Muchas veces, desde niño, me he hecho la siguiente pregunta: ¿Porqué la suma de uno mas uno, es igual a dos?, al igual que un dogma inamovible, inmutable, por un corto lapso de tiempo, acepté tal suma como cierta: 1 + 1 = 2. Hasta que, revelación de por medio, obtuve una respuesta, que es mi respuesta, es decir, es mi verdad, que no quiere decir que sea la realidad, con lo cual puedo llegar a estar equivocado y por lejos.
Pero, en estos momentos, a sabiendas de que el dogma -de cualquier índole- impide ir mas allá con el pensamiento, cual infranqueable barrera psicológica, me he propuesto a traspasarla, porque, en definitiva, no existen barreras para la mente humana.
Entonces, aquí me encuentro, intentando pensar en lo impensable, tratando de resolver algo que ya tiene su resultado, y en objetar algo que debería ser inobjetable, de que 1 + 1 no solamente sea igual a 2, sino que...
Pues, les debo decir, queridos lectores, que 1 + 1 no es, solamente, igual a 2, por una sencilla razón, y es que el número 1 en tanto que objeto conocido del mundo de lo abstracto, si bien nos está representando a una cierta cantidad -que al parecer es uno- de un objeto conocido o a conocer, dentro del mundo de las apariencias y en el de las ideas, si bien ese 1 es un simple símbolo que imprime, en primera instancia, la característica de unidad indivisible sobre un objeto cognoscible, es este último, el que nos va a demostrar, que un objeto cognoscible sumado a otro, no siempre son dos objetos cognoscibles.
Como muchos lo saben, cada objeto del mundo “real”, del mundo de las apariencias -y del de las ideas-, no es mas que una extensión, en grado y en forma, del mismísimo universo, es decir, que todo objeto -animado o inanimado- que existe sobre la faz de la Tierra, e incluso la Tierra misma, son extensiones del propio universo que varían en grado y en forma, y dependiendo de esto último, es lo que demuestra que aquella simple ecuación, de que 1 + 1 = 2, no siempre sea dos. Es mas, puedo animarme a ir mas allá con la mente, transgredir todo conocimiento establecido como inamovible, y decirles, con un buen grado de certeza, que dicha ecuación es incorrecta y correcta al mismo tiempo.
Veamos. Como dijimos, cualquier objeto -animado o inanimado- sobre este planeta, incluso el planeta mismo, son todos estos, extensiones aglutinadas en variaciones que se dan en un cierto grado que resulta luego en una forma con diferentes características, como por ejemplo, el propio ser humano, respecto del cual, su cuerpo no es mas que una aglutinación o compresión del mismísimo universo en un conjunto de partículas subatómicas, -provenientes de aquel-, y cuyas partículas se conforman en átomos, los átomos en moléculas, las moléculas en células y las células, -en mucha mayor escala-, en el cuerpo humano, con lo que, con esto, tenemos la idea de que, cuando vemos a 1 cuerpo humano, cuando vemos a una persona, la ilusión de la unidad no nos hace ver mas allá de que ese cuerpo no es solamente uno, no es una unidad, ya que solo es una extensión, un algutinamiento, una masificación, un aglomeramiento, del propio universo, sin que nos podamos despegar de dicha idea, aunque, a primeras vistas, parezca ridícula, a mi entender no lo es, y esto se da para todos los objetos de la naturaleza, y también para los artificiales. Y, ¿porque me empeño en decir que no es un pensamiento ridículo?, porque, si por ejemplo, queremos sumar la cantidad de personas que hay dentro de una habitación, comúnmente observamos, “contamos” y obtenemos el resultado; entonces, si se ven dos personas, el resultado del conteo será, en principio 2, pero, realmente ¿hay dos personas en esa habitación? Es decir, los sentidos perciben dos cuerpos, dos aglutinaciones o masificaciones del mismísimo universo, que en principio aparentan ser dos... pero, como lo trataré de analizar mas adelante, no es del todo así.
Para entender esta idea, enfoquémonos en que, la unidad, el uno, como lo expresé mas arriba, no existe como tal, sino que es un símbolo que intenta representar a lo que nuestros sentidos perciben como 1, como algo único e indiscutiblemente separado de todo lo demás en el universo, pero déjenme decirles, y desde mi humilde punto de vista, que el uno, el 1, ese número que nos ha engañado desde siempre, no es mas que aquel símbolo -creado y definido por humanos y para humanos, y por ende, imperfecto- y que representa a cierta entidad del mundo de las ideas o de las apariencias, cuya entidad, por mas que la percibamos como única (una idea, una silla, una persona o un planeta) todas forman parte del Todo, del universo, dependiendo de su grado y de su forma, de su masificación y de su conformación, y además, -y aquí viene el elemento extra que hace que 1 + 1 no sea 2-, por el plano de existencia que se superponga al que estamos viviendo, es decir que, cuando me refiero al plano de existencia, me refiero estrictamente a la dimensión espacio-temporal.
Supongamos que en aquella habitación, respecto de la que me referí mas arriba, se encuentran reunidos, -en esta dimensión, en la misma dimensión en la que yo, hoy, estoy escribiendo esta aparentemente, loca idea-, dos personas. Dichas dos personas, al pensarlas como parte de un único “Campo Unificado”, al comprenderlas de que se encuentran indefectiblemente conectadas con todo lo demás en este mundo y en el universo, al entenderlas que, si partimos con el pensamiento desde el universo mismo, hasta llegar a dichas dos personas, podemos comprender, -con dicho ejercicio mental-, que en el trayecto de ida desde el espacio, desde el universo, hasta llegar a dichas personas en la habitación, todo es lo mismo, todo ese trayecto en el que pensamos recién, es parte de lo mismo y que tanto el espacio como la persona, solo varían en grado y en forma, pero no dejan de ser lo mismo. Por lo tanto, con esta nueva aclaración, en este espacio, en esta dimensión, en este plano de existencia, existen dos personas en dicha hipotética habitación. Pero, ¿que sucedería si las dimensiones se encuentran superpuestas?, ¿que conceptos deberíamos repensar, si varias dimensiones de existencia, si varias dimensiones espacio temporales, estuvieran coexistiendo unas con las otras?, con lo que me surge otra cuestión, y es que, en dicha habitación, -si bien ella solo existe en nuestra dimensión-, ¿podrán existir mas personas, de las dos que percibimos con nuestros sentidos que evolucionaron en nuestra dimensión? No nos olvidemos que somos un sello del propio universo, pero también, somos hijos de esta tierra, y de todas las condiciones del entorno que existen en ella, y que evolucionamos adaptándonos naturalmente a esta dimensión temporal, con todo lo que existe dentro. Entonces, si dos -o mas- dimensiones espacio-temporales intersectan con la nuestra, encuentre lo que se encuentre existiendo en el mismo lugar físico de nuestra habitación (aunque de otro plano) de este espacio-tiempo, aquella variación en grado y en forma, será lo que determine realmente, si aquellas dos personas dentro de la habitación, son realmente dos, es decir, en este caso, el grado y la forma pero del espacio-tiempo, y no así del grado y la forma de las personas, son los que determinarán la cantidad de individuos dentro de la habitación, o pasando por la habitación, si pensamos en los demás planos.
Soy muy consciente de que este es un tema bastante abstracto y además, difícil de transmitir para que se entienda, y mas todavía, si es una percepción personal y no una extracción desde una idea ya preconcebida; si bien, de una u otra manera, siempre terminamos o partimos de ideas preconcebidas.
Continuemos. Supongamos que usted y yo somos los que estamos en dicha enigmática habitación, y al parecer, somos únicamente dos dentro de ella, ya que usted es uno y yo soy uno, por lo tanto, según la idea tradicional, solo dos personas estamos en dicha habitación. Pero no es así, porque, al menos, dos individuos son los que se encuentran en dicha habitación, es decir que, como mínimo, somos dos, pero no dos, debido a que otras personas evolucionadas en un espacio-tiempo distinto al nuestro, y por ende, diferentes en grado y en forma, pueden estar pasando por dicha habitación, sin que los que estemos en ella, las podamos percibir, debido a que son parte evolutiva de otro espacio-tiempo diferente al nuestro, es decir, son objetos cognoscentes al mismo tiempo que objetos por conocer, los que, en definitiva, se encuentran en dicha habitación. Si en otros planos de existencia, en el mismo lugar de la habitación de este plano de existencia, se hallan emplazados diferentes lugares de estancia para humanos, es decir, diferentes construcciones, diferentes estructuras, pero todas en el mismo lugar espacio-temporal, y en todas existen personas realizando diferentes actividades, podemos decir que, al menos, 1 + 1 = 2, porque, al menos, usted y yo estamos en la habitación en este espacio-tiempo del que heredamos sus características para evolucionar como lo hicimos, y que como máximo, pueden ser incontables las personas que se encuentren en el mismo lugar, teniendo en cuenta los individuos de otros lugares espacio-temporales diferentes, y que como tales, han evolucionado bajo las características de esas dimensiones del espacio y del tiempo. En primera instancia, no nos vemos, pero estamos todos allí, los de esta, y los de las demás dimensiones. Y, ¿porque no nos vemos?, ¿porque no nos percibimos de alguna manera?, ya que si nos viéramos, sabríamos a ciencia cierta, que no somos solo dos personas en un mismo lugar espacio-temporal. Y no nos vemos, o no nos percibimos, por la sencilla razón, o mas bien, por la lógica razón, de que, cada individuo ha evolucionado bajo las características que definen a cada uno de sus propias dimensiones espacio-temporales, y por ende somos esencialmente diferentes en grado, -y pienso que, no en forma, aunque me reservo mis dudas al respecto-, y esa diferencia en grado es lo que impide que los individuos de cada dimensión perciba a los individuos de las demás dimensiones, es decir, nuestros sentidos perciben una realidad, mientras que los sentidos de ellos, otra.
Pero he aquí que, si las dimensiones universales se encuentran entremezcladas entre si, también nosotros y todo lo que nos rodea, es decir; y haciendo el mismo viaje que hicimos mas arriba, si partimos con nuestro viaje, pensando desde el espacio, y terminamos, -sin parar de pensar durante el trayecto-, en las personas de nuestra habitación, como una única existencia en grado y en forma, también podremos extrapolar el viaje a las demás dimensiones y en el mismo momento y aún en el mismo pensamiento, por lo que, todas las personas de todas las dimensiones que se encuentren en el mismo lugar espacio-temporal que nuestra habitación, se encuentran unidas en grado y en forma, porque, si bien aparentan ser dimensiones separadas, no lo son, ya que se encuentran interconectadas por una diferencia entre los grados y las formas de cada una de ellas.
En consecuencia, y teniendo en cuenta todo lo anterior, 1 + 1 no es igual a dos, sino que, mas bien, es igual a dos, como mínimo, porque, dentro de nuestra hipotética habitación, podemos estar, usted y yo, en ese mismo lugar, pero a la par de otras dimensiones, pueden estar muchas mas personas, a las cuales no las percibimos por lo mencionado en párrafos anteriores. Entonces, seremos dos personas, al menos, porque entre usted y yo hacemos 1 + 1 = 2, pero a ese 2 se le suman las demás personas de las dimensiones paralelas a ese mismo espacio y a ese mismo tiempo.
Por lo tanto, 1 + 1, no necesariamente y únicamente es igual a 2... puede ser mayor, pero aquí entramos en temas de cálculos físicos interdimensionales, por lo que todavía no he llegado a ese terreno, por lo menos, no en gran medida.