hombre libre, siempre es el que intenta unir lo dividido y reconciliar lo irreconciliable por su propia naturaleza, y es en respuesta a ello, que las entidades que portan aquellas lógicas de pensamiento nefastas son las que salen al ataque de éste tipo de individuo libre, con el objetivo de que su voz sea acallada, y el alcance de su pensamiento sea aplastado, de manera tal, de que dicho pensamiento regresivo y antievolutivo se mantenga vigente en el tiempo y en constante división de las sociedades para el egoísta beneficio de unos pocos.
Pero, ¿que entidades portan la mencionada lógica de pensamiento nefasta y retrógrada? Pues, ya se habrán dado cuenta que son las religiones ultra-dogmáticas y exotéricas, y por otro lado, los partidos políticos con sus ideologías carcelarias. Estas dos entidades, las religiones y los partidos políticos, son las causantes de todo cuanto mal existió y existe sobre la faz de la Tierra.
Así como en su tiempo, -y hasta en la actualidad-, las religiones han quemado personas en la hoguera, los han enterrado vivos y les han cortado la cabeza, por pensar diferente, por ser diferente o por ser de otra religión, entre otros ridículos motivos que no nombraré aquí; así también, los partidos políticos y sus ideologías basadas en lógicas incompatibles con la Razón Pura, y como tales, incorrectas, están generando la misma tendencia que lo hecho por las religiones, y si no se reacciona con premura, veremos "herejes" políticos quemados en las calles céntricas de las ciudades, y otros vejámenes atroces, solo por ser del partido político contrario al del poder actual, o simplemente por ser a-político, por ser librepensador, por ser un individuo basado en ideales, como humildemente lo es el que escribe estas líneas.
El fanatismo político, convierte a sus portadores, en seres que constantemente se encuentran atentando contra el normal vivir de las demás personas contrarias a su ideología, y atentan también contra la estabilidad social, porque siempre se encuentran inmersos en un constante odio y en una eterno afán de discriminación. O eres de su color político, o no lo eres, y si no lo eres, deberás atenerte a las retrógradas y nefastas consecuencias del fanático de turno.
El fanatismo político, lleva al Hombre a encasillarse en la ilógica idea de que su ideo-logía es la única, es la imperecedera, es la que debe gobernar una nación por los siglos de los siglos, y a la que toda persona debe afiliarse so pena de culpabilidad de ir en contra del destino designado para su nación, y por ende, será castigado con la muerte... salteando la justicia... obviamente.
Cuando el mundo entero adopte a los ideales y a la razón, y por otro lado, a la espiritualidad con uno mismo, y no externa, allí... recién allí... y no en otro momento... podremos comenzar a percibir que tenderemos a ser un mundo socialmente consciente.
Por lo tanto, toda mejora que se desee o se intente implementar, será inútil mientras las diferentes manifestaciones del fanatismo tengan lugar entre ciertos individuos con, -al menos-, algo de poder, ya que no es necesario ser un todopoderoso para atentar contra la unión del tejido social... solo basta una pizca de poder sobre un fanático político, y la mesa para el desastre perfecto, estará servida.
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