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16/12/2014

Estructuras extraterrestres en la Luna. ¿Fue la Luna un planeta errante que quedó atrapado por la gravedad terrestre? ¿Hubo una civilización allí? ¿Es artificial al estilo Estrella de la Muerte?


En este artículo, trataré el tema respecto de las posibles construcciones en la luna y ciertas anomalías respecto de si el viaje del Apollo 11, fue una realidad, o un montaje armado para que los EE.UU. Llegaran a ser los primeros en pisar el suelo lunar, antes que su viejo enemigo, Rusia.

Transmisión del Apollo 11.

Parte de la transmisión que, según Otto Binder (ex-empleado de la nasa), algunos radioaficionados recogieron con sus propios equipos VHF, el día de la llegada del Apollo 11 a la luna:

Astronauta 1: ¡pero! ¿Qué es aquello?
Astronauta 2: ¿tenéis alguna explicación?
–beep–
Houston: no tenemos, ¡no os preocupéis, seguid con el programa!
–beep–
Astronauta 1: oh chico, es, es increíble! ¡Esto es fantástico, no lo habrías podido ni imaginar!
–beep–
Houston: Roger ¡lo sabemos, id por el otro lado!
–beep–
Astronauta 1: ¿pero qué tipo de maravilla es esto? ¡es increíble! …dios… ¿qué es eso?
–beep–
Astronauta 1: ¿me decís qué demonios es eso?
Houston: ¡usad tango, tango!
–beep–
Astronauta 1: ¡ah, ahora hay una especie de luz allí!
–beep–
Houston: Roger, ¡cambiamos la comunicación, usen bravo tango, bravo tango, y seleccionen jezebel, jezebel!
–beep–
Astronauta 1: … ¡sí!… pero todo esto es increíble!

De todas maneras, no existen pruebas fidedignas de este hallazgo en la luna. 

Veamos...

El primer hombre que supuestamente pisó la luna, Neil Armstrong, puso en conocimiento de ciertos investigadores, que no se halló, ni se registró, ni se observó ningún artefacto no humano en todo el transcurso de la misión del Apollo 11, ni tampoco en otro de los vuelos Apollo.

Solamente un experto en comunicaciones de la nasa, pudo registrar que hubo un delay en la transmisión de los diálogos entre el centro de control y el Apollo 11, retardo que le dio pié a la nasa, para censurar toda información que podría llegar a ser delicada para la opinión pública.

Y por otro lado, una persona muy importante, que no quiso darse a conocer, sostuvo una conversación con Neil Armstrong durante un simposio, la cual fue la siguiente:

- anónimo: ¿qué ocurrió realmente con Apollo 11?

- Armstrong: fue increíble; claro, pero el hecho es que nos advirtieron que debíamos irnos. Nunca se nos dijo nada sobre una estación lunar…

- anónimo: ¿qué quiere decir con eso de que “nos advirtieron que debíamos irnos?”.

- Armstrong: no puedo entrar en detalles, excepto para decir que sus naves eran muy superiores a las nuestras en tamaño y tecnología.

- anónimo: ¡pero la nasa envió otras misiones después de Apollo 11!

- Armstrong: naturalmente, la nasa estaba comprometida en esa época y no podía arriesgarse a desatar el pánico en la tierra, pero sí, fue algo rápido y de ida y vuelta.

Según el centro de ovnis de Moscú: “Neil Armstrong transmitió al centro de control un interesante mensaje sobre dos objetos grandes y misteriosos, de alguna manera los custodiaban, al momento del alunizaje. Pero dicho mensaje, aparentemente nunca fue oído por el público de aquel entonces, debido a la clásica censura de la nasa.”

En la década de los 80s, el reconocido astronauta Gordon Cooper, realizó una muy impresionante advertencia, él dijo: “creo que… vehículos extraterrestres y sus tripulaciones nos están visitando desde otros planetas, y que están técnicamente mas avanzados que nosotros. Considero que necesitamos un programa de alto nivel para recoger y analizar la información referente a cualquier tipo de encuentro y para determinar la mejor manera de relacionarnos amistosamente con estos visitantes.”

Altos funcionarios retirados o bien cesanteados de la nasa ofrecieron, allá por el año 2006, una conferencia de prensa, en la cual sacaron del anonimato, un alto secreto conservado bajo mil candados por parte del estado norteamericano durante 40 años, el cual en pocas palabras expresa lo siguiente: “existen vestigios de construcciones humanas en la luna”.

Ken Johnston, director de la sección de conservación de fotografías respecto de la luna, del laboratorio de la nasa, pudo arrojar luz sobre lo siguiente: “en los años 70, los astronautas vieron y registraron con cámaras fotográficas “restos de construcciones humanas de muy remota antigüedad” en la luna e inmortalizaron en sus negativos, algunos restos de tecnologías. Al entregarle dichas fotos a Johnston, responsable de la conservación de fotos; altos cargos de la nasa le impartieron la orden ineludible de que fueran destruidas y, sin embargo, dichas imágenes pudieron ser conservadas en secreto por Johnston. Mas de 40 años del suceso, este conservador de fotos de la nasa, tomó la decisión de publicarlas, las cuales, asombrarían al mundo entero. Y a la par, se dio el lujo de acusar a la nasa de falsificar, -algo a que estamos todos acostumbrados ya-, pues cada una de las imágenes dadas a conocer por la agencia espacial, fueron tratadas y modificadas una por una, de manera tal de que nada pudiera detectarse como restos de una civilización.”

Otro alto empleado de la nasa expresó lo siguiente: “los astronautas también trajeron de regreso algunos productos artificiales, cuyas tecnologías ya han sido utilizadas por estados unidos, Rusia, China, India y Japón. Estos países están llevando a cabo una nueva rueda de contienda por la luna. Que yo sepa, los norteamericanos trajeron de regreso a la tierra un secreto sorprendente descubierto durante la permanencia de los astronautas en la luna y mantuvieron en confidencialidad este secreto durante muchos años.

La nueva rueda de contienda tendrá un desenlace y, a diferencia de la competencia política con Rusia hace 50 años, este desenlace decidirá el destino de todos y cada uno de los seres humanos de la tierra.”

Pues con todo lo dicho, la historia escrita por la nasa se encuentra repleta de falsedades, y es que se jacta de ello ya que la nasa tiene derecho a ocultar información de todo tipo y origen, y se halla libre de la mirada escrutadora del congreso, lo que reafirma la idea de una evidente protección provista por el departamento de defensa de los estados unidos. También se dijo que además de la verdad encubierta respecto de nuestro satélite, también fue ocultado un hecho inédito, de que una nave autónoma descubriera microorganismos en la superficie de Marte.

También, y según palabras del astronauta Aldrin, han desaparecido los contenedores numerados como 698, 699 y 700, en los que se mantenían registrados todos los datos del alunizaje de “Apollo XI”. 

Por otro lado, un  eminente selenógrafo, el profesor germano Schroeter declaro haber visto, sin genero de duda,”un brillante estallido de luz, que estaba compuesto de muchas chispas pequeñas y separadas (...) Que se movían todas juntas en línea recta hacia el norte del Mare Imbrium y otros lugares de la superficie de la luna”.

Este relato, sumados a muchos más de este tipo, son irreprochables. No solamente por la calidad de quienes lo enunciaron, sino porque, se centran entre de una bastedad de casos avistados, registrados por telescopios, de luces, cúpulas, puentes y una gran cantidad de anomalías visuales, para los que la ciencia hasta el momento, no puede, o no quiere, arrojar luz al respecto. Este tipo de avistamientos de luces sobre la superficie selenita, han recibido, el nombre de Lunar Transient Phenomena (LTPS) o fenómenos transitorios lunares, dando una idea precisa de la naturaleza veloz y fugaz de dichas luces en la superficie lunar. 

Algo esta surcando los negros cielos de la luna por sobre ubicaciones aparentemente, seleccionadas inteligentemente, como sucede en los cráteres platón o aristarco.

El 19 de julio del año 69 el modulo principal de la misión Apolo XI ingresaba en órbita lunar y 24 horas mas tarde, el alunizaje sobre la superficie de nuestro satélite era una realidad, “al menos para la nasa”. Pero desde la central de Houston (Texas) hubo una voz de “tener cuidado” hacia los astronautas, respecto de algo inusual y a la vez espectacular, que, entre sus incumbencias se encontraba el de comprobar su origen y características: este aviso fue en respuesta a los llamados a la nasa de varios astrónomos aficionados con el objetivo de informar de que estaban observando fenómenos LTP en las cercanías del cráter aristarco.

Luego de que la nasa le comunicara el aviso a Neil Armstrong, éste se dirigió hacia las ventanillas del modulo, pudiendo comprobar lo que aquellos aficionados les estaban comunicando, y era que, muy cerca de lo que creyó que era el cráter en cuestión, divisó “un área mucho mas iluminada que la demás áreas en derredor. “Parece que tiene algo de fluorescencia“, expresó el astronauta. Obviamente, en aquel tiempo, Houston no pronuncio una palabra al respecto, sabiendo que en la zona del cráter existían unos niveles inusuales de radioactividad.

En el año 1985 un investigador norteamericano, William Corliss, realizó un compendio de las “anormalidades” inexplicables por la nasa en todo lo que fue su proyecto lunar Orbiter y Apollo, enunciando en uno de sus libros, mas de 60 categorías diferentes, respecto de los fenómenos inexplicables respecto a nuestro satélite, aparentemente natural. Y justamente, entre las anomalías mas relevantes se hallan la órbita irregularmente inteligente de la luna. Y la mas controversial de estas incongruencias en cuanto a su rotación/traslación, es que nuestro satélite se aleja unos centímetros por año de la tierra, colocando en tela de juicio la dependencia que tenemos los humanos, respecto del sistema gravitacional tierra-luna, comprobándose con ello, la muy aceptada y acertada teoría, de que la luna fue apresada gravitacionalmente por nuestro planeta hace millones de años y por consiguiente, puede que en algún momento, ocurra lo opuesto, con lo que esto significa respecto del peso gravitacional tierra-luna, es decir, que si algún día la luna se nos escapa, pasando a ser esta un nuevo planeta del sistema solar, nuestro planeta será mas liviano, por no contar con el peso gravitacional del conjunto luna y tierra, y por ende, nuestro planeta se acercará a nuestro sol, con lo que ello significaría para la vida terrestre.

Y pese a algunos escritores que le asignan a la luna, un origen artificial, algo así como la estrella de la muerte, en la saga Star Wars, que no estoy queriendo decir que no sea verdad, sino que mas bien es su verdad, y la ha argumentado muy bien, las que en una de sus obras al respecto, sostiene que en la luna existen cúpulas, puentes y estructuras de un posible origen arquitectónico. Y esto es apoyado desde el siglo pasado, por el renombrado astrónomo alemán, Gruithuisen, el cual dio a conocer su descubrimiento las que serían las huellas de ciudades lunares, manchas de color verde justo en el interior de ciertos cráteres, las que se desplazaban de manera sospechosa. E incluso, otro astrónomo contemporáneo del anterior, llamado Thouvelot, creyó haber visualizado un nuevo afloramiento de ruinas artificiales, en las inmediaciones del cráter Petico.

Y como si lo anterior fuera poco, las misiones espaciales a la luna no desestimaron la existencia de ruinas de ciudades milenarias. Inclusive, uno de los responsables directos de hacer pública esta “idea”, fue el profesor William Blair, gracias a sus accesos a imágenes, secretas para aquella época, correspondientes a la misión Orbiter-2 en el año 1966, quien pudo observar, muy para su asombro, monumentos de mas de 180 metros de altura, distribuidos de una manera inteligente, sobre el suelo selenita. 

También debemos tener en cuenta, las variadas observaciones de cúpulas y lo que parecen ser puentes en algunos lugares de la luna, vistas captadas por astrónomos de gran prestigio. Y justamente, Joseph Goodovage, afirmó lo siguiente:

“en los últimos años mas de 200 estructuras blanquecinas, circulares y con forma de cúpula, han sido observadas sobre la luna y catalogadas pero, por alguna extraña razón, a menudo desaparecen de su lugar para reaparecer en otro”.

Siendo esto, un fenómeno, hasta ahora, aparentemente inexplicable para la ciencia.

En los comienzos del siglo pasado, un profesor llamado W.H. Pickering, pudo catalogar, una treintena de zonas angostas sobre la superficie lunar, cuales lechos de ríos milenarios, y ahora secos por el paso de los tiempos.

Rayos luminosos surcando la superficie de la luna, en perfectas líneas rectas con luz solar fuerte y relativamente fácil el apreciarlas desde la tierra, como mínimo, por medio de un prismático o telescopio hogareño, produciéndose dichos rayos de luz, en la mayoría de las veces, en las cercanías de cráteres nuevos, recorriendo éstos, miles de kilómetros sin separarse del sentido de su trayectoria.

Nicolás Copérnico expresó una vez, lo siguiente: “que nadie espere nada seguro de la astronomía, pues nada cierto nos ofrece”. ¿Que palabras tan aplicables a lo que aquí estamos analizando, no es cierto?.

Y, de las tantas teorías que pululan por todos lados, respecto de la luna, se asoma muy alto, una de ellas, la que le da a la luna, una característica impresionante, como tomadas con pinzas, aunque muy bien agarradas por cierto, respecto de que la luna tiene un origen artificial, asemejándose a la estrella de la muerte de la película Star Wars, por lo que, la luna vendría a ser una estructura construida por una muy ancestral civilización, como una nave custodia del desarrollo correcto de la vida en la tierra.

Es de suponer, o de poner sobre la mesa de las posibilidades, que la luna tiene una capa natural, debido a las millones de colisiones de meteoritos sobre su superficie, la que se haría ido acumulando con el paso de los eones de tempo, ocultando de esa manera, su verdadera naturaleza inteligente.

Y a modo de prueba de lo anteriormente dicho, si nos referimos al tamaño de nuestro satélite, el mismo es totalmente inesperado e ilógico comparado con el tamaño de nuestro planeta, ya que la luna es muy grande, sabiendo que los satélites de otros planetas, además de ser irregulares en su mayoría, estos son mas pequeños que el planeta que circundan, e incluso nuestro propio planeta, no solo no es una esfera, sino que si se le extrajera toda su agua de la superficie, nuestro planeta parecería una gigante piedra irregular flotando en el espacio. La redondez de la tierra la conforma el agua de su superficie, y no la parte rocosa en si misma. Pero, la luna es perfectamente esférica y demasiado grande para que haya sido atrapada por la gravedad de nuestro planeta, gravedad que es insuficiente para atraer un cuerpo solo 3 veces más pequeño que nuestro planeta. Por lo tanto es por ello que la luna es producto de una posible colisión entre un planeta X, y la tierra.

El hecho de ver siempre la misma cara de la luna, se debe a la innegable sincronía de los movimientos de rotación y de traslación con respecto a la tierra, hecho que no tiene homónimo alguno en el universo conocido. 

Y, como si todo lo anterior fuera poco, tanto la luna, como el sol, desde el punto de vista de la tierra, ambos astros se muestran como si tuvieran el mismo tamaño, y esto es debido a las perfectas distancias que hacen que ello suceda.

Y en relación a esto, los científicos han realizado cálculos probabilísticos en relación con este tema, por lo que, la probabilidad de que la tierra y la luna parezcan, a simple vista, del mismo tamaño, son casi nulas.

Esto hace alusión a que la luna parecería que es una cavidad, un tanto hueca, ya que, al estrellarse uno de los satélites enviados por la nasa, satélite éste, en desuso, diferentes sistemas de medición registraron semejanzas con las vibraciones de una campana, lo que da la idea de que la luna es hueca. 

Fuere cual fuere el origen de la luna, la luna no dejará nunca de ser una fuente de enigmas de otros mundos.


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