Recordando que en épocas precolombinas ciertos Reyes Católicos y su séquito de seguidores afirmaban con toda confianza en si mismos, que la tierra era plana y que además, era el centro del universo, siendo que muchos años antes de que esta concepción geocentrista y equivocada haya sido el dogma científico y filosófico reinante de ese tiempo, tanto los Vikingos, los Chinos, los Egipcios, los Fenicios, los Griegos, y muchas otras civilizaciones milenarias, ya habían intentado circunnavegar el globo, y que, mas allá de su éxito o no, tenían en claro una cosa... que la tierra no era el centro del universo y que tampoco era cuadrada.
Para refutar aquella disparatada idea nacida desde el dogma puro del Catolicismo, un hombre, llamado, Cristobal Colon, -o Cristoforo Colombo-, allá por el año 1492, convenció, por medio de palabras y hechos que solo un Caballero las porta, a unos monarcas muy reticentes a cambiar la postura inamovible del dogma eclesiástico. Y mas allá de lo que la historia no nos deja muy en claro, estos monarcas tenían un gran apego a cierta Orden Militar totalmente separada, desencontrada y con corrientes de pensamientos opuestos al Catolicismo, por lo que el éxito en las negociaciones fue rotundo, y para esa parte del mundo y en ese tiempo, la idea de que la tierra era un gran cubo, quedó sellada con el fuego de la razón, mas allá de que la redondez de la Tierra y el heliocentrismo ya habían estado en muchas mentes de incontables civilizaciones predecesoras a la europea.
Entonces, el mundo, al fin, dejó de ser un cubo, para ser aceptado como una gigantesca mole esferoide que flota en el viscoso y oscuro espacio, girando alrededor del sol y dentro de una inconmensurable galaxia, y por las entrañas de un universo casi infinito.
Por consiguiente, retornando a los días actuales, es notable como el Catolicismo ha comprendido cabalmente el concepto de esfera, con lo que ha aprendido a dejar plasmado dicho cuerpo geométrico espacial, en incontables obras de arte, entre pinturas, y diversas esculturas en diferentes lugares en donde tiene presencia el Estado Vaticano.
Pero, de la que me toca referirme aquí, es de una escultura, que de solo verla, impacta por su rareza conceptual, por sus claros rasgos y esencias ocultistas, por su incompatibilidad -a primeras vistas- con las demás esculturas del Vaticano, por dar la idea de un modernismo tecnológico que va mas allá de todo lo conocido hasta ahora, por el nombre del lugar -dentro del Vaticano- en donde fue emplazada, y por sus varias analogías con la Luna, y hasta con la Estrella de la Muerte, de la película Star Wars, aunque, de todas maneras, ésto no es lo que se develará cuando le quitemos el velo.
La referida escultura, es nada mas y nada menos, que una gran esfera de cobre, que rota constantemente, sobre el piso del "Patio de la Piña", en el Vaticano.
Dicha esfera, no es solamente una esfera y ya, sino que esconde a simple vista, un sinnúmero de características que la hacen ser acreedora de la mirada de millones de turistas al año. Las mencionadas características, se basan principalmente, en que porta entre sus entrañas metálicas, otra esfera mas pequeña, incrustada ésta entre una serie de lo que aparentan ser mecanismos de movimiento y que además, dan la idea cinematográfica de que en algún momento comenzarán a moverse, como si la esfera fuera un Transformer a la espera de su activación por parte de quien sabe quien.
La esfera interior y mas pequeña, da la apariencia de que se incrustó dentro de la esfera exterior, con lo que de esa manera rasgó su superficie alrededor de aquella.
Hasta aquí, y mas allá de sus rarezas constitutivas, es solo una compleja escultura que, según su creador, el arquitecto Arnaldo Pomodoro, solo menciona escuetamente que la esfera metálica, representa los daños que hicieron las bombas arrojadas durante la Segunda Guerra Mundial sobre su tierra natal. Pero, la duda, la intuición y el sentido común, me llevan a entender que, mas allá de la versión oficial, existirían mucha incógnitas mas dentro de su aparentemente simpleza conceptual, aunque no así constitutiva.
Primero, y antes de comenzar a ver mas allá de lo evidente, mostraré unas imágenes de la escultura, "Esfera dentro de Esfera", ubicada en el Patio de la Piña, en el Vaticano:
Esfera dentro de Esfera del arquitecto italiano, Arnaldo Pomodoro. |
Hasta aquí, muy bellas imágenes por cierto, pero además, a partir de aquí, comenzaré a valerme de la duda, de la intuición y del sentido común, virtudes cimentadas por un humilde bagaje intelectual acumulado en mi, desde edades muy tempranas.
Únicamente nos deberemos hacer una pregunta básica, y es la siguiente. ¿Porque la escultura, Esfera dentro de Esfera, se encuentra en el Patio de la Piña, y no en otro lugar del Vaticano?
Para responder a esta cuestión, primero debo arrojar Luz respecto de lo que representa la Piña, de lo que ella simboliza, de su representación arquetípica en la psique humana y de su milenaria concepción histórica.
La Piña; fruto del Pino, árbol perteneciente al grupo de las coníferas y, dentro de éste, a la familia de las pináceas, que presentan una ramificación frecuentemente verticilada y más o menos regular; en primera instancia, simboliza a la Glándula Pineal humana, -de ahí su nombre-, la cual constituye una pequeña parte en el cerebro medio que se ocupa de regular el ritmo circadiano, es decir, las etapas del sueño, y los estados alterados de conciencia, por medio de la segregación de hormonas en el cerebro. La imagen siguiente es una pequeño y simple esbozo de la Glándula Pineal del cerebro humano, y por lo que intuyo, muchos ya la estarán relacionando, -aunque sin una concepción lógica que la asocie con la Esfera-, con la Piña del Patio del Vaticano:
Glándula Pineal humana con una morfología muy semejante a la piña del árbol del pino. |
Prosiguiendo con los significados de la Piña y de la Glándula Pineal, adjunto un extracto del Diccionario Colegiado de Webster:
"...[la Glándula Pineal es]... Un pequeño apéndice cónico del cerebro de todos los vertebrados craniados [y] que [en] algunos pocos reptiles tiene la estructura esencial de un ojo, que funciona en algunas aves como parte de un sistema de medida del tiempo, y que se postula ser un vestigio del tercer ojo, un órgano endocrino o el asiento del alma..."
La representación arquetípica del cono del pino, es decir, de la Piña, en lugares como en la India, en la mismísima tradición hindú, les enseña a sus seguidores a despertar el tercer ojo, activando sus "siete chakras". Activación que se corresponde con un ejercicio que proviene desde épocas antiguas, épocas en las que Colón todavía no existía, y en las que también tenían muy en claro su lugar en el mundo y en el universo, tradición aquella, que hoy en día no ha perdido vigencia alguna, y que se denomina, "Kundalini Yoga", la que postula entre sus preceptos milenarios, que su práctica habitual, afecta de manera directa a la conciencia humana, con el objetivo primordial de desarrollar la intuición, de aumentar el conocimiento de uno mismo, y de acrecentar el potencial creativo del ser humano.
Pues, como ya se habrán dado cuenta, el símbolo esotérico del "Kundalini Yoga", es el caduceo, un símbolo que cuenta con dos serpientes enroscadas (al igual que lo hacen los dos pavos reales alrededor de la piña del Vaticano). Primero veamos una imagen de lo antedicho:
Como ya se han dado cuenta, aquí agregamos un elemento mas a la ecuación, y que es el concepto de reptil, es decir, la serpiente, animal tan vilipendiado por el génesis de la Biblia, ya que solo quería que el ser humano se haga un libre conocedor del bien y del mal, del propio conocimiento de la vida y de la muerte, esa serpiente quería que el Hombre obtuviera, la tan prohibida por el Dios del Edén, Conciencia del Si-mismo, conciencia ésta que nos hace abrir los ojos para mirar un mundo que otros solo pueden ver. Con la conciencia mirarás mas allá de lo evidente, pero, contrariamente, con la inconsciencia, solo podrás ver hasta la punta de tu nariz.
Hasta aquí entonces, tenemos el Patio de la Piña en el Vaticano, que alberga en su interior, a la escultura denominada, "Esfera dentro de Esfera", -objeto de análisis en este artículo-, a la Piña del árbol Pino y a sus representaciones arquetípicas y esotéricas, y a la Glándula Pineal, como representación del tercer ojo o del sueño y de la conciencia del ser humano. Pero, acabo de agregar un actor más a esta historia, y que es un actor reptiliano, y para nada es el de la serie televisiva, "Invasión V", sino que es un "simple" animal rastrero, es, ni mas ni menos que, la propia serpiente del Caduceo, del Kundalini Yoga y del Génesis. Las serpientes enroscadas en aquella vara (así como los dos pavos reales alrededor de la piña en el Vaticano), representan a la energía sexual ascendente hacia la conciencia del si-mismo, energía sexual ésta, muy poderosa, constructiva y a la vez destructiva del Ser, si ésta no es correctamente canalizada de manera precisa hacia un destino superior y consciente. La energía sexual mantenida siempre en ascenso hacia la virtud, transmutada en acciones y en creaciones, es el claro efecto de las serpientes en ascenso por nuestra médula espinal, mientras que lo contrario, es decir, el no dejar que esa poderosa fuerza que proviene de la libido, se transforme en lo que nos hace Seres Humanos conscientes, nos mantendrá en un mar de bajas pasiones, de desenfrenos, de iras incontenibles y de vulgaridades existenciales, conduciéndonos a que nuestra Alma quede apresada, y la inmortalidad para ella, sea una utopía inalcanzable.
Y agrego aquí un dato interesante, en alusión a lo anteriormente expresado, y que es por este tema que todos los eclesiásticos del Catolicismo no deben casarse ni deben tener relaciones sexuales, debido a que sus energías libídicas tienen que mantenerse en la conciencia del Ser, es decir, tienen que ser redirigidas hacia la conciencia, hacia la Glándula Pineal, hacia el tercer ojo, hacia el extremo superior del Caduceo, hacia la cima de la Vara de Hermes... hacia Dios... hacia ese ojo que se ubica dentro de nuestro Sistema Límbico, o cerebro reptiliano y que en algunos animales se asoma en su frente asimilándose a un tercer ojo.
Pero también debo anexar aquí, y que si bien en muchas culturas mas, el tercer ojo, o conciencia del si-mismo, es representada por una Piña, o en otras, por una marca en la frente en línea vertical recta con la nariz, en otras culturas, como la egipcia, el tercer ojo o Glándula Pineal, -eso que los conectaba con sus propios dioses y con la Gran Mente del Todo-, es el archiconocido Ojo de Horus, cuya forma, encontrada dibujada a veces con lapislázuli, se asemeja también a la anatomía cerebral que rodea a la Glándula Pineal. Observa la comparación recién mencionada, en la siguiente imagen:
Comparación del Ojo de Horus y la anatomía del recubrimiento de la Glándula Pienal (7), y la propia glándula en el centro de aquel (45). |
Por lo tanto, si bien todo esto parece una mezcolanza conceptual, mitológica, esotérica, arquitectónica, anatómica y fisiológica, a continuación, podrán corroborar que no es así, y que todos ellos se relacionan entre si, y además, como si lo analizado aquí fuera poco, todos los actores se hallan en una conexión directa con la escultura denominada, "Esfera dentro de Esfera", objeto de análisis en este artículo.
Así es queridos lectores, dicha esfera de cobre, la cual porta una gran analogía con un ojo, no habría sido puesta en el Vaticano como una simple representación de las bombas arrojadas en la segunda guerra mundial y nada mas, sino que, por el contrario, todo lo antedicho convergería en una revelación extremadamente intrigante, y a la vez muy escalofriante además, para la psique colectiva inconsciente, una verdad que aparenta ser invisible para los que no ven mas allá de sus propias narices.
Dicha esfera, cuya imagen muestro nuevamente y a continuación, estaría representando a la conciencia del si-mismo, al tercer ojo, al Kundalini Yoga, a la Glándula Pineal, a la Piña del patio del Vaticano (por eso se encuentra colocada allí), al ojo de las serpientes del Caduceo, al ojo de la serpiente del Génesis Bíblico... esta intrigante esfera, nos está recordando los inicios y orígenes reptilianos de la humanidad, sea por una completa evolución Darwinista, o por una modificación genética del ADN en los Neandertales, por las manos extraterrestres de los Anunnaki. Sea cual fuere el origen del Ser Humano, es innegable nuestra naturaleza reptiliana, naturaleza que está magistralmente representada en la esfera del Patio de la Piña, en el Vaticano... y para que todo cierre, ¿que mejor lugar para colocar dicha esfera no?
A partir de aquí, por medio de mi análisis precedente, podría estar develando un gran misterio, que hasta ahora se encuentra oculto bajo los velos de la ignorancia y de la inconsciencia. He aquí el mensaje oculto de la Esfera del Vaticano que nos hace recordar muy bien, que aquellos dioses internos, -y como algunos afirman, también externos-, todavía continúan entre nosotros, haciendo caer -o no- a la tan aceptada Teoría de la Evolución de Darwin:
Comparación de la Esfera del Vaticano ubicada en el Patio de la Piña (Glándula Pineal o tercer ojo u ojo de Horus) con un ojo de un reptil, específicamente, de una serpiente. |
Una dato es seguro... el ser humano es reptil por naturaleza, y todavía porta en su psique profunda, las tiranas fuerzas del reino animal... del reptiliano... pero... ¿cual ha sido el origen mismo de esa naturaleza? ¿Fue lo que nos ha contado Charles Darwin, o lo que nos ha contado Zecharia Sitchin como resultado de sus 30 años avocado al estudio y análisis de las miles de tablillas dejadas por la civilización Sumeria? Ambos hombres invirtieron su vida entera en averiguar un posible origen -o cambios- en las especies y en la humanidad, y si bien la evolución darwiniana es evidente a todas luces, ¿quién nos dice que en el camino evolutivo hacia ser lo que hoy somos, no se introdujera una mano extra para crear una nueva especie a imagen y semejanza de ellos... de los dioses?
En Génesis 1:26, dice:
"Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y ejerza dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra."
Entonces, ¿por qué se hace referencia a la creación del Hombre, en plural? Si Dios estaba conceptualmente constituido por un conjunto de muchos seres, es totalmente comprensible lo que indica el Génesis, y por ende, igualmente comprensible lo que nos intentó mostrar Zecharia Sitchin con sus deducciones sobre las tablillas sumerias.
Y una cosa es cierta. El ojo metálico que está en el Vaticano, constantemente se encuentra rotando 360 grados, como si estuviera mirando -respaldado por la conciencia de la Piña- en dirección a los cuatro puntos cardinales... hacia las cuatro esquinas del mundo... de un mundo esférico.
Así tan fácil?...seras tan conocedor de los reptilianos?...amigo, seamos mas simples y podremos aprender mas sobre la verdadera razón de ser...o quizá no sea necesario y podamos vivir en esta dimensión (?) que nadie sabe quien la descubrió ni cuantas dimensiones mas hay.
ResponderBorrarAutor del post... deja de fumar mierda que luego te sales entradas del blog como ésta.
ResponderBorrarTe faltó decir que Thor y Capitán América la trasladaron a Roma...