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19/09/2013

¿Hubo tiempo antes del tiempo? Un nuevo intento de comprender la mente del Todo.


Hace 13 mil 700 millones de años atrás.

Cuando la materia todavía se encontraba en un estado "embrionario", como resultante de la Gran Explosión o Big Bang, y bajo un poderoso proceso de masificación constante y creciente, y cuando el espacio no existía, y el tiempo recién comenzaba a dar sus primeros "tics", un "nuevo universo" empezaba a conformarse velozmente por entre las infinitas tinieblas de la nada, una pequeña sopa primigenia de partículas subatómicas pesadas, denominadas "Quarks" y "Gluones", eran los ingredientes perfectos para aquella sopa primordial, gracias a la cual, quince mil millones de años mas tarde, yo, hoy, pueda estar escribiendo estas líneas, y que otros las estén leyendo; en definitiva, que nos encontremos aquí, en este basto universo ya conformado, y que, aunque la onda expansiva -o Radiación de Fondo Cósmica- proveniente desde aquella Gran Explosión haga que el Cosmos se siga expandiendo, al mismo tiempo, éste se está frenando, cuyo inevitable final será el proceso inverso a aquel "Génesis", será una gran frenada cósmica, un retroceso, un volver atrás, el comienzo del camino hacia una Gran Compresión de la materia hacia lo que fue, en el principio, aquella sopa primigenia... será el Big Crunch, proceso por el que toda la materia retornará hacia su mas pura esencia constitutiva... la energía.

Pero, todo esto pasó y pasará, en un espacio y en un tiempo. Y como sabemos, en el universo existen, en general, tres elementos constitutivos, y que son: la materia, la energía y el tiempo. Pero, podríamos reducir esa lista a dos elementos; ya que, si recordamos la ecuación de Einstein, que dice que toda energía (E) es equivalente a la masa o materia (M), al instante de tiempo en que esta última es acelerada a la velocidad de la luz (c), o sea, la ecuación: E = M*c2; por lo que solamente nos quedarían dos elementos, la energía y el tiempo, ya que tanto la energía como también la masa, no son mas que diferentes estados de una misma cosa, o sea, de un flujo caótico de radiación cósmica no aglutinado por ningún campo (ver como se aglutina la energía, gracias al campo de Higgs, al campo gravitacional o al campo magnético).

Por lo tanto, solo energía y tiempo es lo que, en esencia, constituye todo lo que conforma este universo, todos los cúmulos globulares, todas las galaxias, todos los Quazares, todas las Supernovas, todas las estrellas o soles menores, las enanas blancas, marrones y rojas, todas las estrellas de neutrones, los sistemas solares, los planetas... nosotros... todo... y todos, estamos formados, al igual que aquellos objetos estelares que nombré arriba, por un cúmulo de energía radiante, aglutinado bajo un campo de atracción que nos mantiene bajo la forma que denominamos: materia. Por ejemplo, si ese campo que mantiene nuestros cuerpos bajo una especial forma de materia, desapareciera por alguna acción "negativa" externa, todos los elementos constitutivos de nuestro cuerpo, inmediatamente quedarían sin sustento atómico, por lo que aquellos átomos se mezclarían, en un abrir y cerrar de ojos, con el propio entorno corporal.

Pero, todo lo que estoy escribiendo, ocurre en un tiempo y en un espacio determinado, con lo que surge la pregunta: ¿Como se formó el tiempo?

Una respuesta sería que, el tiempo, al estar estrechamente relacionado con la energía, y por ende con la materia misma; ya que toda materia existe, si y solo si, bajo la existencia paralela de un tiempo precisado matemáticamente, además de hacerlo también en el espacio; se formó, o comenzó su conteo, o "tic" existencial, en el momento exacto en el que aquella Gran Explosión se materializó ante los impávidos ojos del oscuro y frío infinito. A partir de este hecho innegable, el tiempo comenzó a fluir hacia una cuasi eternidad (y digo cuasi ya que no debemos olvidarnos del Big Crunch). El tiempo, al igual que la materia, comenzaron su existencia hacia lo que hoy podemos percibir con nuestros sentidos. Ambos surgieron juntos en una carrera hacia un objetivo que todos los seres humanos tenemos al alcance de nuestras percepciones; hacia la existencia de la materia o energía, en un tiempo determinado. Y relativo a esto último, las matemáticas nos dicen que tiempo y materia (o energía) son inseparables, ya que una cosa no existe sin la otra. La materia, no existe sin el tiempo, y el tiempo no existe sin la materia (o energía). Ambos se necesitan el uno al otro para poder existir, conformando luego, un enorme universo, enteramente apoyado sobre aquellos dos inseparables pilares cósmicos.

La materia es caótica, la energía es caótica... pero el tiempo no, con lo que éste le imprime a la primera, un dote de control, de regularidad, de orden y de armonía, que en conjunto le llamamos Cosmos. Además, la misma palabra Cosmos, provenida del griego, significa Orden. Por ello, el tiempo le pone Orden al gran Caos generado por la energía.

Pero, a partir de aquí surge otra pregunta, ¿hubo tiempo, antes del tiempo?

La respuesta a esa pregunta existencial -¡una mas!-, desde mi punto de vista, es un rotundo NO. Pero, luego de esta negativa, algunos, automáticamente se preguntarán: sino hubo tiempo, ¿tampoco pudo existir energía o materia, instantes de tiempo antes de aquella sopa primigenia plasmática, la que luego llevó a nuestro universo a ser lo que es hoy en día?

La respuesta es la misma: NO. Tampoco existió la energía, ya que, como recordamos, tanto el tiempo, como la materia (o energía aglutinada por un campo de atracción subatómico) existen si o si, una a la par de la otra, debido a que, la materia, inexorablemente debe existir en un tiempo -y espacio determinado- constituyendo ambas, esa dualidad que conforman en conjunto, ni mas ni menos, que el universo de efectos del que todos somos conscientes.

Esa dualidad, inseparable, innegable, y matemáticamente demostrada, existe gracias a la acción incognoscible de una única entidad, de un proceso o Génesis, al cual lo podríamos denominar de varias maneras, como: "Mente Cósmica o Universal", "Universo Causal", "Todo", "Conciencia Infinita", "Gran Causa"... "Dios". Y además, esta Entidad Única, goza de poseer muchos nombres terrenales diferentes, nombres que los seres humanos de este mundo le han puesto a aquel Génesis, con el pasar de los siglos, como por ejemplo, -y nombrando solo algunos-: en el Cristianismo, Dios es definido mediante una trinidad (una hipóstasis de Dios en un único ser, manifestado en el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo); para el Judaísmo, es Yahvé (llamado también, el tetragramatón, por sus cuatro letras originales: YHVH); en la tradición Islámica, el nombre más popularmente aceptado para Dios, es Alá; en el Hinduismo, a la Realidad Última y fundamental se la denomina Brahmán, que, al igual que el Dios del catolicismo, éste conforma una trinidad compuesta por Brahma, "El Creador", Vishnu, "El Preservador"  y Shiva, "El destructor"; en algunas religiones de China, es bastante común el nombre de Shang Ti; para el Gnosticismo, el nombre de Dios es Abraxas, el cual abraza la "Unidad" en una aparente "doble separación"; en la religión Rastafari, el nombre de Dios es Jah; en el Zoroastrismo, considerada por muchos, como una de las religiones precursoras del monoteísmo, y siendo Zaratustra su profeta principal, el Ser Supremo, la Realidad Última, es Ahuramazda u Ormuz. Como vemos, el ser humano a través de los siglos, además de intentar explicar el origen de todo y del Todo, e incluyéndose a si mismo, también le ha dado sus variados nombres descriptivos, dependiendo del contexto (tiempo y lugar) en que ese Dios fuera pensado.

Por lo tanto, teniendo en cuenta ambas respuestas negativas a aquellas dos preguntas existenciales formuladas mas arriba, llegamos a la conclusión lógica de que la materia o energía no existe si no existe el tiempo, y viceversa. Por lo tanto, antes de que exista el tiempo y la materia, no existía absolutamente nada, ya que, como sabemos, ambos pilares soportan la existencia de este universo. El tiempo y el espacio sostienen la gran mente del Todo. Pero, antes del tiempo mismo, antes de aquella Gran Explosión, antes del Big Bang, no existía absolutamente nada. ¿Porque? Porque, a esa NO existencia, ni del tiempo, ni de la materia (o energía aglutinada por un campo) que tenga la posibilidad de existir durante aquel conjunto de "Tic's", la podría llegar a explicar con la siguiente idea: En el universo -mas allá de que el tiempo en sí mismo es una abstracción humana- existen dos tipos de energía, la energía positiva -que es la que percibimos con nuestros sentidos- y la energía negativa -conformada principalmente por la materia oscura del universo-, las cuales, una, tampoco puede existir sin la otra. Es decir, y valiéndome de un buen ejemplo de manera de hacer entender mejor lo que quiero explicar, a aquella doble NO existencia, la ejemplificaría de la siguiente manera: si queremos hacer un agujero en nuestro patio, la materia -o tierra- que extraemos del suelo para formar aquel hoyo, queda representada, al lado de éste, por una montaña equivalente. O sea, que el agujero -materia oscura o negativa- no puede existir sin la montaña de arena -materia visible o positiva-, y la montaña de arena, no puede existir sin el agujero. Ambos son mutuamente excluyentes. Entonces, y ya que estoy nombrando un concepto matemático, si represento al agujero de mi patio con un valor -1 y a la montaña, generada por la tierra extraída de aquel hoyo, con un valor 1 (o como se lo define matemáticamente: +1), la NO existencia del patio entero -o sea del universo-, antes del Big Bang, antes de que aquella Gran Explosión creara el tiempo y toda la materia, la podremos comprobar matemáticamente como sigue (y recordando que antes del Big Bang, antes de la Gran Causa, antes del Todo... digamos... antes de que Dios diga "hágase la Luz", no existía nada, ni tiempo, ni materia, de acuerdo a las dos respuestas negativas de más arriba, ya que el hoyo o agujero NO puede existir sin la montaña, si no hay tiempo):

(Materia oscura negativa) + (Materia visible o positiva) + tiempo = Universo

Luego, reemplazando por los valores -1 y +1 en ambos paréntesis, obtenemos la siguiente ecuación:

(-1) + (+1) + tiempo = -1 + 1 + tiempo = 0 + tiempo = tiempo

El que lea la ecuación de arriba con entendimiento dirá, "pero esa ecuación no tiene lógica matemática". Y yo le respondo que puede que tenga razón, en parte, ya que es un tema bastante abstracto y sumar cero mas el tiempo, nos queda solo el tiempo, por lo cual, no es lógico. Pero, y siempre hay un pero, recordemos que la materia (oscura-negativa mas la visible-positiva) existen al mismo TIEMPO en el universo, por lo que de esta última expresión, aquella ecuación tiene mas sentido, y lógica, mas que nada. Es decir que el tiempo, esa constante abstracta que hace que el Todo y la nada existan -incluso el tiempo en si mismo- sin autoextinguirse mutuamente, es la única forma de concebir la existencia -o no- de la materia, en cualquiera de sus dos formas ya mencionadas. El tiempo hace que algo tenga razón de ser, que tenga su propia esencia, su propio ritmo, su propia sincronía con el universo, su propio sello existencial, su propia huella material... ese tiempo, es el que nos dice de una manera inmutable: "Mientras yo exista, todo lo demás también".

Por lo que, volviendo a la ecuación matemática, el Universo (o mi patio) se halla totalmente en equivalencia, o en un perfecto balance, entre la energía negativa y la positiva (entre los agujeros y sus montañas equivalentes) existiendo indeterminadamente en un TIEMPO cuasi infinito.

Pero, antes de la Gran Explosión o del Big Bang, o sea, antes de que exista el tiempo, (ya que debemos recordar que el tiempo y la materia existen por la indiscutible acción reciproca de cada uno con respecto al otro, siendo ambos mutuamente excluyentes) a mi ecuación, detallada arriba, le faltaría el último término, por lo que solamente daría 0 (cero).

Con esto, podemos llegar a comprender, que el universo en su conjunto es imposible que exista sin el tiempo, pero, a su vez, el tiempo tampoco es posible que exista sin el universo, por lo que, cuando llegue el momento de no haber materia (o sea, cuando algún día se arribe al momento que ocurra aquel Big Crunch, o Gran Implosión) y todo colapse en un solo punto o agujero negro infinitesimalmente pequeño, sin materia de ninguna de las dos clases... el tiempo... como constante fundamental para que algo material exista... dejará también de existir... y la nada volverá a obtener en sus frías y oscuras manos, su orgullo cósmico nuevamente... la nada, volverá a ser lo que siempre quiso ser... el Todo.


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