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28/07/2014

Mentes inquisidoras al acecho dispuestas a exterminar a los "nuevos herejes" del siglo XXI. ¿Reminiscencias de épocas medievales?


Luego de analizar mucho, -demasiado diría yo, y durante bastante tiempo-, el comportamiento de la sociedad, principalmente a través de las redes sociales, en relación a la manera en que sus integrantes reaccionan cuando alguien se atreve a romper los esquemas hipócritas, banales y repletos de egos; luego de tratar de entender, desde mi humilde punto de vista, el porqué la mayoría de las personas reaccionan como reaccionan ante un intento de ayudar a que se camine por la vida con los pies sobre la tierra y no con las manos hacia el cielo, luego de esto, llegué a comprender, casi a la perfección, el porqué la impunidad y la desigualdad son dominantes a nivel mundial y en todos los ámbitos sociales, llegando a ser ésto, algo de todos los días.

Con este primer párrafo podemos divisar una gran crisis de autoconocimiento, viviendo constantemente, mirando hacia el afuera, hacia los demás, siendo que a donde debemos mirar, es hacia nuestro propio interior, hacia nuestro Yo.

Y esto me recuerda a un pensamiento del creador de la filosofía del Cuarto Camino, y mucho mas, George Ivánovich Gurdjíeff, quien ha mencionado lo siguiente respecto del autoconocimiento:
"El principal método de estudio de uno mismo es la auto-observación. Sin la auto-observación, un hombre nunca va a comprender cómo y por qué siempre todo le ocurre."
Entonces, todos debemos comprender que, mientras la sociedad continúe utilizando la condena inquisitoria basada en meras suposiciones hacia afuera respecto de algo -o de alguien- y que percibe como un intento de alteración de su opaca burbuja de ensueño en la que viven muchos de sus integrantes, dicha burbuja no les dejará mirar nunca una realidad que les es totalmente diferente a la que, por lo común, están acostumbrados a ver, y que es la propia percepción de sus egos, cuales estrictas leyes extrovertidas que dictan la manera de relacionarse con los demás.

Aquella impunidad que ostentan visiblemente, desde los gobiernos hasta las corporaciones, seguirá continuando, por el momento, en una imparable carrera en busca del bien egoísta en lugar del bien común mientras mentes obnubiladas por los egos, continúen pululando por entre el débil tejido social. Aquel ego dentro de la burbuja opaca de realidades alteradas de ciertos integrantes de la sociedad, no hace mas que traducirse, o trasladarse automáticamente, hacia una búsqueda impune del bien egoísta, por parte de los poderes políticos y económicos mundiales, sin medir consecuencias, o mas bien, midiendo muy bien y de antemano las consecuencias que se van a crear por el mero interés de obtener la mayor tajada de algo, sea de dinero, sea de poder, sea de una cierta tecnología innovadora, etcétera. Es decir que, gracias a los que todavía viven en una muy confortable burbuja opaca, sin intentar siquiera, darse cuenta de que dicha burbuja existe, como primer paso hacia la conciencia del si mismo, hacia la intraversión; gracias a ellos, la impunidad mundial de los grandes poderes hegemónicos, es aplastante y muy evidente, y es además, la que genera, por ejemplo, las operaciones de banderas falsas, las guerras hipócritas por conquistas de territorio y recursos, en las que de un lado se tiene todo y en las que del otro lado no se tiene nada (y eso no se llama guerra, sino genocidio), los sucesivos desastres aéreos cuyas causas y causantes brillan por su ausencia, y un gran etcétera. Gracias a esa parte de la sociedad capturada por los egos, dominada por la hipocresía y las banalidades, que no mira lo que tiene que mirar, que no escucha lo que tiene que escuchar, que no lee lo que tiene que leer y que no entiende lo que tiene que entender, gracias a ellos, el mundo de hoy en día está como está y es un gran dibujo, dibujado y desdibujado a demanda de los poderes. 

Por ello, cuando algunos de los integrantes de ésta sociedad ciega, se encuentran repentinamente con alguien que intenta reventar sus burbujas de hipocresías, no aceptan ese algo bueno de parte de ese alguien, sino que, lo primero que intentan, como si fuera una reacción instintiva para evitar el cambio, es el tratar de introducir a ese alguien, junto a ellos, dentro de la misma burbuja de inconsciencia, y absorber la conciencia de esa persona, de ese alguien, para que ésta sea como la de ellos, y con esto, todos queden tranquilos dentro de su esférico lecho de comodidades banales.

Pero cuando ese alguien que intenta abrir los ojos de los demás, por medio de una dosis fuerte de conciencia, no se deja llevar por las mentes inconscientes, hacia el interior de sus esferas de algodones y de pétalos de rosa, ese alguien sufre la condena automática de aquellos, como haciendo honor a los nefastos inquisidores de épocas medievales. Es automático, ya que al intentar hacer entrar en razón a la masa inconsciente, ésta se revela ante un cambio que potencialmente podría modificarles la vida, pero de lo que no se dan cuenta, es que ese cambio potencial, es para el bien de ellos y no para su mal. Pero no todo el mundo se encuentra dispuesto a cambiar sus pensamientos cómodos por pensamientos que le hagan ver la realidad y estos son los que, -en conjunto con todos sus iguales en este mundo-, los que indirectamente permiten que los poderes hagan y deshagan sus destructivas fechorías sobre este planeta tan castigado.

Cuantas mas personas se mantengan dentro de las mencionadas burbujas de inconsciencia, mas fácil les será dominarlas por parte de los poderosos, mas rechazos generarán hacia los que intentan hacerles ver el exterior de dicha burbuja, y mas hechos tristes e impunes de falsas banderas y de guerras se darán por nuestra bendita Madre Tierra.

El desafío de la auto-observación, es llegar a entenderse a uno mismo para conocer y poder transformar el entorno en pos del bien colectivo, de la sociedad toda, para que los poderes se cuiden a la hora de confabular sus muy elaboradas maniobras delictivas e impunes, ya que habrá muchas mentes mirándolos. De lo contrario, mientras la auto-observación no suceda en masa, y siga habiendo personas viviendo dentro de burbujas opacas, únicamente dirigiendo sus miradas hacia afuera (de la burbuja) solo cuando llega el inquisidor momento de suponer hipócritamente sobre los demás, el destino trágico del mundo seguirá estando sellado con fuego.

Los poderosos quieren y necesitan personas así, inconscientes e hipócritas, de manera tal de que el manejar a las masas les sea mucho mas fácil. Pero esto se revertirá algún día cuando el nivel de conciencia colectiva supere a la inconsciencia colectiva y además, cuando la auto-observación, ese conocerse a uno mismo, sea la base espiritual de la humanidad.



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