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Más allá de
toda duda, se sabe que la Ciudad del Vaticano; cuyo nombre de origen pagano,
proviene de la diosa Vatika, quien deambulaba por la necrópolis ubicada sobre una
de las siete colinas de Roma, y futuro cimiento para el actual Palacio Papal; es a la
vez un Estado, un país, con la mayoría de las características que posee
cualquier otro estado soberano en el mundo. Y con esto, considero, y de una
manera casi indiscutible, la posibilidad de que dicha ciudad-estado sufra, -desde hace mas de dos mil años-, de unas muy oscuras penurias, ocasionadas por las
infaltables mentes pérfidas, torcidas y apócrifas que todo estado lleva sobre
sus hombros; siendo lo anterior, una de las cargas más pesadas que le toca transportar a un determinado país.
Por
desventura, esa carga de amoralidades, no queda en esos hombros y listo; de
ninguna manera; ya que, como muchos sabemos, el efecto de ese peso siniestro, es trasladada o contagiada, de una u otra manera, hacia cada uno de sus ciudadanos,
lo que en el caso del Vaticano, es hacia sus fieles.
Debido a
este tan terrible escenario de desolación moral, el cual es repetitivo en todos
los estados del mundo, incluido en uno de los mas longevos de todos, el mismísimo
Estado Vaticano; cada vez mas y mas fieles; especialmente los de menor edad, o
mejor dicho, los que son mas nuevos en la Fe Católica, los que recién comienzan
como receptores de dicha Fe, debido al traspaso generacional; dudan, se
preguntan y desobedecen ciertos dogmas que el Catolicismo continúa pregonando,
por el solo hecho de no hallarle, a dichos credos, una sustentabilidad lógica,
silogística y pasibles de auto demostraciones, dentro de aquellas nuevas mentes
que buscan la verdad fundamental, la verdad primordial, la verdad que ha
causado todo lo que hoy percibimos y todo lo que hoy somos como seres humanos
racionales, y que se fundamenta en los siguientes e inevitables auto
discernimientos dentro de aquellas mentes inquietas: “¿Quién o que es Dios?, ya
que un Dios omnipresente y omnisciente, ¿puede tener forma humana y a la vez
estar a cada lado de cada uno de los habitantes del planeta… Católico?, ya que
existen otras religiones, y con otro Dios antropomorfo, con lo cual, ¿este Dios
Cristiano, no debería tener injerencia en los fieles de aquella también?”.
Por
consiguiente, y en respuesta a estos juicios a priori de esas mentes en
constante búsqueda de esa verdad fundamental; y que además poseen un gran agregado
gnóstico, alimentado este, gracias a vivir en una era dominada por la información, al alcance de casi cualquiera en cualquier parte del mundo; las
contradicciones comenzarán a rondar dichas mentes, hasta que esa Gran Verdad
Fundamental, la única verdad absoluta, comience a demostrárselas de a poco, y
las respuestas a aquellos discernimientos comiencen a tener una lógica derivada
de la razón pura, y no de una mera “creencia” a los dogmas provistos por el
catolicismo (y demás religiones). El creer en algo que otros han impuesto, paranada indica o establece que ese “algo” deba “Ser” y “existir”. El creer no
resulta en una existencia, sino que la existencia resulta en el creer. Y para
ello, el uso de la razón introspectiva es la base fundamental para encontrar la
espiritualidad. Cuando a cada ser humano se le enseñe, desde su nacimiento,
pasando por su vida familiar y académica, que la verdadera y fundamental
creencia es hacia el Dios interior; o sea, hacia la única verdad o proceso causal,
absoluto, primigenio y creador, efectivizado dentro de uno mismo, sin que esto
genere la idea del ego, ni mucho menos; la humanidad toda, o bien, el tejido
social de todos los países/estados, contarán con una fortaleza indiscutible, ya
que un tejido social basado en la introspección como búsqueda de la verdad
espiritual, dará a luz una nueva Fe, tan necesaria en nuestros días, una Fe fundamentada
por lo que existe, y no en una Fe basada en lo que se cree que existe; o sea,
una Fe en los demás seres humanos, una Fe en el prójimo… en el próximo. Que
desperdicio de esa tan deteriorada Fe, si no creemos en nosotros mismos ¿no?… es
decir, entre nosotros mismos como seres humanos de razón. Que desperdicio de
Fe, si solo esperamos la reacción de un solo “ser” que no es humano, y aunque
“se parece a nosotros”, nunca nadie lo ha visto, ni siquiera para detener las
tan aberrantes guerras, el hambre, la discriminación, la desigualdad social, la
inseguridad, y un basto etcétera, entre los pueblos del mundo.
Entonces, en
base a lo antedicho, a la corrupción de los estados, incluido el del Vaticano,
y a las nuevas mentes constantemente informadas, en búsqueda de una verdad
definitiva; y relacionando todo lo anterior a que mañana 12 de Marzo de 2013,
comenzará un importante proceso decisorio para elegir a otro hombre mas en la
lista de los sucesores del apóstol Pedro; por lo que, a través de estas líneas expreso
mis deseos, desde lo mas profundo de mi ser, que el nuevo jefe del Catolicismo,
traiga consigo un aire de renovación y modernización dentro de sus propias estructuras
internas cuasi medievales, que se instruyan a cada una de sus Iglesias de todo
el mundo para que inculquen entre sus fieles, la búsqueda del autoconocimiento
por encima de toda creencia insostenible e indemostrable en este siglo XXI, que
el estado bajo su mando, responda a todos los controles políticos y financieros
internacionales, de la misma manera que lo hacen los demás estados del mundo,
que el celibato se abolido de una vez por todas, ya que se le quita al hombre,
en tanto hombre y no en tanto que su universal, la verdadera razón de la
existencia como especie, pudiendo incurrir este; debido a la inherente búsqueda
de la procreación y preservación de la especie; en delitos sexuales aberrantes (y aunque el celibato está destinado, simbólicamente a la Sublimación de las Pulsiones Instintivas de la Libido, de manera tal de sublimar bajas pasiones, en construcciones para el bien de la humanidad, fundamentadas en el Amor y la Luz, pero esto último, pocos clérigos lo saben, y/o, lo aplican).
Y en relación a esto último, un pasaje bíblico del Nuevo Testamento dice,
específicamente en la 1º carta del Apóstol San Pablo a Timoteo (3.2-5), lo
siguiente:
“Es necesario que el obispo sea irreprochable, casado una sola vez, casto, dueño de sí, de buenos modales, que acoja fácilmente en su casa y con capacidad para enseñar. [...] Que sepa gobernar su propia casa y mantener sus hijos obedientes y bien criados. Pues si no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo podrá guiar la asamblea de Dios?”.
Entonces,
¿porque no volver a esas sabias palabras de hace mas de 2000 años? El celibato,
si bien en algún momento de la historia fue “normal”, además de simbólico en cuanto al proceso previo de Ascención de Jesús, quien le dijo a María Magdalena, cuando ella intentó tocarlo, luego de que Él saliera de su Sepulcro: "No me toques Mujer, porque todavía no he ascendido al Padre"; dicho celibato, a estos momentos del siglo XXI, es totalmente innecesario, e inconcebible.
Con todo lo
antedicho y mucho más, el flamante Pontífice, va a tener que luchar, sí, luchar,
para renovar y modernizar al cristianismo. El nuevo Papa deberá hacerle frente,tanto a las doctrinas ortodoxas y medievales, como a las luchas de poderinternas dentro de su estado. Tendrá también al alcance de su mano, la
posibilidad de reconciliarse con las otras corrientes de pensamiento no
dogmáticas, que por estar basadas en la razón y abiertas a mentes de diferentes
credos, desprovistas de fanatismos de cualquier tipo, y sin adorar a deidades
antropomorfas, sufrieron condenas y persecuciones por parte de la Iglesia
Católica.
Por lo
anterior expresado, y por el bien de la humanidad toda, le deseo el mejor de
los éxitos al nuevo Papa, quien por sus decisiones basadas en la razón pura,
deberá trasladar ese éxito, a cada uno de sus fieles alrededor del mundo
Cristiano.
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