Hoy, en este artículo, trataré el tema respecto del mítico Arca de Noé, y de su posible ubicación actual, la que, impresiona de sobremanera, el paralelismo que el hallazgo arqueológico del arca, tiene con lo descripto sobre ésta, en la Biblia, específicamente en el antiguo testamento. y hoy en día, haremos una exploración por las laderas del Monte Ararat, en Turquía, justo sobre una corriente de agua; y que si bien hoy en día, solo quedan solo los surcos marcados por el frenético fluir de aquella, durante siglos; corriente milenaria sobre la que hoy en día, yace, ni mas ni menos, los restos arqueológicos y morfológicos de una embarcación que coincide hasta en las medidas, -además del lugar-, con lo descrito en el antiguo testamento.
Entonces, y por lo pronto, comenzaremos a explorar juntos, las bases históricas y mitológicas del supuesto diluvio universal y del arca.
Pero, viajemos hasta la meseta de Anatolia, en la Turquía oriental, entre Irán y Rusia, en donde una gran montaña se eleva 5156 metros sobre el nivel del mar. Una montaña que durante miles de años ha generado mitos y leyendas, los cuales han sido de alcance global. Un nombre prometedor, aleccionador, ordenador y en muchas ocasiones hasta es percibido como amenazante. Este enigmático nombre es, Ararat.
Veamos...
El Monte Ararat, en donde, según el antiguo testamento, se posó, o bien, quedó encallada, el Arca de Noé, justo en una de sus laderas colindantes, al termino del denominado, diluvio universal; hecho éste que, de una manera, innegable creo yo, ha sido parte, no solo de las creencias cristianas, sino que, -precedentemente-, también de las judaicas, y antes que éstas, de las babilónicas, y mucho antes que de las babilónicas lo fue de las sumerias.
El Monte Ararat, en donde, según el antiguo testamento, se posó, o bien, quedó encallada, el Arca de Noé, justo en una de sus laderas colindantes, al termino del denominado, diluvio universal; hecho éste que, de una manera, innegable creo yo, ha sido parte, no solo de las creencias cristianas, sino que, -precedentemente-, también de las judaicas, y antes que éstas, de las babilónicas, y mucho antes que de las babilónicas lo fue de las sumerias.
Y en esas épocas, de la civilización sumeria, mucho antes de que el nombre Noé sea utilizado, existía un equivalente llamado, Ut-Napishtim.
Por otro lado, la tradición musulmana, ha nombrado a Noé, como Nuh, en árabe.
De todos modos, la localización del objeto con forma y tamaño muy similar al arca, descripta en el antiguo testamento, y que actualmente se encuentra en las laderas del Monte Ararat, es en una barranca denominada Al-Judi, que quiere decir, "las alturas".
En el libro del génesis se da a consideración de los lectores, una posible ubicación del arca, como que, lisa y llanamente, el Arca encalló en el propio Monte Ararat, y no en sus laderas. Pero, de todos modos, las cercanías de los posibles restos del arca, con el monte, son muy revelador.
Y por otro lado, la Armenia arcaica, ha nombrado al Monte Ararat, como Urartu.
Pero, volviendo un poco mas atrás en el tiempo, y a través de los siglos, viajeros provenientes desde incontables lugares, pero mayoritariamente, hacia y desde el Asia central, cabalgando sobre lomos de diferentes animales, por las laderas del Monte Ararat, han podido distinguir una forma que no se correspondía con lo que comúnmente hace la naturaleza, con lo que esto generó una inmensa ola de suposiciones y denuncias hacia ciertas autoridades de aquellas épocas, respecto de una formación aparentemente, no natural, y con forma de una gran nave o embarcación. Incluso, estas denuncias de aquellos viajeros, se correspondieron con vivencias de personas, propias del lugar en donde se ha descubierto lo que parece ser, el Arca de Noé.
Y el efecto de tales historias, ha ocasionado que, desde lo comienzos del siglo XIX, incontables montanistas hayan escalado el Monte Ararat en busca de la supuesta nave que aquellos viajeros denunciaron su hallazgo, muchos siglos atrás. Pero estos montañistas, pese a los numerosos esfuerzos, no hallaron absolutamente nada que concuerde con lo denunciado y con lo contado por los autóctonos de ese lugar.
Nada, absolutamente nada fue hallado, ningún resto de madera, de la brea que la recubría, como dice el antiguo testamente y ningún otro objeto que diera pensar que aquellos viajeros estaban en lo cierto… aunque lo estaban, y ¡de que manera!… ya lo veremos.
Entonces, podríamos decir, -de manera apresurada y equivocada además-, que un barco arcaico se haya posado en la cumbre del Monte Ararat, luego de que descendieran las aguas provocadas por el supuesto diluvio universal, se corresponde únicamente con una reminiscencia de una leyenda muy remota, tergiversada con el paso de los tiempos, y a la vez, adornada, -si se quiere el término-, por un mensaje religioso o moralista, que luego serían receptores, miles de fieles.
Pero, en el momento en el que nos ponemos a contemplar a ese bello monte; el mas elevado de la meseta de Ararat, ese inmenso volcán de mas de 5 kilómetros de alto; el mirarlo desde las planicies o mesetas, nos resulta muy poco laborioso el llegar a encontrar alguna forma, -congelada o no-, que nos de una idea de que es parte de alguna nave acuática, y rápidamente asociarla al supuesto mito del Arca de Noé. En cambio, si nos ponemos a mirar desde la cima del monte, desde la cumbre del volcán, obtendremos inmediatamente una nueva perspectiva del entorno, mucho más amplia, mucho más lógica, y mucho más certera. y digo certera ya que, durante aproximadamente, los últimos tres siglos, muchas personas han asegurado, desde la perspectiva elevada, desde altas ubicaciones en las paredes del Monte Ararat, el haber divisado una formación aparentemente no natural, con forma de nave acuática, y que se encuentra parcialmente enterrada en lo que sería el Permafrost, en esa mezcla de hielo y lodo, justo en medio de un muy viejo glaciar. y he aquí el primer indicio de que una nave es casi imposible que se halla quedado en la cima de una montaña, por mas altas que hayan sido las aguas, aunque dije casi imposible, por lo que posibilidades existen, pero muy pocas, debido a que al ajar las aguas, en laderas tan empinadas como son las del volcán en cuestión, se hace ilógico y con poco sentido común el barajar la idea de que el barco del antiguo testamente, se encuentre varado en las alturas. Mas bien, es razonable el pensar que deberíamos encontrarla, -queridos exploradores-, en la primer planicie en donde la seguridad de establecerse, sea la que mande, o bien, la que genere sentido común, y haya podido generar la suficiente confianza y la prudente desaparición del miedo, entre sus tripulantes, como para poder atracar la embarcación, sin temor a que pudiera ocurrir algún accidente.
Ahora debemos tratar de esclarecer una paradoja, y es que una nave acuática, un barco del estilo del arca, según el antiguo testamento, pueda quedar, o bien, sobrevivir a los milenios, en lo alto de una montaña, no es tan descabellado, si nos basamos en la ocurrencia de un gran cataclismo que haya afectado a gran parte del mundo, que haya hecho elevar las aguas de manera progresiva, dando el suficiente tiempo a diferentes culturas, para poder construir lo único que a un ser humano se le ocurriría, si éste sabe que las aguas crecen y crecen sin parar, por mas lento que éstas lo hagan; y que es, un barco o bien una nave que pueda flotar en el agua, y de ese modo, salvar a su gente, a sus animales y a algunas de sus humildes posesiones.
Entonces, en este sentido, estamos en condiciones, queridos lectores, de aceptar que una embarcación se pueda encontrar sobre el Monte Ararat o bien a su alrededor. Incluso, pudieron haber cientos de otras embarcaciones por muchos lugares de la zona afectada, que pudieron haber construidos sus arcas con el objeto de subsistir a lo que se avecina.
Es decir, la historia del diluvio universal, fue y todavía lo está, tan asimilada por las diferentes culturas del mundo, debido a que en cada una de dichas culturas, una o varias familias, junto con sus animales y posesiones, son salvadas de alguna especie de cataclismo, siendo el patriarca el que comanda tal salvataje, con el objetivo de hacer una vida nueva tras un mundo desbastado por alguna acción proveniente desde la naturaleza, o bien, como en nuestros días, por causa de la mano del hombre.
En cuanto al patriarca Noé y todo lo que viajaba con él, hasta sus propios nombres han ido variando dependiendo de cada cultura, a lo largo de los siglos, pero contrariamente, el hecho troncal, el de salvarse de una inmediata amenaza, ha sido un hito común en cada cultura.
Y existe un dato muy interesante para reforzar lo anteriormente expresado, y es que, cuando los españoles arribaron a lo que para ellos era el nuevo mundo, descubrieron que las supuestas regiones indias civilizadas, como así también los que se encontraban asentados en la selva, ambas ya se hallaban en posesión de un conocimiento muy amplio respecto del mito del diluvio universal, hasta tal punto de que, para algunos de los supuestos conquistadores españoles, ese inesperado conocimiento de parte de los indios, -civilizados o selváticos-, de la tradición cristiana, lo consideraron como un acto del demonio, con el objeto de sembrar desorden de entendimiento respecto de los que para estos conquistadores, eran los verdaderos creyentes, y no así, los indígenas. De todos modos, éstos últimos sabían de tal hecho. Pero, ¿cómo pudieron saberlo?
Es que, ¡fue un diluvio universal!, ni mas ni menos, por lo que tal hecho ha subsistido en el inconsciente colectivo, generación tras generación, alrededor del mundo.
Pero lo que no es posible comprender todavía, ¿cómo fue posible, que una nave de madera, subsistiera, al menos reducida a una mínima expresión, con el paso de los milenios, sin que desaparezca con el tiempo, teniendo en cuenta, que hasta el hierro no perdura demasiado, y menos que menos, la madera?
Pues, la respuesta está al alcance de todos, y es clara, entendible y soportada sin problemas, por nuestro sentido común, y que es el frío extremo, el que siempre ha reinado sobre todo el área del Ararat. El frío impide que se formen los diferentes agentes putrefactores de lo orgánico, en este caso, la madera, además de recordar que las maderas estaban calafateadas con brea, por fuera y por dentro.
Según el génesis, las medidas del Arca figuran en el capítulo 6, versículo 15, de dicho libro, las cuales son: trescientos codos de longitud (150 m de largo), cincuenta codos de ancho (30 m de ancho) y treinta codos de altura (15 m de alto).
Y ya que nos adentramos un poco en las características del arca, hace poco tiempo, luego de la utilización de un radar penetrante de tierra, demostró que la nave tuvo tres cubiertas, las dos cubiertas superiores se habían derrumbado dejando la cubierta inferior intacta la cuál contenía 144 cuartos. Paredes, cavidades, una puerta cerca del frente, rampas, y cisternas grandes cercanas a la proa también fueron localizadas por este radar. La exploración de radar reveló cuatro protuberancias que se extendían desde la popa y que probablemente eran alguna especie de estabilizadores.
También, como resultado del uso del radar de suelo, y con el uso de diferentes tipos de detectores de metales, se identificaron miles de remaches de metal en el sitio, todos a intervalos regulares, los que generaron un entramado de líneas horizontales y verticales "que entrecruzaban" el arca, demostrando la utilización de hierro en los niveles de cada mampara. La ciencia convencional propone que la edad de hierro precede a la época del diluvio, y en el antiguo testamento bíblico, en génesis 4:22 dice, "Tubal-Caín (era), artífice de toda obra de bronce y de hierro". También fueron encontrados nódulos de hierro en unos 5400 lugares, los que muestran modelos lineales constantes y acordes con la hechura del casco.
Pues, y retornando a los ciclos del frío allí en la zona de Ararat, cada 20 años aproximadamente, se repite un ciclo de vientos calientes e intensos, que literalmente, arrasa la región del macizo de Ararat, ocasionando el derretimiento parcial de sus hielos, y es tras estos ciclos, el momento justo en que una silueta muy particular se deja ver sobre el curso de lo que habría sido un río helado o uno de sus glaciares. Una silueta en forma de embarcación, la cual, sorprendentemente, coincide en tamaño, con las medidas dadas en el libro del génesis.
Y, si pensamos, ¿por qué ha podido sobrevivir tanto tiempo… como ya lo mencionamos, el frío lo conserva todo. Si se han encontrado animales intactos, con pelajes y piel totalmente conservados por el frío, como algunos mamuts, por ejemplo, el mismo entendimiento es aplicable sobre esa figura que se asemeja casi sin dudarlo, a una embarcación, y que se asoma cada 20 años, cuando los hielos se retiran por un tiempo.
Y allí está, estimados lectores… hemos encontrado juntos, el Arca de Noé. Observemos las imágenes, comparemos las medidas que vemos en la realidad, en esa silueta de navío, con la expresada en el génesis, tengamos en cuenta el lugar, también detallado en dicho libro y la lógica posibilidad de un cataclismo universal, que en la realidad pudo haber sido local, pero de una magnitud tal, que afectara a varias naciones… incluso al continente perdido de la Atlántida, la cual sucumbió por similares catástrofes. (pueden ver mi video respecto de la Atlántida en donde me refiero a la Epopeya de Gilgamesh, escrita sobre en una tablilla de arcilla, 700 años antes de cristo, la cual habla de un Diluvio Universal que aniquila la vida en la tierra, además de darle otro nombre para el Noé de esa civilización.)
Dicho y hecho, y mientras vamos recordando la imágenes del Arca de Noé del Ararat actual, las investigaciones han continuado hasta nuestros días, justo en los momentos en el que los hielos se retiran un poco para que, en este caso, dejen al descubierto, a lo que para muchos estudiosos sobre este tema, son los restos arqueológicos del Arca de Noé. y con esto, la historia antigua, podría llegar a reescribirse, además de entender mejor al comportamiento de la geología de la zona, de una basta zona diría yo, ya que no nos debemos olvidar de la Atlántida.
Incluso, algunas creencias religiosas de todo el globo, se verían, de alguna manera, fortalecidas por la comprobación fehaciente de que es el Arca de Noé, lo que allí descansa desde hace siglos.
Por lo tanto, mas allá del cataclismo que haya sido el que exterminó a la mayor parte de los habitantes de la tierra, según el génesis, ya sea de origen tectónico, geológico, o proveniente desde el espacio, esta supuesta leyenda, es interpretada como una consecuencia directa de las ofensas del hombre hacia su dios, según la Biblia, o al cielo o a muchos dioses, dependiendo de si hablamos de Sumeria, Babilonia o Egipto.
Con este cataclismo universal, se borró del mapa a todo ser humano, salvo… ciertos elegidos… como Noé y su familia, en este caso, de manera tal de comenzar de nuevo… una especie de un Nuevo Orden Mundial de unos 3 mil años de antigüedad, en donde todo fue limpiado, por causa de la maldad del hombre.
Y si a dicha maldad humana, la trasladamos a nuestra época actual, podremos asociarla muy bien, a las guerras, a las pruebas atómicas, a la contaminación ambiental, a la destrucción de los recursos terrestres por causas del accionar del imperialismo, del capitalismo y sus consecuencias directas como el hiperconsumo y el individualismo.
En génesis 6, dice lo siguiente: “viendo Yahvé cuanto había crecido la maldad del hombre sobre la tierra y que su corazón no tramaba sino aviesos designios todo el día…”. Como vemos, Noé estaba advertido, así como todos los demás habitantes de ese tiempo.
Y retornando a nuestros tiempos, queridos exploradores, esa advertencia la continuamos viendo hasta nuestros días, como los diferentes tipos de accidentes nucleares, como lo fue el último, ocurrido en la central nuclear de Fukushima, en Japón, luego del tsunami que desbastó gran parte de la costa de esa área, como así también, los desastres químicos que alteran el equilibrio en los ecosistemas, y por ende, en la vida misma… es decir, aparentemente el hombre continúa en su afán de autodestruirse, y que un nuevo cataclismo mundial borre de la faz de la tierra, a la mayor parte de la población humana.
Pero, ¿ya se ha construido un nuevo arca? el nuevo Noé y su familia ¿ya se encuentra preparando las valijas? ¿Quién será el nuevo Noé?, porque si este mundo continúa siendo desbastado por la mano del hombre, les aseguro que habrá un nuevo Noé, queridos exploradores, un nuevo elegido para perpetuar la raza humana, y comenzar de nuevo.
Y en algún lugar muy frío del mundo, ya se encuentra una especie de arca, aunque no es una nave, sino que, un inmenso recinto horadado perfectamente bajo una montaña, el cual guarda las semillas de casi todas las especies de plantas de este mundo: el nuevo Arca para el nuevo Noé, es: la “Bóveda Global De Semillas De Svalbard”, en Noruega. Se la considera el almacén de semillas mas grande del mundo, incluso lo han apodado “la bóveda del fin del mundo”, debido a que salvaguarda la biodiversidad de las especies de cultivos, que sirven como alimento, en caso de una catástrofe mundial.
Esta nueva arca, es capaz de resistir terremotos, impactos de bombas nucleares e incontables desastres que se nos puedan ocurrir. Se encuentra a 120 metros de profundidad en una montaña de piedra arenisca en la isla de Spitsbergen. Actualmente almacena alrededor de 100 millones de semillas procedentes desde todos los rincones del mundo, pero he aquí que tiene la capacidad para 2 mil millones de semillas, por lo que, de seguro, continuará siendo abastecida.
Entonces, ¿qué significa lo dicho anteriormente? ¿Es solo un… “por si acaso”? o, ¿alguien se halla en la posesión de un cierto conocimiento, de que pronto sucederá un nuevo cataclismo universal?
¿Ustedes que piensan queridos lectores?
Este mundo está lleno de corrupción, por lo que, el efecto de ello, ¿es el de alterar el orden mundial y la biodiversidad, con sus nefastas acciones?
Si esta última cuestión es respondida afirmativamente, ¿qué nos deparará el futuro?
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